Diez razones para emprender en Biotech y frenar el impacto del SIDA en la sociedad

-Hola, ¿tienes una start-up en el sector TIC, o internet?
-No, es del sector Biotech
- Bien, mucho ánimo y suerte pero lo siento, no invierto en Biotech.

Ésta puede ser una conversación habitual en foro de inversores o business angels para emprendedores donde presentamos nuestra empresa, Ambiox Biotech, en búsqueda de financiación.

Ser inversor o business angel en Biotech es todavía una rara avis en nuestro país, que hace que esta inusual especie sea patrimonio protegido, especialmente por nosotros, emprendedores en biotech. Esto puede deberse a dos razones: miedo o desconocimiento del sector, o las dos a la vez. Lo más extraño todavía es que esta especie abunda en otras regiones europeas, americanas, realizan transacciones millonarias, invierten... pero no en España. Las oportunidades en el exterior en el sector Biotech en países como la India, Italia, China e Israel muestran el mayor crecimiento y potencial de este sector.

Entonces, ¿por qué invertir en Biotech?  He aquí algunas de las oportunidades que ofrece el sector:

• Demanda. Tenemos una población cada día más envejecida. Se calcula que la población mundial aumentará un 50% hacia el 2030. La necesidad de nuevos y efectivos compuestos que resulte en terapias que traten y mejoren la calidad de vida viene impulsado por una población que envejece en todo el mundo occidental.

• Innovación, Patentes. El sector de biotecnología trabaja en una actividad de alto valor añadido: claramente orientado a la innovación. Esta innovación se traduce en propiedad intelectual que adquiere valor a medida que cumple hitos en etapas de desarrollo. Las grandes compañías farmacéuticas se nutren de las patentes generadas en las empresas Biotech para optimizar sus carteras de productos y así incrementar sus dividendos.

• Productos Biotech son recursos ilimitados ya que las posibilidades que ofrece la I+D en biotecnología se puede aplicar a sectores médico, alimentación, agricultura, etc. 

• Economía del conocimiento. Los avances en biotecnología y las grandes expectativas de futuro que despierta, hacen que este sector resulte enormemente atractivo para las economías que quieren basar su crecimiento en el conocimiento, la especialización tecnológica y la innovación.

• Potencial de crecimiento. Nuevas empresas biotecnológicas con productos listos para el mercado pueden experimentar un enorme crecimiento durante la noche, o para vender enormes beneficios a una gran empresa farmacéutica.

• Apoyo de fondos gubernamentales, claves para el desarrollo de esta industria en permanente expansión. La biotecnología se posiciona como motor de un área económica, creación de empleos, retención de cerebros, y atraer capital humano nacional e internacional de alta cualificación. Esta apuesta del gobierno se traduce en la posibilidad para las empresas de biotecnología de acceder a cuantías con rango desde 200.000-1.000.000 euros apalancados con fondos privados.

• Diversificar. Una buena razón para invertir en biotecnología es diversificar la cartera de inversión, seleccionando una empresa con la que pueda ganar todo el dinero invertido en otras.

• Transacciones millonarias. Las empresas farmacéuticas están luchando para aumentar sus carteras de productos porque los blockbuster, o fármacos superventas, pierden en pocos años la protección de sus patentes y comienza la competencia de los genéricos. Esto crea el ecosistema para la adquisición de empresas de biotecnología y formalizar este tipo de acuerdos millonarios (entre $100 y 500 millones). Ejemplos recientes lo protagonizan Merck Sharp&Dome adquirió en diciembre Smartcells por $500millones y Abbot adquirió Facet Biotech por $450millones este mes.

• Anti-crisis. Las empresas de biotecnología se consolidan como modelos de negocio que continúan su desarrollo más allá de los vaivenes económicos y las crisis financieras mundiales.

• Tecnología sin fronteras con impacto global. La generación de tecnología innovadora hace posible su distribución y exportación mundial atrayendo capital de inversión extranjero.

En 2008, el sector biotecnológico en España contó con una cifra de negocios de más de 31.100 millones de euros y dio empleo a 108.374 personas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en una evolución creciente.

¿Y nuestra empresa? Ambiox Biotech es una empresa biotecnológica que nace como spin-off de la Universidad de Alcalá y el Hospital Gregorio Marañón cuya misión es destinar la innovación en nanotecnología para su aplicación en biomedicina aportando un valor añadido a la sociedad con impacto internacional. El principal objetivo de Ambiox Biotech es frenar el impacto del SIDA en la sociedad con un gel de uso tópico basado en moléculas de tamaño nanoscópico, microbicida, que permite al individuo protegerse de la infección por VIH durante el acto sexual, sin necesitar el consentimiento de la pareja.

Aunque Ambiox ha sido fundada recientemente, ya ha ganado prestigiosos premios, primer premio por la Fundación Genoma España para la creación de empresa de biotecnología; Premio Bancaja Jóvenes Emprendedores XV edición; la revista Emprendedores V edición ha otorgado "Premio Mejor Proyecto para crear una empresa"; Premio “Transferencia del Conocimiento Universidad-Sociedad” IV edición, Universidad de Alcalá, entre otros.

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Teresa Gonzalo es directora y co-fundadora de Ambiox Biotech, equipo fundador compuesto por cuatro emprendedores con amplia experiencia en el campo de la nanotecnología y el SIDA en I+D, los profesores de universidad MªÁngeles Muñoz Fernández, Rafael Gómez Ramírez y Francisco Javier de la Mata.  Teresa Gonzalo es licenciada en Farmacia y tiene un doctorado europeo en Biomedicina y posee una amplia experiencia en la gestión de proyectos de investigación científica relacionados con la nanotecnología donde es coautora de dos patentes. Después de graduarse en el Master en Biotechnology Management en el IE Business School con mención de honor, obtuvo un diploma de emprendedores Ignite-Fast tracking innovation en la Judge Business School, Centre for Entrepreneurial learning, University of Cambridge.