100.000 puntos de carga: el plan de Endesa para impulsar el coche eléctrico en España

El coche eléctrico comienza a ser una realidad. Avanza con paso lento, aunque su implantación parece un hecho, a juzgar por los movimientos de los grandes fabricantes de automóviles y las cifras de venta de Tesla. Y ante este escenario, los conductores se enfrentan a una interrogante: ¿cuál va a ser el mapa de puntos de carga durante los próximos años? Endesa ha presentado en Madrid su plan para electrificar las carreteras españolas con el que pretende instalar 100.000 estaciones de carga para 2023 tanto en vías como en aparcamientos privados y puestos de trabajo.

“El 90% de los desplazamientos en vehículo se hace de casa al trabajo. Y tener conexiones en esos puntos es relativamente sencillo. Pero el 10% restante se suele hacer en actividades relacionadas con viajes largos”, ha explicado Josep Trabado, director general de Endesa X, nueva línea de negocio de la energética y encargada de desarrollar esta infraestructura.

La primera etapa cubrirá las principales rutas españolas. La segunda añadirá más puntos de recarga en esas mismas vías

Trabado ha explicado que ya se está trabajando en contar con una red que permita a los usuarios tener puntos de carga en sus domicilios o en el trabajo. Aquellos que cuentan con garajes individuales o colectivos tienen más facilidad para optar al suministro de energía, pero ha señalado la necesidad de proveer esa energía para todos, tanto para los que se puedan encontrar en un eventual viaje —ya sea de negocio o de placer— como para aquellos que aparcan en la calle.

“En la actualidad tenemos unos 2.000 puntos de suministro instalados y 200 son públicos”, ha ilustrado Trabado. El responsable de Endesa X ha recordado que la energía que se suministra en esos puntos llega desde fuentes de energía renovables y ha detallado un plan que la compañía espera desarrollar en dos etapas:

La primera tendrá lugar entre 2019 y 2020, y pretende establecer una red de 2.000 puntos de carga que conecten las ciudades de más de 35.000 habitantes, en las que se concentra el 75% de la población en España. Con esta medida se pretenden cubrir 150.000 kilómetros de carretera y lograr que la distancia entre dos puntos sea siempre menor a 100 kilómetros.

En la segunda fase, que irá de 2021 a 2023, se instalarán 6.500 puntos de recarga adicionales de acceso público con los que se espera poder abastecer la creciente demanda de vehículos eléctricos. Con esto, lo que busca la compañía es “que haya densidad” de puntos de carga para que los conductores no tengan que sufrir largas colas al repostar sus vehículos.

La energía como servicio

Francesco Venturini, responsable de Enel X, la firma italiana matriz de Endesa, señaló los tres puntos que, a su juicio, van a moldear el mercado eléctrico. El primero es el hecho de que la población cada vez esté más concentrada en grandes ciudades —“un 55% de todo el mundo”, declaró—. El segundo, el concepto de que la energía se va a vender como un servicio y que ya no estará ligada al viejo paradigma: “Vendes un servicio, que es energía, y lo va a poder hacer cualquiera”. Por último, aportar al negocio la flexibilidad necesaria para adaptarse a los nuevos tiempos y estar más cerca de sus usuarios.

El Ejecutivo pretende prohibir la venta de vehículos de gasolina, diésel e híbridos en 2040 y no permitirá que circulen a partir de 2050

Así, entre las novedades presentadas por Endesa X se encontraban los puntos de recarga que la firma tiene previsto instalar en los próximos años. Esos puntos van desde máquinas que se instalarán en recintos privados (hogares y empresas) hasta otros que serán de uso público.

Para los segundos, Endesa X va a lanzar una aplicación, a partir de 2019, que permitirá utilizar esos puntos sin necesidad de ser cliente de la compañía. Bastará con darse de alta, rellenar los datos de usuario e ingresar un método de pago para comenzar a repostar el coche.

El anuncio de Endesa llega en pleno debate acerca de la nueva Ley de Cambio Climático que pretende impulsar el Gobierno y que apuesta por que España sea un país libre de emisiones de carbono en 2050 y que toda la energía que produzca sea renovable. Para ello, el Ejecutivo pretende prohibir la venta de vehículos de gasolina, diésel e híbridos en 2040 y no permitirá que circulen a partir de 2050. Para ese entonces, el coche eléctrico, y las estaciones de carga, deberían ser una realidad en todo el país.