Proyecto en Zambia: una aventura, un sueño

Desde mi punto de vista lo del espíritu “emprendedor”, realmente significa que te gusta emprender, en gran medida por el hecho de hacerlo, por la aventura, el reto, aprender cosas nuevas, etcétera, si encima ganas dinero entonces además eres afortunado. En mi caso, que tengo el “mal de África”, cualquier oportunidad de hacer cosas allí me ha parecido interesante desde hace mucho tiempo. El mal de África existe, no sé lo que es pero engancha.

Hay que aclarar que lo que me gusta de áfrica es recorrer 30km en 4 horas, es decir, que sea África y no un Zoo. Emprender en África, y me refiero a países del África subsahariana excluyendo excepciones como puede ser la propia Sudáfrica, requiere buenas dosis de muchas cosas diferentes de las de “occidente”. Un ejemplo fundamental es la paciencia.

En ésta África que yo digo el tiempo es otro, las cosas se tardan en hacer, las decisiones se tardan en tomar, no es que no les interese, que no quieran o no puedan, es que lo hacen de otra forma y ponerse nervioso no arregla nada.

Algunos visitantes llegan a un punto (incluso de vacaciones) que se lo toman a nivel personal, creen que les “están tomando el pelo”, su ego se resiente y ya no disfrutan. Nada más lejos de la realidad (casi siempre), ellos viven al día, por ejemplo, en muchos lugares cuando a alguien le repasas las tareas que tendrá que hacer al día siguiente, su respuesta es algo del estilo de “si estoy vivo, cuenta con ello”. Cada vez hay más profesionales al estilo occidental, pero aun una gran parte piensan así.

Hay otras cosas a tener en cuenta, el respeto por ejemplo. Se respeta a los mayores de una forma jerárquica muy estricta, casi dogmática. Además están los signos y formas de actuar que pueden ser molestas, ofensivas o quizá graciosas. Conviene saber estas cosas, una simple “guía de viaje” puede dar pistas razonables de cómo actuar.

A mí me picó el virus de África hace ya años y a mi mujer también (esto es importante), el caso es que después de viajar mucho, nos parecía poco y pensamos en hacer algo más, algo que nos diera una razón para ir más veces, para llevar a nuestros hijos y amigos, para enseñar ese mundo en la esperanza también de poder conservar algo de él y  ayudar a “los de allí” de una forma justa.

Bueno, por ir al grano, entre un amigo y su mujer y mi mujer y yo nos compramos un lodge en África, en Zambia concretamente que es de lo más África que hay por ahí. Un lodge es como una casa rural pero en la selva y en inglés. Esa era la gran idea, que no es que sea para tanto pero hay que echarle valor, sobre todo para gente de “ciudad”.

¿Por qué Zambia? Porque es una pasada. Es difícil de explicar, hay que sentirlo. Una de las veces que fui allí a hacer el seguimiento correspondiente, llegué en avión a Lusaka, subí en una avioneta que me llevó a Mfuwe (un pueblito en la selva), luego un 4x4 me llevó hasta el río y después en una “banana” viajamos por el Luangwa (literalmente esquivando hipopótamos) durante unas 5 horas hasta llegar .. para los turistas es más fácil, pero en la época de lluvias no se puede hacer de otra forma.

Algunos de los materiales de construcción los lleva alguien del pueblo en un 4x4 (sólo en la época seca, cuerda de sisal y cosas así), pero la mayoría se intentan recoger del bosque, en nuestro caso aprovechando madera caída y cosas por el estilo, todo es una aventura. Hay otro emprendedor que se dedica a repartir cada 15 días suministros para los lodges, es un alemán que se estableció allí y tiene una carnicería en Lusaka, le va fenomenal.

Para los de la selva, la alternativa cada vez que tienen que ir al banco o a comprar sus sacos de maíz molido, es bajar al pueblo andando. Normalmente en un día lo hacen (es decir, en menos de 24 horas), lo que no está mal considerando que hay que recorrer 60km de selva para ir y luego volver con un saco de 25 kg.

El turismo es una industria muy interesante para estos países, en especial el turismo de “lodges” que han abordado países como Zambia, Botswana, Namibia y otros. Crea puestos de trabajo, genera riqueza y cultura y no implica destruir el medio ambiente ni las costumbres de la zona. En South Luangwa, los lodges mantienen un colegio y un hospital y dan trabajo a un número importante de familias.

¿Otras anécdotas del emprendedor en la selva? Pues por ejemplo, quién iba a pensar que allí, además de todo, las tribus de la zona tienen un “rey”, que manda más que nadie y que de vez en cuando se pasa por tu lodge para que le regales unas cervezas. O cuando se les estropeó el panel solar que saca el agua del pozo y tuve que arreglarlo “con un clip” esquivando hipopótamos.

Los temas normales del emprendedor en países extranjeros, cosas como expatriación de beneficios, financiación, temas legales y todo esto, por supuesto que son muy importantes, fundamentales, pero esos detalles es más fácil que cualquiera te los cuente.

No todas las historias de emprendimiento terminan como planeas, pero eso se no es tan importante.

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José López Gallego es empresario y emprendedor, Dr. Ingeniero, MBA por el Instituto de Empresa, Mentor en el Venture Lab y profesor en el IE.