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Probamos el nuevo iQos de Marlboro: la tecnología ha mejorado, pero tu salud no
  1. Tecnología
¿es el tabaco calentado menos perjudicial que el tradicional?

Probamos el nuevo iQos de Marlboro: la tecnología ha mejorado, pero tu salud no

He estado siete días probando la nueva versión de iQos y el tabaco calentado que, según Philip Morris, es menos perjudicial que el tradicional. Mi conclusión: si quieres tener mejor salud, no lo consumas

Foto: Foto: Reuters/Jaime Saldarriaga.
Foto: Reuters/Jaime Saldarriaga.

A finales de 2016, Philip Morris, la empresa tabaquera responsable de marcas como Marlboro, Chesterfield o L&M, lanzó al mercado iQos, un dispositivo electrónico para fumar un tabaco especial que no se consume por combustión, como el de toda la vida, sino por calentamiento. La compañía aseguraba que, según sus estudios, este aparato representaba un riesgo de salud menor para los fumadores que el tabaco tradicional. Decidí probarlo durante una semana y llegué a algunas conclusiones: tecnológicamente es una cosa muy llamativa, sí, pero aún no hay evidencia científica y oficial de que este tipo de tabaco sea menos perjudicial que el de siempre.

Foto: El iQOS, a prueba. (Foto: Reuters)

Hace un par de semanas, desde Philip Morris volvieron a contactar conmigo: iQos ya va por su tercera versión y querían que lo probara. Pese a ser fumador, me resultaba un tanto perverso hacer una 'review' de un producto que sirve para empeorar mi salud como si estuviese hablando del nuevo iPhone, pero decidí aceptar el ofrecimiento. En torno a iQos hay tres cosas que analizar:

  1. Su tecnología. El funcionamiento del aparato, el tiempo que tarda en cargar el cigarro, la sencillez de uso, la movilidad, etc.
  2. Su sabor. ¿A qué saben las unidades de tabaco ('heets') que Philip Morris vende con iQos?
  3. Su ciencia. Philip Morris tiene el convencimiento de que su tabaco es menos perjudicial para la salud que el tabaco de toda la vida. ¿Es eso cierto?

Bueno, pues vamos a ello. Hace poco más de una semana recogí mi dispositivo iQos, compré el tabaco asociado a este dispositivo (Philip Morris no podía proporcionármelo por motivos evidentes) y estuve siete días probándolo. Esta ha sido mi experiencia.

1) La tecnología: ¿cómo funciona esto?

Para que te hagas una idea si no conoces este dispositivo, consiste en tres elementos: el propio dispositivo iQos (por donde fumaremos), las unidades de tabaco (que meteremos en el iQos para celentarlo) y la batería externa que carga el dispositivo. Lo primero que hay que hacer es cargar iQos en su batería, una labor que suele llevar unos minutos. Una vez cargado, hay que introducir en él las unidades de tabaco (la mitad de tamaño de un cigarro normal, aproximadamente), apretar el botón de calentado y, cuando esté listo, empezar a fumar. Frente al tabaco tradicional, que se consume por pura combustión a cerca de 800ºC, iQos incluye una lámina que calienta los 'heets' a una temperatura máxima de 350ºC.

placeholder iQos tiene una lámina que calienta el tabaco a un máximo de 300ºC.
iQos tiene una lámina que calienta el tabaco a un máximo de 300ºC.

Frente a su anterior versión, Philip Morris promete una serie de mejoras en iQos 3: la batería dura más, el tabaco tarda menos en calentarse y el diseño es más sencillo y ergonómico. Empiezo cargando iQos, algo que me lleva aproximadamente tres minutos y medio, un tiempo de carga más rápido que los 5 minutos de su anterior versión. Eso sí, en tres o cuatro ocasiones la carga me lleva de nuevo 4-5 minutos, con lo que se me hace una espera demasiado pesada, aunque es algo puntual y no parece la norma. Una vez listo, introduzco los 'heets' en iQos, presiono el botón para que empiece a calentarse y, unos 15-20 segundos después, puedo empezar a fumar.

placeholder Así es la lámina que calienta los 'heets' de tabaco.
Así es la lámina que calienta los 'heets' de tabaco.

El diseño, efectivamente, es más ergonómico: la anterior versión de iQos era sencilla y fácil de manejar, pero esta ha cuidado más el diseño. Parece evidente que Philip Morris quiere convertir este dispositivo en un 'gadget' más, como quien analiza el último móvil de Samsung. El uso y diseño de iQos ha mejorado, sí, aunque, como fumador que lleva 3 minutos esperando para fumar, eso me da un poco igual, la verdad, y asumo que al fumador medio también le importará poco. Eso sí, si eres de los que fuma por la calle y le preocupa la estética de su cigarro (cada fumador tiene sus manías, oye), elnuevo iQos es más rápido, tiene una tecnología algo más avanzada y estéticamente destaca más.

placeholder De izqda. a dcha.: la batería, el dispositivo iQos y las unidades de tabaco ('heets'). Foto: C. Otto.
De izqda. a dcha.: la batería, el dispositivo iQos y las unidades de tabaco ('heets'). Foto: C. Otto.

2) La experiencia: ¿a qué sabe este tabaco?

En esta nueva versión, iQos ha sacado a la venta cuatro sabores distintos para sus 'heets': Yellow, Turquoise, Amber y Sienna (este último es nuevo). Con el paso de los días voy fumando los cuatro. En términos generales, el sabor de este tabaco es algo más suave que el de un cigarro tradicional. Es evidente que estás fumando tabaco, pero su sabor no es tan agresivo.

Eso sí, la primera vez que lo probé me ocasionó algún dolor de cabeza y me dijeron que podía deberse a que lo compatibilicé con mi tabaco normal, así que esta vez solo he fumado iQos. En líneas generales me ha sentado mejor, aunque el dolor de cabeza ha venido alguna que otra vez aislada. La composición de este tabaco es idéntica a la de su primera versión: no se trata del tabaco despizcado al que estamos acostumbrados, sino de pequeñas láminas que, una vez calentadas y consumido el cigarro, presentan un aspecto muy similar.

placeholder Restos del tabaco especial para fumar con iQos. Foto: C. Otto.
Restos del tabaco especial para fumar con iQos. Foto: C. Otto.

¿Qué pasa con el humo y el olor? Quizá este sea su mayor punto fuerte: su tabaco desprende muchísimo menos humo que el tabaco de toda la vida, incluso quizá menos que en la anterior versión de iQos, lo cual te beneficia a ti como fumador, pero sobre todo a los que estén a tu alrededor.

En cuanto al olor, más de lo mismo. El tabaco deja un pequeño rastro de olor, pero resulta ínfimo si lo comparamos con el pestazo que deja el tabaco de toda la vida. Si compartes vivienda con alguien que odia que fumes, quizá te venga bien (también te vendría bien dejar de fumar, pero oye, aquí no hemos venido a juzgarte).

placeholder Estos son los cuatro tipos de tabaco que puedes fumar con iQos. Foto: C. Otto.
Estos son los cuatro tipos de tabaco que puedes fumar con iQos. Foto: C. Otto.

3) La salud: ¿de verdad es menos perjudicial?

En los últimos 15 años, Philip Morris ha invertido cerca de 4.000 millones de euros para investigar posibles alternativas al tabaco tradicional y, más concretamente, un tabaco calentado como el de iQos, ya que consideran que las sustancias nocivas del tabaco no residen solo en la nicotina, sino también en la combustión del cigarro.

En sus estudios y conclusiones científicas, la compañía asegura que "el vapor de iQos tiene niveles significativamente inferiores de componentes dañinos y que el producto es satisfactorio para el fumador adulto, mientras que tiene un atractivo insignificante para aquellos que han dejado de fumar y para los que nunca lo han hecho. Estos resultados apuntan claramente en la dirección de la reducción del riesgo", asegura Moira Gilchrist, su directora científica.

Philip Morrris asegura que "iQos apunta a la reducción del riesgo", pero los estudios científicos y los gobiernos aún no le dan la razón

Sin embargo, y pese al convencimiento de la compañía, iQos asegura en su web que "este producto no está exento de riesgo". No lo hace precisamente por gusto, sino porque son las autoridades sanitarias de los países internacionales las que deben corrobar esa reducción de riesgo para que iQos pueda venderse como un producto menos dañino que el tabaco que todos conocemos.

Y bien, ¿qué tal le va a Philip Morris en su búsqueda de rconocimiento internacional? ¿Están los distintos países y colectivos científicos de acuerdo con que el tabaco de iQos sea menos dañino que el tradicional? Nada más lejos de la realidad.

placeholder Foto: Reuters/Peter Nicholls.
Foto: Reuters/Peter Nicholls.

La mayor batalla de Philip Morris se libra con la Food & Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, que será la encargada de decidir si iQos es efectivamente menos dañino. La compañía ha presentado su solicitud, pero la FDA aún no ha tomado una decisión. Eso sí, los augurios por ahora no son precisamente buenos. La FDA convocó a un comité de expertos (cuya evaluación no es vinculante) para que analizaran el tabaco calentado de Philip Morris. Estos expertos analizaron el producto y determinaron que iQos no ha demostrado ser menos dañino que el tabaco tradicional. Además, pidieron a la FDA que "evite apresurarse con productos como iQos sin requerir pruebas sólidas de que dicho producto reducirá el riesgo de enfermedad, hará que una gran cantidad de fumadores dejen de fumar y no aumentará el consumo de tabaco en los jóvenes". Por último, los expertos aseguran que "revisión exhaustiva [de iQos] es especialmente crítica dado el historial engañoso de la industria del tabaco de comercializar productos bajo el pretexto de menor riesgo".

Los expertos consultados por la FDA no son los únicos en asegurar que el tabaco calentado de iQos no es menos perjudicial que el tradicional. Un estudio de la Universidad de San Francisco asegura que el tabaco calentado "puede causar tanto daño pulmonar como los cigarrillos tradicionales". Otro informe realizado por el Departamento Japonés de Salud y Medio Ambiente afirmaba que iQos tenía cierto potencial de reducir la exposición a sustancias cancerígenas, pero aumentaba el peligro de exponerse a otras como el formaldehído o el acetaldehído. Un tercer estudio, este a cargo de Jama Internal Medicine, determinó que el tabaco de iQos tiene, al menos, el 84% de la nicotina que posee el tabaco tradicional.

Un comité asesor de la Food & Drug Administration de EEUU asegura que el tabaco de iQos no es menos perjudicial que el tradicional

Philip Morris, naturalmente, se ha opuesto a las conclusiones de los asesores de la FDA y a gran parte de los antes mencionados. En conversación con este diario, asegura que la investigación del gobieno japonés "muestra reducciones significativas en los niveles de diversas sustancias químicas, en consonancia con nuestros resultados"; en cuanto al estudio de la Universidad de San Francisco, Philip Morris ha publicado una contraargumentación; y en cuanto al informe de Jama Internal Medicine, la compañía asegura que hay "una falta de validación de los métodos o de coherencia que son la causa de las diferencias en los resultados. Hemos publicado una revisión completa de este estudio y hemos pedido que el estudio sea retirado y que laboratorios independientes y acreditados realicen otro estudio con metodologías solidas que lleven a conclusiones fiables".

Además, la compañía nos ha remitido a una serie de "estudios científicos independientes" que sí avalarían su teoría de que el tabaco calentado de iQos es menos perjudicial para la salud. Sin embargo, hasta ahora Philip Morris sigue dándose de bruces con las autoridades sanitarias, que o tumban sus conclusiones, o aún no se han pronunciado sobre ellas o cuentan con asesores que niegan que iQos tenga un riesgo reducido.

placeholder El CEO de Philip Morris, Andre Calantzopoulos. Foto: Reuters/Kim Kyung-Hoon.
El CEO de Philip Morris, Andre Calantzopoulos. Foto: Reuters/Kim Kyung-Hoon.

Conclusiones

A favor de iQos:

1.- Nada. Si esperabas que en un artículo recomendásemos de alguna manera el uso de un producto para fumadores, te has equivocado de sitio.

Intermedio:

1.- La tecnología ha mejorado mínimamente y los tiempos de espera se han acortado (un poco)
2.- iQos tarda entre 3 y 4 minutos en cargarse. Pese a la impaciencia, si eso hace que consigas fumar menos (yo lo he conseguido), pues oye, bienvenido sea
3.- El olor y el humo que desprende es muy inferior al del tabaco de toda la vida
4.- El sabor es visiblemente más suave que el del tabaco tradicional

En contra de iQos:

1.- Pese a la insistencia de Philip Morris al argumentar que iQos es menos perjudicial que el tabaco de siempre, por ahora ninguna autoridad sanitaria pública le ha dado la razón. Algunas, de hecho, cuentan con asesores que niegan la mayor. La comunidad científica tampoco comparte de manera unánime las teorías de Philip Morris. Tampoco lo hacen los neumólogos españoles del programa de investigación en tabaquismo de Separ.
2.- El tiempo de calentamiento se ha reducido, pero sigue siendo evidente. iQos no es para unas prisas
3.- Fumar es perjudicial para la salud. Fumar es perjudicial para la salud. Fumar es perjudicial para la salud.

En resumen, si eres fumador como yo, puedes pedirle a alguien que te deje su iQos para probarlo, pero no te aseguro que te vaya a sentar mejor ni mucho menos que tu salud vaya a mejorar. Si de verdad quieres que tu salud mejore, lo que puedes hacer es dejar de fumar. Si necesitas ayuda, puedes acudir a tu médico de cabecera, buscar programas de ayuda de tu comunidad autónoma, acudir a la CNPT, bajarte esta guía o incluso usar esta aplicación móvil, entre otras cosas.

A finales de 2016, Philip Morris, la empresa tabaquera responsable de marcas como Marlboro, Chesterfield o L&M, lanzó al mercado iQos, un dispositivo electrónico para fumar un tabaco especial que no se consume por combustión, como el de toda la vida, sino por calentamiento. La compañía aseguraba que, según sus estudios, este aparato representaba un riesgo de salud menor para los fumadores que el tabaco tradicional. Decidí probarlo durante una semana y llegué a algunas conclusiones: tecnológicamente es una cosa muy llamativa, sí, pero aún no hay evidencia científica y oficial de que este tipo de tabaco sea menos perjudicial que el de siempre.

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