¿Merecen la pena 2.500 euros por la pantalla 5K del nuevo iMac?

Los Macque Apple presentó en la última keynote dejaron dos titulares bastante jugosos. El primero fue que el iMac con pantalla retina pasa por delante de los monitores con resolución 4K y se instala directamente en un nuevo estándar de ultradefinición: 5K. Sobre el Mac mini, del que casi ni se habló, la idea que Apple proyectó es que su versión más básica abarataba su precio en 100 dólares y pasaba a costar 500.

Pero en ambos casos los matices son tan importantes que, al sacar la lupa y comprobar lo que ha presentado Apple, muchos compradores en potencia de un Mac quedarán desilusionados. Los ordenadores de Cupertino nunca han sido ni de lejos los mas económicos del mercado, pero muchos los compraban sabiendo que su vida útil era superior a la de la mayoría de los PC que usan Windows. Algo que está dejando de ser así.

Fue ese año cuando se descubrió que el primer MacBook Pro con pantalla retina venía con la memoria RAM soldada en la placa, lo que hacía imposible ampliarla. También se supo que era casi imposible de arreglar sin recurrir a un servicio técnico de Apple. Desde entonces las cosas han empeorado.

¿Puede considerarse profesional el monitor del iMac 5K?

Cuando Phil Schiller presentó el iMac 5Kjustificó su precio, 2.500 dólares en Estados Unidos, diciendo que muchos monitores 4K cuestan unos 3.000 dólares. Algo que es un completo disparate, pues hay varios monitores 4K de 27 pulgadas o más que no superan en España los 600 euros fabricados por empresas como Dell, Samsung, o Asus.

Suponemos que Schiller había tomado como referencia el único monitor que Apple vende y que no fabrican ellos: el Sharp PN-K321, un aparato de 32 pulgadas cuyo precio en la Apple Store de Estados Unidos es de 3.595 dólares. Pero es que incluso teniendo en cuenta que este Sharp es un monitor de extraordinaria calidad, su elevado precio es cosa del pasado.

Como sucedió con la presentación del primer MacBook Pro con pantalla retina, Apple ha proporcionado bastante información sobre la tecnología que hace posible la altísima resolución de la pantalla del nuevo iMac, pero no ha dado ni un sólo dato sobre la fidelidad de color del monitor, algo que para muchos usuarios profesionales es más importante que la densidad de píxeles.

Eso es algo que la compañía de la manzana no ha logrado en ninguna de sus pantallas, incluidas las de los costosos MacBook Pro. Por eso muchos profesionales que trabajan con Mac se ven abocados a comprar una segunda pantalla a otros fabricantes. Si la pantalla del iMac 5k hubiese logrado esa proeza estamos seguros de que Apple lo habría anunciado a bombo y platillo.

Mac mini a 500 euros, el negocio es la memoria

Como muchos se temían, el nuevo Mac mini lleva la memoria RAM soldada en la placa, algo que no sucedía en el modelo anterior, por lo que hay que pensárselo dos veces antes de elegir la configuración de este ordenador, pues será imposible ampliar su memoria y con ella su vida útil en el futuro. En el caso de optar por el modelo de 500 euros, el precio del ordenador asciende a los 700 si lo dotamos de 8 GBde RAMy a 800 si lo equipamos con 16 GB.

La ampliación a 8 GBresulta absurda porque por el mismo precio podemos comprar el Mac mini que lleva de serie esa cantidad de memoria, un procesador más rápido y un chip de gráficos más eficiente. Teniendo en cuenta también que el procesador del Mac mini básico es demasiado modesto, un Intel Core i5 de doble núcleo con una velocidad de reloj de sólo 1,4 GHz, el Mac mini más básico es sólo atractivo para los presupuestos más ajustados, pues los 200 euros que marcan la diferencia con el modelo intermedio aportan bastantes prestaciones.

Otra mala noticia es que Apple ya no vende ningún Mac mini con un procesador de cuatro núcleos. Una posibilidad que en su momento invitó a muchos a optar por uno de estos ordenadores en lugar de por un iMac. Apple ha debido reparar en ello y ahora el ordenador con un procesador de esas características más económico es el iMac de 1.329 euros.

Por eso nos tememos que algunos preferirán preguntar en las tiendas si les quedan Mac mini de la generación de 2012 antes que comprar uno de la generación de 2014. Y eso teniendo en cuenta que incluso los mini recién lanzados siguen siendo uno de los mejores argumentos que le queda a Apple para que algunos prefieran comprar un Mac en vez de un PC con Windows.