Media España se va a cocer a 40º. En Sevilla han encontrado la forma de poder estar en la calle

Hay muchas papeletas de que el verano que está a punto de arrancar sea todavía más caluroso que el anterior. todavía más caluroso que el anterior. Es algo que llevamos varios años experimentando y este 2024 parece que no va a ser la excepción. Según Copernicus, un servicio meteorológico puesto en marcha por la Unión Europea, hay entre un 70 y un 100 por ciento de posibilidades de que ocurra.

El resumen es que se puede dar por descontado que el mercurio nos va a castigar en repetidas ocasiones los próximos meses y que media España (o más) tiene que estar preparada para cocerse a más de 40 grados. Con este panorama, lo mejor para muchos será quedarse en casa, bajar las persianas y encender el ventilador o el aire acondicionado. Sin embargo, en uno de los puntos calientes del país, la capital hispalense, han encontrado una forma innovadora de poder estar en la calle, incluso cuando haga un sol de justicia.

TE PUEDE INTERESAR

42 °C en qué sombra: ¿están las calles de Madrid preparadas para los 'superveranos'?

Michael Mcloughlin Darío Ojeda

Un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla ha diseñado y construido un sistema que utiliza agua subterránea para reducir varios grados la temperatura de lugares públicos como plazas, parques, patios de colegios o paradas de autobús. Este sistema crea espacios donde se puede permanecer de forma relativamente cómoda aunque los termómetros anden disparados. El proyecto, llamado Life Watercool, ha sido cofinanciado por fondos de la Unión Europea.

"El concepto no deja de ser una inspiración de técnicas tradicionales y ya existentes en el mundo persa o en otros lugares. Inventos que se han utilizado en zonas climáticamente hostiles para mantener el agua fría y que no se evapore", explica José Sánchez Ramos, docente y director del grupo de geotecnia de la Universidad de Sevilla, y uno de los responsables de este proyecto. Su departamento lleva muchos años explorando este campo e incluso jugaron un papel relevante en la traposición de la directiva europea de climatización de edificios.

La idea principal del proyecto, que ya se está implementando en el centro histórico de la ciudad, es enterrar aljibes de agua en diversos puntos del mapa municipal. Estos depósitos funcionarían de manera similar a los tanques de tormenta, es decir, recogerían las lluvias para obtener el agua necesaria para el sistema. El tratamiento del agua recogida se realizaría localmente, evitando el bombeo hasta las depuradoras situadas en la periferia de la ciudad. Esto hace que el sistema sea más eficiente, ya que el agua se desplaza mucho menos.

El agua se enfría por las noches. ¿Cómo lo hacen? Básicamente, sin entrar en demasiados vericuetos técnicos, de una manera similar a la forma en la que se genera el rocío. "Se trata de aprovechar lo que se conoce como frío lunar", detalla Israel Ortega, director de Field Services de Uponor, una multinacional nórdica especializada en geotermia y climatización sostenible que ha participado en la conceptualización y diseño de Life Watercool. "De la misma manera que se utiliza el contraste y la circulación de agua en climas fríos para generar calor, aquí estamos planteando lo contrario".

El contraste de temperatura entre ciertas superficies y el aire se utiliza para generar de manera natural esa bajada de temperatura. "De esta forma podemos empezar el día con la reserva enfriada a unos 17 grados", comenta Sánchez Ramos. Esta agua se bombea a diferentes estructuras para crear "refugios climáticos" o "islas térmicas efectivas". "Esto no va simplemente de poner un toldo y rezar para que no haga mucho calor".

Life Watercool está concebido para implementarse en tres escenarios diferentes. El primero es un patio de colegio, donde el proyecto cobraría vida a través de una estructura tipo pérgola, que también contaría con paneles solares, generando energía para el centro escolar. El agua, al pasar por la estructura, produce una reacción que, utilizando difusores de aire, logra enfriar el ambiente. "Hemos comprobado que gracias a esas corrientes podemos generar una atmósfera de unos 28 grados cuando en el exterior en realidad hace 40 grados", explica el experto universitario.

Otro de los enclaves es una plaza pública, combinando este invento con otras soluciones y tecnologías como vegetación natural y árboles artificiales, que pueden configurarse de diferente forma dependiendo del momento del año. Por ejemplo, las hojas metálicas se podrían ajustar en invierno para dejar pasar el sol y en verano para bloquearlo. Aseguran que en un espacio de unos 150 o 180 metros cuadrados, se podría reducir la temperatura en 10 o 12 grados, creando un lugar donde se pueda estar cómodamente una hora y media.

La última propuesta es instalar marquesinas de autobús que utilicen este sistema de refrigeración. "Son lugares que no son opcionales, que hay que utilizarlos por narices en verano o en invierno", apunta Sánchez Ramos. Incorporaron los sistemas de Uponor en la parte frontal y en el techo para que el agua discurra por ahí.

"De esta manera, tienes dos placas a una temperatura mucho menor que generan una sensación similar a la que experimentas cuando vas andando por la calle en verano y entras en una tienda. Esa sensación no es infinita, pero el tiempo es suficiente para que llegue el autobús". Aseguran que con 10 metros cúbicos de agua, el sistema funcionaría durante 8 horas al día durante una ola de calor de seis días. "La parada estaría sensorizada para que entrase en funcionamiento en el momento que hace falta".

Israel Ortega señala que el proyecto, aunque concebido en un lugar climáticamente estresado como la capital andaluza, puede servir de inspiración e implementarse en muchos más lugares. "Dentro de unos pocos años vamos a tener muchas más Sevillas en España y en Europa", augura este directivo, destacando que el proyecto marca el camino a seguir al buscar la máxima funcionalidad reduciendo al mínimo el uso de "recursos perecederos o limitados", en este caso el agua. "Se trata de utilizar el sentido común para recuperar espacios de las ciudades para las personas incluso en situaciones de mucho calor".