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Viajar al espacio de manera sostenible: estas tecnologías lo harán posible (y una de ellas es española)

Por EC Brands

Viajar al espacio de manera sostenible: estas tecnologías lo harán posible
          (y una de ellas es española)
La sonda Psyche será impulsada por energía solar en su trayecto a casi 500 kilómetros de la Tierra. Imagen: NASA.

El transporte aéreo no se acaba en los aviones. Las naves y los cohetes espaciales también pueden ser respetuosos con el entorno; estos ejemplos lo demuestran.

Cuando la Unión Europea dice que la movilidad debe reducir en un 90% sus emisiones de CO2 para 2050, no hace excepciones: todos los medios de transporte deben conseguirlo. La aviación ya está en camino con iniciativas más sostenibles, como el uso de combustibles renovables, pero esos objetivos afectan también a otras formas de volar que quizá no habríamos imaginado. Por ejemplo, a los viajes espaciales.

En los últimos años, este sector ha aumentado su actividad de manera espectacular, sobre todo para poner satélites en órbita alrededor de la Tierra. Solo en 2021 se lanzaron 145 misiones orbitales, un máximo histórico que supera ampliamente los 114 del año anterior. En estos viajes, los cohetes emplean queroseno líquido similar al que se utiliza en la aviación civil, o bien un combustible específico para cohetes denominado RP-1.

Para reducir su huella de carbono, el sector está desarrollando nuevas formas de propulsar los cohetes que le permitan viajar por el espacio de forma más sostenible. Y lo está haciendo a través de iniciativas como las siguientes.

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PLD Space: combustibles renovables para cohetes recuperables

ombustibles renovables para cohetes recuperables

Casi la totalidad de los cohetes son totalmente desechables: tras un primer uso, ya no pueden volver a usarse. Sin embargo, hay una excepción incipiente, la de los cohetes recuperables o reutilizables. Se trata de cohetes que, tras su lanzamiento, experimentan unos minutos de microgravedad, con lo que sus componentes, previamente equipados con un paracaídas, experimentan una caída controlada y son recogidos para su posterior uso en futuras misiones.

A nivel mundial, los cohetes recuperables más conocidos son los de Space X, la compañía espacial de Elon Musk, pero en España hay una empresa que aspira a lo mismo. Se trata de PLD Space y su producto estrella son los microlanzadores recuperables Miura. En solo unos meses tienen previsto lanzar al espacio el primer cohete privado europeo y en 2024 estarán preparados para enviar satélites al espacio a bordo del Miura 5, su primer cohete orbital. Todo ello situará a nuestro país entre el reducido número de naciones con capacidad para enviar al espacio con éxito satélites de pequeño tamaño.

La empresa acaba de dar un paso más, ya que pretende que sus viajes sean totalmente sostenibles. Lo conseguirá gracias al uso en estos vehículos espaciales de combustibles renovables, que serán diseñados a medida en Repsol Technology Lab, el centro de investigación de la energética española. Concretamente, se va a estudiar el uso de biocombustibles avanzados, producidos a partir de residuos orgánicos, y de combustibles sintéticos, que se fabrican con hidrógeno renovable y CO2 retirado de la atmósfera.

"En estos lanzadores espaciales vamos a poder utilizar los combustibles sostenibles de aviación, conocidos como SAF, pero más concretamente un diseño especial adaptado a sus motores", afirma Dolores Cárdenas, consultora de Diseño de Productos en Repsol Technology Lab. Y es que “en este caso necesitaremos unos parámetros especiales para que al combustible cumpla los requerimientos que necesita el lanzador en su despegue, autonomía en el vuelo y correcta operación". De esta manera, la compañía conseguirá una reducción de la huella de carbono que puede alcanzar el 90% e incluso ser negativa.

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Sonda Psyche: energía solar

Sonda Psyche: energía solar

A casi 500 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, en mitad del cinturón de asteroides, se encuentra una de las superficies más interesantes del universo. Se trata del asteroide 16 Psyche, con un diámetro de 200 kilómetros. Lo más llamativo de 16 Psyche es su composición: aparte de roca, tiene una cantidad de hierro proporcionalmente mayor que la que tienen muchos planetas. Es esta estructura lo que más interesa a la NASA, que pretende analizar su composición para comprender mejor cómo se construyen los planetas.

Si la misión de la NASA ya era original, más aún lo es el hecho de que la sonda Psyche será impulsada por energía solar. Su superficie cuenta con diez paneles solares, que, formando dos cruces de 75 metros cuadrados de superficie, recogerán la energía procedente del sol. Esa energía, convertida en electricidad, alimentará los cuatro propulsores de la sonda.

Esta tecnología "no es muy diferente a la de los paneles solares de una casa, pero los de Psyche son hipereficientes, ligeros, resistentes a la radiación y dan más energía con menos luz solar", cuenta Peter Lord, director técnico de Psyche en Maxar Technologies. De hecho, lo mejor de todo es que "estas matrices están diseñadas para funcionar en condiciones de poca luz, lejos del Sol". La sonda saldrá de la Tierra en 2023 o 2024 para alcanzar el asteroide en 2029 o 2030.

03

Sonda Ikaros: viento solar

Sonda Ikaros: viento solar

Quizá no conozcas el concepto, pero se trata de uno de los más fascinantes del sector espacial: el viento solar es un conjunto de partículas (electrones, protones y partículas alfa) que se liberan desde la atmósfera superior del sol y que, en contacto con una malla o 'vela solar', son capaces de producir energía.

Y esa es la energía a la que el 20 de mayo de 2010 recurrió la sonda Ikaro, desarrollada por JAXA, la agencia espacial japonesa, para su misión a Venus. La nave llevaba adjunta una malla cuadrada de 20 metros de lado que, cuando recibía el impacto del viento solar, producía un impulso suficiente para moverse. Además, se reforzaba con la energía solar que también recogían unos pequeños paneles que llevaba en la vela.

Lo mejor de todo es que, con esta técnica, no es necesario llevar motor ni ningún tipo de combustible. La JAXA lanzó esta sonda para mostrar la viabilidad de los viajes interplanetarios híbridos, combinando el viento solar y la energía solar.

Como vemos, las técnicas pueden ser distintas: energía solar, combustibles renovables, viento solar… En cualquier caso, el objetivo es el mismo: descarbonizar el transporte aéreo. Y no solo en aspectos obvios, como los viajes en avión, sino también en otros menos habituales, como los viajes espaciales.