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La trituradora de Alvise en Telegram: así ha conseguido reunir a una legión de fanáticos
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UN REFUGIO PARA EL ELECTORADO ANTISISTEMA

La trituradora de Alvise en Telegram: así ha conseguido reunir a una legión de fanáticos

El ultra Alvise Pérez ha conseguido llegar a las instituciones europeas sin un programa político, y lo ha hecho cimentando su fama desde las redes sociales y un catalizador de difusión brutal: Telegram

Foto: Cartel publicitario de Alvise Pérez para las elecciones europeas del 9 de junio. (Agencias)
Cartel publicitario de Alvise Pérez para las elecciones europeas del 9 de junio. (Agencias)

"Manuela Carmena recibió en su casa un respirador para evitar acudir a un hospital y hacer cola como el resto de españoles"; “Los extranjeros son responsables de casi el 70% de las violaciones”; “Se destinaron dos ambulancias UVI móviles a casa de Irene Montero y Pablo Iglesias” por el positivo en covid de la ministra; “El PSOE compra votos repartiendo comida en la calle”. Alvise Pérez ha agitado algunas de las teorías de la conspiración más recientes en España. Todas estas proclamas, aunque falsas, no le han impedido cosechar millones de seguidores en redes sociales. Una comunidad que le ha respaldado hasta el punto de abrirle paso al Parlamento Europeo. La irrupción de este movimiento ha tenido un catalizador de difusión muy claro: Telegram.

Se Acabó La Fiesta (SALF), el partido creado por el ultra para las elecciones europeas del 9-J, ha superado todas las expectativas y ha entrado en la Eurocámara con 3 diputados y el 4,58% de los votos, igualando a Sumar y obteniendo uno más que Podemos. La ardilla se ha convertido en la sexta fuerza más votada en España con 800.660 votos y ya acapara el electorado antisistema, poniéndole las cosas difíciles a Vox, que obtuvo 6 diputados. Tras los resultados, este sevillano de 34 años, que se autodefine como "analista y comunicador", reunía en la sala CATS de Madrid a sus seguidores y se vanagloriaba de que su logro electoral llega del "mayor boca a boca del país": "Sin recursos, sin cobertura alguna y con total desprecio y descrédito por parte de políticos y medios, hemos logrado que un puñado de ciudadanos libres alcancen un resultado histórico".

Algunos lo califican como un “agitador de la ultraderecha” o un “propagador de bulos”; él dice ser “el azote de los corruptos”. Luis Pérez Fernández, más conocido como Alvise Pérez, ha conseguido llegar a las instituciones sin un programa político, y lo ha hecho cimentando su fama desde las redes sociales y canales de Telegram, con un discurso populista en ocasiones basado en teorías de la conspiración, con mensajes que atacan directamente a la casta política: “España se ha convertido en la fiesta de los corruptos, mercenarios, pedófilos y violadores. Mano dura contra el crimen y la corrupción".

placeholder Comparecencia ante los medios del líder de la agrupación de electores Se Acabó la Fiesta, Luis 'Alvise' Pérez. (EFE)
Comparecencia ante los medios del líder de la agrupación de electores Se Acabó la Fiesta, Luis 'Alvise' Pérez. (EFE)

Gracias a internet ha conseguido acumular casi medio millón de seguidores en Telegram, plataforma donde no deja de ganar adeptos tras originar polémicas con reiteradas ofensas a personajes políticos como el exministro José Luis Ábalos (se autoatribuye haber sacado a la luz el caso Koldo), Pedro Sánchez u Óscar Puente, que llegó a querellarse contra él por difundir fotos privadas en las que se le veía con su pareja. Mensajes y publicaciones compartidas y reenviadas a diario por miles de personas. Un poder de movilización brutal que quedó demostrado en noviembre, cuando congregó a las masas frente a Ferraz para protestar contra la amnistía, donde se le vio con el fundador de Desokupa, Daniel Esteve.

“Telegram es fundamental, no solo para Alvise, sino para cualquier movimiento que se defina como alternativo, que tenga la intención de generar narrativas falsas. Lo que hemos visto en las elecciones es que este submundo les ha permitido tener una alta viralidad de manera gratuita y ni siquiera han tenido que generar contenido relevante, como vídeos e imágenes, que es lo que han hecho el resto de partidos en la televisión, en la publicidad callejera o en actos. A través de un microcosmos, han conseguido un alcance muy difícil de cuantificar. Y lo más peligroso, han generado contenido que es impune”, explica a El Confidencial Leticia Rodríguez Fernández, profesora de comunicación de la Universidad de Cádiz y especialista en estrategia política en internet.

Foto: ¿Dónde han votado más a Alvise Pérez? Los lugares de España donde "Se acabó la fiesta" ha obtenido los mejores resultados (EFE)

La carrera de Alvise fue casi meteórica, a pesar de no haber llegado a terminar sus estudios de Ciencias Políticas en la UNED. En cambio, decidió iniciarse directamente en el mundo de la política, afiliándose como voluntario al extinto UPyD, partido que consideraba que “era el único a nivel nacional que podía romper el bipartidismo”. Esa misma ideología le llevaría más tarde a comenzar otra andadura política en Ciudadanos, donde ejerció como jefe de gabinete del grupo en las Cortes Valencianas de la mano de Toni Cantó (con quien ya había coincidido en UPyD). Tras la debacle de los naranjas, comenzó a engrasar una maquinaria independiente de los partidos tradicionales en redes sociales (Twitter, Instagram, TikTok). Altavoces que le sirvieron para lanzar discursos contra varios colectivos: inmigrantes, feministas o periodistas.

“Desde las redes sociales se agitó a las masas y se les congregó a través del odio (una emoción que genera más impacto y movilización que otras) para luego desviarlas a lugares físicos. En España hemos sido ingenuos al pensar que lo que ha ocurrido en otros países no iba a suceder aquí y nos ha pillado por sorpresa. Cuando hay un submundo en una red social y creemos que son cuatro gatos descontentos, la realidad es que esas audiencias son mucho más grandes. Hay influencers jóvenes desconocidos para la mayoría, pero que tienen una influencia en la chavalería muchísimo más grande que cualquier periodista, político o deportista”, señala Rodríguez.

El cuento en Twitter no le duró mucho, ya que su cuenta fue cerrada por “incumplir las reglas que prohíben revelar la información personal de otra persona”. Alvise denunció aquello diciendo que le habían bloqueado “sin motivo ni explicación alguna, bajo falsas acusaciones de ‘amenazas’”: “No van a por mí, van a por todos nosotros, yo solo estoy en medio” decía en Instagram. Pocas horas después, miles de usuarios mostraban su apoyo usando el hashtag #DevolvedLaCuentaAAlvise, que se convirtió en trending topic. Todo ello desembocó irremediablemente en sus famosos canales de Telegram.

placeholder Alvise Pérez, atiende a la prensa tras ejercer su derecho al voto para las elecciones al Parlamento Europeo. (EFE)
Alvise Pérez, atiende a la prensa tras ejercer su derecho al voto para las elecciones al Parlamento Europeo. (EFE)

Esta plataforma se ha convertido durante años en un refugio para la desinformación, las teorías de la conspiración y los discursos extremistas. Las razones son obvias: permite crear comunidades de usuarios con ideas afines y contar con un bajo nivel de moderación de contenidos. “Siempre van a existir sitios donde esta gente se oculte, donde ir tejiendo sus redes. Telegram les da muchas herramientas para reforzar una estrategia de cámara eco, donde derivar a la gente de un canal a otro para ir generando red. Si en un momento se tumba un canal, se migra todo el grupo a otro”, añade la docente.

Con esta idea coincide Iago Moreno, sociólogo y especialista en política digital, quien indica a este diario que “es importante recalcar que lo que sucede dentro de los muros de esa fortaleza se vive como algo íntimo y, por lo tanto, más personal, generando otro tipo de lazos afectivos, emocionales y políticos”. Según el sociólogo, “Alvise es la primera criatura política que consigue representación sin pasar por un plató de televisión. No ha tenido que refrendar su discurso ni en las plazas públicas ni en las instituciones, pero tampoco en esa plaza digital que durante mucho tiempo se invocó como un espacio democrático que es Twitter. Y lo ha conseguido en Telegram, lejos del escrutinio público”.

En los últimos años, igual que con el impulso de Vox a través de Instagram, hemos podido contemplar cómo Internet se ha convertido en un lugar de radicalización de quienes hasta hace poco tenían que acudir a unos espacios físicos concretos para hacerlo. Mientras antes un joven se radicalizaba en la grada de un estadio de fútbol, hoy lo hace desde el móvil. “Tenemos citas a través de internet, realizamos nuestros trámites vía telemática. Expresamos el afecto que sentimos hacia las personas que más amamos dentro de espacios como WhatsApp. Los procesos de radicalización solo son el reflejo de un cambio a gran escala. El problema más evidente es que en esos espacios íntimos, donde es difícil instalar barreras regulatorias, se contribuye mucho más a la vulnerabilidad de la democracia, a la desinformación y la impunidad del acoso político”, añade Moreno.

Foto: El número 1 de se acabó la fiesta, alvise pérez, ejerce su derecho al voto en sevilla

De hecho, en sus maniobras fuera de este escondite, Alvise se ha enfrentado a la realidad de la justicia con varios expedientes condenatorios. Fue declarado culpable de intromisión del derecho al honor de la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por el mencionado caso del respirador. El juez le condenó a retirar los tuits, publicar la sentencia y a pagarle una indemnización de 5.000 euros. Durante la pandemia, también difundió en redes el resultado de una falsa PCR positiva de Covid, supuestamente del ministro de Sanidad en aquel momento, Salvador Illa. Y, tras admitir en un juicio que no había comprobado la veracidad de su publicación, fue condenado en 2022 a indemnizar con 60.000 euros al exministro José Luis Ábalos por subir a redes fotos sacadas sin su consentimiento en su domicilio, insinuando que este tenía problemas de salud mental.

Ahora, todo eso no importa porque tras los resultados de las elecciones quedaría aforado y protegido ante al menos dos causas penales por supuestamente difundir documentación judicial o falsificada. Cualquier acción judicial contra él tendría que obtener el suplicatorio favorable de la Eurocámara para prosperar, procesos que suelen durar muchos meses. Mientras unos llaman a eso huir de la justicia, él lo define en Telegram ante su legión como intentar evitar que los poderes fácticos acaben con su lucha contra la “mafia” política y mediática.

"Manuela Carmena recibió en su casa un respirador para evitar acudir a un hospital y hacer cola como el resto de españoles"; “Los extranjeros son responsables de casi el 70% de las violaciones”; “Se destinaron dos ambulancias UVI móviles a casa de Irene Montero y Pablo Iglesias” por el positivo en covid de la ministra; “El PSOE compra votos repartiendo comida en la calle”. Alvise Pérez ha agitado algunas de las teorías de la conspiración más recientes en España. Todas estas proclamas, aunque falsas, no le han impedido cosechar millones de seguidores en redes sociales. Una comunidad que le ha respaldado hasta el punto de abrirle paso al Parlamento Europeo. La irrupción de este movimiento ha tenido un catalizador de difusión muy claro: Telegram.

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