Es noticia
Cómo teletrabajar desde donde quieras y de forma segura tirando de una wifi pública
  1. Tecnología
Cuidado con lanzarte a la piscina

Cómo teletrabajar desde donde quieras y de forma segura tirando de una wifi pública

Las redes wifi públicas nos pueden sacar de un apuro pero también suponen un peligro si no se usan con ciertas precauciones. Aquí van algunos consejos por si no te queda otra opción

Foto: (Foto: EFE)
(Foto: EFE)

Llega el verano, nos movemos, cambiamos de residencia y, a pesar de que muchas tarifas de teléfono móvil ya cuentan con datos ilimitados, puede que nos toque recurrir a una red wifi ajena a la de nuestro hogar o trabajo para poder navegar o teletrabajar. Tiramos de wifis públicas o de diferentes negocios, pero cuando nos conectamos a la red inalámbrica de un bar, de un hotel o de un camping, nunca sabemos cómo de bien administrada está e incluso en el caso de que se hayan tomado en serio la seguridad, las precauciones del lado del usuario nunca están de más.

Los peligros a los que nos exponemos cuando nos conectamos a un punto wifi público, sea puesto por un negocio privado o por una administración, son especialmente graves, ya que, por ejemplo, tras la red puede haber alguien “escuchando”, captando todo el tráfico que por ella circula para hacerse con los datos o buscando al incauto correcto. Y no solo podría afectar a los datos que transmitimos, también se puede estar abriendo la puerta al contenido de nuestro dispositivo, exponiendo tanto archivos personales como laborales, si los tenemos. Más allá del robo de información, el otro gran riesgo es la infección mediante un virus, que además puede ser silenciosa y no percatarnos al momento de ella.

Foto: Ten cuidado con dónde cargas tu móvil porque un 'malware' puede estar acechando (Pexels)

Vamos con lo básico

Por todo ello, siempre será preferible conectar nuestros portátiles o tablets compartiendo conexión desde nuestro móvil, pero si no nos queda otro remedio, la primera precaución pasa por poner todas las barreras posibles desde nuestros dispositivos. Y hay un consejo recurrente e incluso que puede sonar machacón, pero que sigue siendo necesario recordar a día de hoy porque muchos usuarios no lo hacen: mantener actualizados al día tanto sistemas operativos como antivirus.

Un Windows o MacOS o cualquier programa antivirus y/o antimalware que tengamos es un coladero (quizás no tanto pero sí que pierde efectividad) si no está actualizado, porque no estará preparado para hacer frente a las últimas amenazas. Además, normalmente utilizamos sistemas generales e incluso gratuitos que han sido estudiados y analizados al detalle por los cibercriminales.

placeholder (Foto: EFE)
(Foto: EFE)

A nivel de sistema operativo hay algo también realmente importante que puedes hacer antes de conectarte a una red pública, y es activar y configurar correctamente el firewall para que evite (o al menos lo intente) conexiones externas a tu portátil. Tanto Windows como MacOS cuentan con un firewall integrado, pero si no lo has tocado nunca es muy probable que lo tengas desactivado.

En el caso de Windows accede a Seguridad de Windows y Firewall y protección de red y abre la configuración de seguridad de Windows, donde accediendo a un perfil de red podrás comprobar el estado del firewall y activarlo. En MacOS, la activación se lleva a cabo desde el apartado de Firewall en las opciones de Seguridad y privacidad de las preferencias del sistema.

Las medidas de seguridad empiezan por la prevención: actualizaciones al día y firewall activado

Con tener todo actualizado y un firewall activado tenemos parte del trabajo hecho, pero todavía queda más. Más allá del uso consciente que hagamos de nuestro móvil, portátil o el dispositivo que sea tras conectarnos a la red pública, hay un uso que hacemos de manera inconsciente. Si no las detenemos, diversas aplicaciones empezarán a sincronizarse al conectarnos al wifi, exponiendo esos datos a posibles escuchas ajenas. En tus manos está desactivar la sincronización automática de Dropbox, Drive, iCloud y demás servicios para mantener a buen recaudo tu privacidad.

Una vez conectado, cuidado con el uso de la conexión

Más allá de configuraciones en tu dispositivo, hay una capa de seguridad que protegerá tu privacidad incluso aunque alguien logre capturar el tráfico que estás generando hacia internet. Los VPN son útiles cuando viajamos a China, para poder usar servicios allí restringidos, pero también son grandes aliados (probablemente el mejor) a la hora de usar conexiones ajenas, cifrando todo nuestro tráfico. Supone una pequeña inversión, las gratuitas existen pero a la larga pueden salir caras, por lo que proteger la privacidad bien puede valer 10 euros por mes de uso.

Bien, ya tenemos el equipo actualizado, firewall en su puesto, sincronizaciones automáticas desactivadas y una VPN. ¿Solo queda buscar en la lista de redes disponibles y listo? Ojo, porque podemos cometer un error a la primera de cambio. ¿Seguro que esa red que se llama Montepinar la administra el dueño del camping Montepinar? Siempre es recomendable consultar con el dueño del establecimiento cómo se llama su red WiFi, ya que alguien con malas intenciones podría jugar al despiste y hacer una red con un nombre lógico, con el objetivo de lograr que nos conectemos y hacerse con un jugoso botín.

placeholder Buscadores de wifi
Buscadores de wifi

Ahora ya conectados a la red pública, por muy seguro que te sientas no deberías hacer el mismo uso que si estuvieras navegando desde tu casa o con tus datos móviles. Un wifi público deberíamos usarlo para cosas básicas, como navegar por internet, leer noticias… Pero nunca para conectarnos con nuestro usuario y contraseña a servicios como el correo electrónico, para hacer compras y, por supuesto, nunca jamás deberíamos conectarnos a nuestras cuentas bancarias por estas vías. Podríamos arrepentirnos durante mucho tiempo.

Además, una buena práctica en estos casos es huir de las webs que no cuenten con el candado que aparece junto al enlace. Hay que recordar que aunque una web tenga un HTTPS al inicio, no necesariamente es segura. Por eso es mejor fijarse si Chrome o el navegador de turno muestra el candado que indica que es segura.

Si por despiste o necesidad imperiosa hemos de acceder a un servicio que requiera de un usuario y contraseña y si el servicio lo permite, debemos contar con la doble verificación activada. Así, si alguien obtiene los datos de usuario, todavía tendrá que pasar por el filtro de la segunda verificación antes de conseguir el acceso. Cuando acabes y ya no necesites más la red pública que has estado usando no te desconectes o alejes de ella sin más, aunque vayas a volver a usarla más tarde.

Y para terminar

Dos pasos muy sencillos deberías dar al dejar de usar la red: haz que tu dispositivo olvide la red a la que has estado conectado y desactiva el wifi. Así evitarás conectarte automáticamente a otra red que pueda tener el mismo nombre y contraseña, que pueda estar pensada para robarte datos.

Recuerda igualmente que una conexión móvil siempre será más segura que una red wifi pública. Si vas a necesitar una conexión que viaje contigo y la de tu móvil no te proporciona los suficientes datos para ello, siempre puedes recurrir a conexiones pensadas para viajar o conectar segundas residencias que parten incluso de cuotas mensuales por debajo de los 20 euros.

Llega el verano, nos movemos, cambiamos de residencia y, a pesar de que muchas tarifas de teléfono móvil ya cuentan con datos ilimitados, puede que nos toque recurrir a una red wifi ajena a la de nuestro hogar o trabajo para poder navegar o teletrabajar. Tiramos de wifis públicas o de diferentes negocios, pero cuando nos conectamos a la red inalámbrica de un bar, de un hotel o de un camping, nunca sabemos cómo de bien administrada está e incluso en el caso de que se hayan tomado en serio la seguridad, las precauciones del lado del usuario nunca están de más.

El redactor recomienda