¿iPad a 60 euros? Un supermercado la lía en Internet

Si lo recuerdan, hace un mes nos hicimos eco de una entrañable historia en la que una cadena de supermercados británica transformaba una crítica en una excelente operación de marketing que elevó a los niveles más altos la notoriedad de la marca. Pues bien, hoy es otra cadena de supermercados, también de ese país, la que ha hecho exactamente lo contrario desatando las iras de los usuarios. Todo sucedió a comienzos de semana, cuando la conocida cadena de supermercados Tesco, anunció, ante la sorpresa de todos, la venta del nuevo iPad por un precio de partida de 50 libras, un 90% más barato que su precio oficial en aquel país.

La red pronto fue invadida por múltiples mensajes en Twitter y el resto de redes sociales en los que se hacían eco de tan escandalosa oferta. Hay que tener en cuenta que el preciado nuevo tablet sale a la venta hoy mismo en el Reino Unido, y como cabía esperar, las colas comenzaron días atrás por ser los primeros en hacerse con un ejemplar. No podía ser. Ahí había gato encerrado. ¿Cómo era posible que un dispositivo del que se comienza a dudar que haya stock suficiente para atender la desmesurada demanda que se espera salga al mercado a precio de ganga?

Sin embargo, la solvencia y el prestigio de una conocida marca como Tesco despejó todo tipo de dudas. Los desesperados usuarios corrieron a hacer clic y así aprovecharse de ese precio de derribo. Todo parecía, sobre el papel, legal y claro. El citado precio se refería además al modelo con mejor equipamiento del catálogo de Apple (64 GB y 4G) y la reserva se podía efectuar a través de Tesco Direct, la página web de la casa para la venta on-line, que por cierto, se vino abajo ante la avalancha de pedidos.

No se sabe a ciencia cierta cuántos usuarios se acogieron a esa rompedora oferta, pero debieron ser muchos, muchísimos. Sin embargo, los que albergaban malos presagios ante semejante chollo, pronto vieron confirmados sus temores: Tesco envió un correo electrónico a todos los compradores anunciando que se trataba de un error y que no iban a venderse los iPads a ese precio. “Siempre intentamos ofrecer el mejor precio a nuestros clientes, pero por desgracia, se trata de un error que actualmente está siendo corregido”, afirmó un portavoz de la compañía.

La decepción de los compradores dio paso a la rabia y su efecto se hizo notar en las redes sociales ¿debe el usuario pagar por un error en la comunicación de la parte vendedora? Pero los responsables de Tesco sabían qué terreno pisaban y recurrieron a las condiciones de venta que los compradores se vieron obligados a aceptar al hacer clic: “si por error hemos publicado un precio por un valor inferior, no estaremos obligados a suministrar dicho producto. En ese caso, comunicaremos al cliente el precio real para que decida si le interesa o no adquirirlo”.

Recurrir a la letra pequeña para escurrir el bulto no hizo sino avivar más la ira de los compradores y así quedó patente en las redes sociales. Algunos incluso hilaron más fino sugiriendo que la maniobra fue orquestada por Tesco para hacerse con multitud de datos personales de clientes potenciales para luego explotarlos comercialmente. Es posible que la letra pequeña haya salvado de un considerable desembolso económico a las arcas de Tesco, pero el precio pagado en imagen de marca ha sido elevado. Tesco cotiza bajo, muy bajo, en estos momentos en las redes sociales.