El 'slop' es la 'bazofIA' de internet: así puedes detectarlo

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Hay expertos que consideran que el desarrollo de la inteligencia artificial va a dar lugar a una especie de “cuarta revolución industrial”. Desde luego, en los últimos dos años esta tecnología ha experimentado un avance notable y ha empezado a utilizarse en casi todos los sectores. De hecho, se ha convertido en la prioridad, por no decir en la obsesión, de la mayoría de big techs a nivel mundial.

Sin embargo, aunque la IA tenga el potencial suficiente como para cambiar la vida de la humanidad a mejor, también hay quienes tratan de sacarle partido con fines ilícitos. De hecho, cada vez es más habitual encontrarnos con noticias de deepfakes circulando por las redes. Incluso es utilizada para perfeccionar la redacción de los correos electrónicos de phishing y para difundir bulos.

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En este sentido, un artículo de The New York Times explica un nuevo uso ilícito de la IA. Lo define como slop (“bazofia” o “bodrio”) y está relacionado con la creación indiscriminada de contenidos a través de esta tecnología. Textos que carecen de supervisión humana y que, por tanto, no poseen valor informativo alguno y son especialmente susceptibles de contener datos erróneos y hasta peligrosos.

Por ejemplo, The Guardian ha encontrado un libro electrónico a la venta en Amazon en el que se hacen recomendaciones potencialmente mortales a los lectores. También ha desvelado artículos en línea que, por ejemplo, ensalzan el "valor turístico" de los centros de distribución de alimentos para personas necesitadas en Ottawa, Canadá.

¿Qué hacer ante el 'slop'?

El único objetivo del slop es generar tráfico y monetizar el sitio web o el perfil en redes sociales en el que se publica el contenido escrito con IA. Habitualmente, a través de la publicidad. Según indica Simon Willison, programador y responsable de acuñar el término, hoy en día no existen demasiadas herramientas para detectar este tipo artículos. Sin embargo, cree que, con el paso del tiempo, se le podrá poner coto del mismo modo que al spam.

Por ello, invita a los usuarios a contrastar la información que están leyendo si existe la mínima sospecha de que haya sido generada con IA. Asimismo, cuenta que la única solución viable pasa por obligar al etiquetado de los contenidos producidos mediante esta tecnología para que los usuarios sepan la verdad. Un sistema que está tratando de poner en práctica Meta en Facebook e Instagram, aunque sin el éxito esperado.