He cambiado mi MacBook por este portátil de dos pantallas y casi no vuelvo a Apple

Trabajar con dos pantallas en la oficina es algo más que habitual. Ya no solo es cosa de diseñadores, editores de vídeo o audio, también del común de los currelas. En muchos casos, como en nuestra redacción, se cuenta con dos monitores conectados a un sobremesa. En otros, con un 'dock', una pantalla y la del ordenador a modo de 'sidecar'. ¿Por qué no llevar este concepto directamente a un portátil? Eso es lo que han debido pensar en Asus, el fabricante taiwanés. En realidad llevan ya un par de años metidos en faena. Empezaron metiendo un panel secundario en el 'touchpad'. Ahora esa idea ha sido cebada hasta convertirse en una superficie táctil adicional de 12,6". Esas son las medidas del ZenBook Duo, el último lanzamiento de la marca.

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No es el primero de este tipo que lanzan este curso, que hace un par de meses pusieron en marcha el modelo Pro. Es más, ya hay otros fabricantes que lo intentaron en el pasado. En Asus con Pro se refieren a más potencia, más tamaño, más pulgadas pero también más peso y más precio. El coste de ese modelo era estratosférico. 2999 euros por la versión básica. Para empezar a hablar. Ahora han creado un modelo 'asequible'. Comparado con tres mil euros, 1.499 euros, lo es, pero no deja de ser una inversión que le coloca como una compra mayúscula.

Yo he pasado dos semanas largas con este modelo. He apartado mi MacBook durante ese tiempo (podía haber sido cualquier 'ultrabook' el de esta ecuación) y lo cierto es que tras este tiempo me ha costado volver a coger mi equipo normal. El concepto 'dual screen' tiene bastante más sentido y está más maduro en un ordenador así que en los móviles plegables (también tuve la ocasión de convivir con el Galaxy Fold). Esta ha sido mi experiencia y lo mejor así como lo mejorable de este equipo.

Escepticismo, luego ya tal

La sensación de escepticismo al ver el Asus ZenBook Duo por primera vez en funcionamiento fue similar a la expectación cuando vi el mencionado teléfono de Samsung. Pero las tornas cambiaron en ambos casos. Al principio me costó verle la utilidad real e incluso dudé de que el espacio fuese suficiente. Pero según iba trabajando más con él, más cómodo me sentía. No fue sencillo. Hubo bastante prueba y error hasta que encontré combinaciones de aplicaciones y vistas que se ajustasen al espacio y a mis tareas diarias.

Este portátil está condicionado, en el aspecto físico, por su peculiar apuesta de dos paneles táctiles. No se puede pedir todo de momento. De la misma manera que uno no puede medir casi dos metros, pesar 70 kilos y marcar músculo pues aquí no se puede tener pantalla doble, puertos de sobra, batería para sostener este concepto, un cuerpo finísimo y ligerísimo.

El Zenbook Duo de 14 pulgadas pesa 1,5 kilogramos. Creo que esa es la última frontera entre un equipo cómodo de llevar en su funda bajo el brazo y un aparato que ya necesite sí o sí ir en un bolso colgado del brazo o en una mochila. Como es un portátil con una pantalla -principal- 14 pulgadas, una vez sumamos los marcos y el armazón nos encontramos con unas medidas de 32,3 centímetros de largo por 22,3 de ancho. El grosor, que es lo que realmente importa, es de 19,9 milímetros. No es tampoco una exageración pero sí que es medio centímetro más, por ejemplo, que el LG Gram o el MacBook Air en su parte más gruesa.

El exterior está rematado en un acabado entre satinado y mate que se aprovecha de un azul grisáceo con un toque metálico para salirse del clásico modelo negro. Además, la tapa está decorada con adornos concéntricos que termina de darle, sin dejar de ser sobrio, una apariencia particular. Se siente robusto. He de decir que incluye una serie de certificaciones militares (unas serie de pruebas que consisten en hacer pasar al equipo por un rosario de perrerías) pero me van a permitir que no las haya puesto a prueba durante esta review.

Quien mucho abarca...

Esto es un coco. Lo que importa realmente es lo de dentro. Las dos pantallas. La principal, con 14 pulgadas, cuenta con un panel LCD FHD (1920x1080). Personalmente no necesito un 4K en estos guarismos. Pocos, o casi nadie, le van a sacar provecho y además esto siempre es un palo en las ruedas de la batería. La pantalla en ese aspecto, en la de la resolución, no hay pegas. Tampoco en el del color. La reproducción general es muy buena. Obviamente, con los negros ya sabemos que se maneja mejor una pantalla OLED.

Quizás el mayor lunar, en algunas situaciones como en el exterior con luz fuerte, falta un poco de brillo. Sin ser gravísimo, lo he notado más en la pantalla más pequeña que en la principal. Los bordes, en ambos casos, están bastante reducidos. En el espacio secundario, quizás se podían haber ahorrado el logotipo en la franja inferior y haber ganado un poquito más de terreno al teclado.

La segunda pantalla es de 12,6 pulgadas, va de lado a lado y tiene un formato de 32:9. Es decir, tenemos un espacio táctil adicional muy apaisado. No son compartimentos estancos. Puedes arrastrar archivos, aplicaciones e incluso utilizarlo como extensión de la pantalla principal. En este último modo es curioso ver como una página web, como la de este diario, se extiende como una sábana. Más allá de los anecdótico, utilizarlo así no me ha servido de mucho.

Permite utilizar tres 'apps' en el espacio secundario. Lo mejor es conformarte con dos

Lo primero que hice fue aprovechar el espacio al máximo. El sistema te deja arrastrar tres aplicaciones al Screen Pad Plus. Pero quien mucho abarca, poco aprieta. Me encontré que el espacio que quedaba a cada tarea lo dejaba muy encajonado, salvo para controlar el calendario o el listado de Spotify (y en este último caso aún me agobiaba). La solución, optar por dos. Y mucho mejor. Es muy cómodo para tener un ojo en las notificaciones de Twitter, la 'playlist' de turno, utilizar WhatsApp Web o Hangouts así como tener un teclado alfanumérico y una tabla con la que ir picando datos a un 'excel' en la pantalla principal. Todo depende de la imaginación. También es cómodo tener a todo el ancho Gmail, para tener un ojo en los correos a lo largo de la jornada.

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Interesante es a la hora de editar fotos o vídeos y tienes los recursos en diferentes carpetas y fuentes. También puedes arrastrar las barras de herramientas de tal o cual programa si necesitas más espacio en la pantalla grande. Es compatible con cualquier aplicación de Windows, sin tener que usar versión específica. Es decir, su utilidad no depende de que los desarrolladores anden haciendo algo para este formato, aunque siempre se puede enriquecer. Tienes la posibilidad, en ese cajón secundario, de crear grupos de actividades para iniciar varias 'apps' secundarias al mismo tiempo y también de utilizar un stylus activo (viene uno incluido en la caja).

Animales de costumbres

Somos animales de costumbres. Por eso hay cosas que o cumples muy bien o la gente le empieza a sacar pegas. Los mayores peros a este ordenador se ven rápido. El teclado es el primero. Si obviamos la parte reservada al 'trackpad' no es mucho más grande del que podríamos tener en una tableta como la del iPad Pro. Las teclas son lo suficientemente acolchadas y tienen recorrido, en ese aspecto, no hay pega. El principal problema, al apurar el espacio al máximo, es que no tienes una zona dentro del ordenador para apoyar las manos. Lo intentan arreglar con una almohadilla (accesorio que viene de serie). Esto viene bien cuando estás trabajando en la mesa pero no tanto cuando estás trabajando con el portátil sobre las rodillas (algo bastante habitual en esta profesión).

Lo que sigue siendo un acierto por parte de Asus es su bisagra. Una bisagra que eleva ligeramente el equipo. Hace que teclear sea más cómodo, la pantalla queda en un ángulo de visión mejor y además ayuda a refrigerar el portátil. Lo que a muchos les chirriará especialmente es el 'trackpad'. El tacto, la sensibilidad y la respuesta es correcta. Pero es muy pequeño. A día de hoy se me escapan los dedos accidentalmente a los botones físicos que hay justo encima, que sirven para intercambiar los contenidos de cada pantalla o apagar la de abajo. La solución, utilizar un ratón siempre que sea posible.

Otro aspecto esencial a la hora de dar la bendición a un portátil son los puertos. Aquí, sin ser una locura, hay una buena selección. Contamos, además del conector de energía, con un lector de tarjetas externas, una entrada de audio combinado (sirve para auriculares y para micrófonos), un HDMI estándar y tres USB. Un tipo A de primera generación, otro A de segunda y un tipo C de segunda. Quizás se hubiese agradecido uno más en este sentido. En el aspecto del audio tenemos altavoces estéreo firmados por Harman Kardon.

Los caballos

Es raro que todavía no hayamos hablado, tratándose de un ordenador, de su potencia. Tiene una configuración de motor ligeramente inferior al Pro (que por algo es Pro, narices). Tenemos un Intel Core i7 de décima generación (con Turbo Bost de hasta 4,9 Ghz) que viene jalonado con 16GB de RAM LPDDR3 y una gráfica solvente como una GeForce MX250 de NVIDIA. En general ha podido enfrentar lo que le hemos echado encima, aunque es cierto, por ejemplo, que al gestionar vídeos con muchos recursos en 4K o documentos gráficos de Photoshop pesados no ha corrido tanto.

En lo que al rendimiento se refiere tiene un notable alto y apenas he notado sobrecalentamientos alarmantes. Lo único, y quizás se deba más a temas de optimización de Windows a este formato, no siempre resulta del todo fluido, por ejemplo, cambiar entre las pantallas o el apagado o el encendido. La memoria interna SSD (PCIe 3.0) puede ser hasta de un terabyte (x4, 512Gb - x2). En el apartado de conectividad contamos con Wifi 6 con Gig+ así como con Bluetooth 5.0. La biometría corre de la mano de Windows Hello, soportado por una webcam de IR.

La autonomía es otro de los puntos interesantes de este Asus ZenBook Duo. Cuenta con una batería de 70W de polímero de litio (cuatro celdas). Según el fabricante taiwanés se pueden conseguir hasta 22 horas utilizando solo la pantalla principal y 16 horas utilizando las dos. Partimos de que estas referencias, las de las marcas, rara vez coinciden con la experiencia del usuario de a pie. Tirando de ambas pantallas de manera intensa me he quedado siempre en torno a las 12 o 13 horas. Con un uso mixto, se ha disparado hasta las 15.

Este portátil está disponible desde hoy mismo a un precio recomendado de 1,499 euros. Obviamente es una inversión alta para un usuario normal, que busca un equipo para navegar, ofimática y poco más. Sin embargo, creadores de contenido, que trabajen con vídeo, edición de fotos y demás, pueden encontrar bastante utilidad a este concepto de cara a mejorar sus flujos de trabajo, siempre teniendo en cuenta las limitaciones del 'trackpad' o de que no se trata de un ordenador ultraportátil. Personalmente, aunque he valorado mucho la multitarea que te permite y la comodidad de tener dos pantallas, creo que todavía le falta un aspecto de portabilidad y un teclado algo más generoso.