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Decidí probar un sacaleches inteligente y tengo claro que vale cada euro que cuesta
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A tope con la LME

Decidí probar un sacaleches inteligente y tengo claro que vale cada euro que cuesta

La tecnología llega a utensilios que jamás imaginamos: como uno capaz de extraer leche para dar de comer a mi bebé mientras una app me aplaude por ello.

Foto: El sacaleches inteligente de Elvie. (Alexandra Guerrero/Drita)
El sacaleches inteligente de Elvie. (Alexandra Guerrero/Drita)

Una vez leí que la lactancia materna era el acto natural más complejo al que se podía enfrentar el ser humano: todas intuímos cómo se hace, pero se necesita cierto entrenamiento para lograr finalmente ejecutarla de manera exitosa. Asesoras de lactancia, grupos de apoyo, libros sobre el proceso… Estamos rodeados de (mucha) información relativa a esta opción de alimentación para nuestros bebés, demostrando con ello que empezarla no es en absoluto tan fácil como parece -al menos para muchas, claro.

Yo soy de las que lo pasaron canutas hasta lograr una lactancia materna exclusiva y exitosa, y entre los diferentes escollos que encontré por el camino, el tema de la extracción de leche fue uno de los más complicados. Y es que la simple imagen de estar conectada a una maquinita con cable, con una especie de embudo mientras que prácticamente no podía hacer nada, me parecía terrible, por lo incómoda y poco natural que me resultaba semejante estampa. Y ese ruido, ay, el ruido…

Por ello cuando me enteré que existían los sacaleches inteligentes y sin cables no lo dudé: la (mala) experiencia con la máquina de la tortura ya la tenía así que tampoco perdía nada por intentarlo. Y vaya si mereció la pena darle una oportunidad.

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Elvie Pump, el dispositivo que lo cambia todo

Cuando abrí por primera vez la caja de un sacaleches convencional, me senté en el sofá y procedí a la extracción, por mi cabeza solo pasaban dos preguntas: cuánto iba a tardar en llenar la botellita de marras y si de verdad a estas alturas de la película no existía una solución más cómoda para las mujeres. La respuesta a la primera cuestión no hizo más que empujarme a investigar con más ahínco la segunda, convencida de que tenía que existir otra forma de hacer esto de una manera más eficiente y sin sentirme atada a una máquina.

Pronto me crucé con Elvie. Esta startup fue fundada por Tania Boler y Alexander Assely con objetivo de crear una firma que mejore la vida de las mujeres apoyándose en tecnología inteligente. Menuda declaración de intenciones. Nació así primero Elvie Trainer, un dispositivo que se centraba en el cuidado del suelo pélvico de la mujer, para después dar paso a Elvie Pump, su famoso sacaleches sin cables e inteligente. Tras este dispositivo han venido otros, aunque sin duda ninguno tan potente como nuestro protagonista.

placeholder Todas las piezas del Elvie Pump. (Alexandra Guerrero/Drita)
Todas las piezas del Elvie Pump. (Alexandra Guerrero/Drita)

Y es que Pump me parece una idea redonda. El aparato en sí es bastante manejable en la mano y se compone de varias piezas, siendo el principal un cuerpo semiovalado con 5 botones: el de encendido; el que sirve para seleccionar de qué pecho estás extrayendo; el encargado de empezar o parar el proceso (un "play"/"pause" de toda la vida, vaya) y dos que regulan la intensidad. Luego tenemos el embudo, una membrana que sirve para conseguir un mejor ajuste y el recipiente de llenado, con su tapa y su válvula silicona. El plástico empleado es libre de BPA y apto para lavavajillas, aunque reconozco que yo siempre he preferido lavarlo a mano y esterilizarlo de tanto en tanto a la vieja usanza.

Todo se monta con rapidez pasmosa, en cuestión de segundos, y a veces (y solo a veces) la membrana puede no estar del todo bien colocada, pero en seguida te das cuenta y solo hay que recolocar bien y listo. No hay mayor problema.

placeholder Listo para empezar. (Alexandra Guerrero/Drita)
Listo para empezar. (Alexandra Guerrero/Drita)

Una vez todo armado, solo te queda colocarlo en el seno del que se quiere extraer leche, pulsar los botones correspondientes, cerrarte la copa del sujetador (es la que lo aguanta, claro) y la máquina empezará a realizar la succión, haciéndolo siempre en dos fases: una de estimulación y otra de extracción -que cuenta además con 7 ajustes de intensidad, para que lo pongas a tu gusto. A partir de ahí, tú ya puedes olvidarte prácticamente de que lo llevas puesto. Al no tener cables de ningún tipo y hacer bastante poco ruido, su uso es comodísimo, permitiéndote moverte con libertad y hacer bastantes cosas mientras extraes leche. Es cierto que no puedes realizar determinados gestos muy bruscos o tumbarse hacia atrás por completo o hacia delante -el líquido extraído puede derramarse-, pero más allá de eso, el rango de movimiento es muy amplio y sin duda una de las mayores ventajas que ofrece este aparato.

Para permitir esa función “manos libres”, el Pump hace uso de una batería con la que tendrás para unas dos horas de media -teniendo en cuenta que por lo general no se recomienda extraer más allá de 20 minutos de un mismo seno, tienes para unas cuentas sesiones. Una vez acabes, solo tienes que sacar la botella (de 150 ml de capacidad) y bien echar la leche en una bolsa de almacenaje específica para ello o directamente ponerle al recipiente un tapón y guardarlo, siguiendo, eso sí, las recomendaciones habituales de almacenamiento de leche materna en cuanto a días y temperaturas. Respecto al resto de accesorios, los lavas y listos para la siguiente sesión.

Su app, la guinda del pastel

Gozar de libertad de movimiento es sin lugar a dudas mi función favorita, pero no es la única. Resulta que este sacaleches además de cómodo de usar es inteligente, ya que cuenta con una app que registra las extracciones siempre que tengas tu smartphone en el rango de distancia adecuado para el aparato (la conexión es de tipo Bluetooth por lo que calcula que tendrás alcance de unos 10 metros a la redonda).

La interfaz es muy sencilla de manejar, está en español y tiene pocas opciones, así que no tienes pérdida. Desde tutoriales (con imágenes animadas) sobre cómo se utiliza, a recomendaciones y consejos (estos excepcionalmente están en inglés, pero no tienen tampoco mucha trascendencia), pasando por el paso a paso a seguir para estar segura de que utilizas el embudo correcto. Y es que senos hay de muchos tipos, por lo que Elvie ofrece tres tamaños diferentes, siendo el adecuado el que determinará una extracción más óptima y cómoda -yo tuve que cambiarlo, por ejemplo, y lo noté bastante.

placeholder La app Pump with Elvie. (Alexandra Guerrero/Drita)
La app Pump with Elvie. (Alexandra Guerrero/Drita)

También tendrás un registro de todas tus sesiones de extracción en las que se guarda desde la fecha y hora hasta la cantidad extraída con cada pecho (en caso de que te lo hayas puesto en los dos), así como la total. Esto puede parecerte una frikada, pero no deja de ser interesante para conocerse mejor y, por ejemplo, saber de cuál suele salir más -sí, siempre suele haber un seno que produce más que otro.

Cuando el Pump empieza el trabajo también visualizarás en tiempo real cómo va, comprobando el tiempo que llevas, la cantidad (suele acertar en la medida) y podrás establecer un temporizador tras el cual el extractor parará -lo hace automáticamente cuando detecta que la botella está llena. Igualmente desde la app puedes controlar la intensidad así como decidir el ritmo y patrón de extracción, la que la firma ha bautizado como SmartRhythm, con 4 modos diferentes según tus necesidades, que reciben los nombres de single (el que viene por defecto), multi, express y slow. Con ello, según la firma, puedes obtener una mejor producción teniendo en cuenta factores adicionales como un seno más sensible -en ese caso, el modo ideal es el "slow"- o uno con una secreción muy abundante -para ello el "express" es perfecto.

¿Te lo compras?

Sí y mil veces sí. Aunque debes tener antes algunas consideraciones en cuenta. Una tiene que ver con el tamaño de las botellas. Elvie trae 2 en la caja, de 150 ml cada una, lo que puede resultar escaso para mujeres con una producción muy alta.

Desgraciadamente, el aparato no permite acoplarle otro tipo de botellas más grandes -como en un sacaleches convencional, donde suele ponerse una botella de biberón-, de forma que podrías encontrarte que las llenas demasiado pronto y agobiarte con el proceso.

Dar con el embudo perfecto para ti también es clave. Si no es así, la succión no se realizará correctamente, por lo que importante (muy importante) que emplees el correcto (hay de 3 tamaños: 21 mm, 24 mm y 28 mm -estos dos últimos son los que vienen en la caja).

placeholder Los botones del sacaleches - Foto: Alexandra Guerrero (Drita)
Los botones del sacaleches - Foto: Alexandra Guerrero (Drita)

Llevo usando este dispositivo desde 2021, cuando nació mi primer hijo, y a día de hoy, con la segunda, sigue siendo indispensable para mí. El precio del Elvie Pump es alto (estamos hablando de 329 euros), lo sé, pero creo firmemente, y tal y como adelantaba al inicio, que vale cada euro que cuesta. La sensación de liberación que sentí el día que lo probé y la comodidad que me ha ofrecido en las innumerables veces que he tenido que extraerme bien que justifican su coste.

Si a pesar de lo expuesto, prefieres buscar alternativas, existen otras en el mercado que podrías considerar, aunque ninguna de ellas tiene app inteligente para sincronizarse, disfrutando solo de la función manos libres. Es el caso del modelo de HyAdierTech, de venta en Amazon, con una ridícula etiqueta de 39,99 euros. Dice tener 4 modos y 9 niveles de intensidad y una pantalla LCD, además de hacer poco ruido.

Opción asequible, no inteligente
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El de Kissbobo también es bastante popular y su precio es de 34,77 euros ahora mimso (está rebajado). Dispone de una pequeña pantalla monocromo LCD, ofrece 3 modos y 9 niveles de intensidad. Viene con dos embudos en la caja para que elijas el que mejor va contigo.

Barato, popular y no inteligente
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La única que le puede hacer frente en cuanto a su perfil "inteligente" es el Perifit Pump, con embudos de silicona suave (en 5 tamaños distintos), sin cables, con 2 modos, 8 niveles de succión y una app desde la cual poder registrar todas tus sesiones. Su precio es rompedor (especialmente ahora que tiene rebaja del 20%), quedándose en 119,20 euros.

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Una vez leí que la lactancia materna era el acto natural más complejo al que se podía enfrentar el ser humano: todas intuímos cómo se hace, pero se necesita cierto entrenamiento para lograr finalmente ejecutarla de manera exitosa. Asesoras de lactancia, grupos de apoyo, libros sobre el proceso… Estamos rodeados de (mucha) información relativa a esta opción de alimentación para nuestros bebés, demostrando con ello que empezarla no es en absoluto tan fácil como parece -al menos para muchas, claro.

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