La cara y la cruz espacial de China: por qué un cohete ha caído en una zona habitada

• La sonda china Chang'e 6 regresa a la Tierra con muestras de la cara oculta de la Luna
• La sonda china que ha aterrizado en el lado oculto de la Luna: esto es lo que ha descubierto

La sonda china Chang'e 6, que hace dos meses despegó de la Tierra con el propósito de aterrizar en la cara oculta de la Luna, regresó recientemente al planeta con las muestras extraídas del satélite. Así lo confirmó en un comunicado la Administración Nacional del Espacio de China (ANEC). Sin duda, uno de los mayores éxitos de la historia reciente del gigante asiático.

Sin embargo, no todo lo relacionado con la industria aeroespacial china es tan positivo como el regreso de la sonda Chang'e 6 con las muestras de la cara oculta de la Luna. La mejor prueba de ello está relacionada con el cohete CZ-2C de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), que despegó desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang el pasado 22 de junio con el objetivo de poner en órbita el satélite franco-chino SVOM. Un dispositivo destinado a detectar y estudiar explosiones cósmicas de rayos gamma.

A pesar del éxito inicial, minutos después del lanzamiento, la primera etapa del cohete se separó y comenzó un regreso descontrolado a la Tierra, impactando en una zona rural cercana al lugar de despegue. El vídeo que lo atestigua cosecha ya varios millones de visualizaciones en la red social X, antes conocida como Twitter.

En dicho vídeo se aprecia cómo los residentes locales huyen de una estela amarilla. Como ya se ha podido saber, ese humo fue provocado por el combustible del cohete (tetróxido de dinitrógeno), que destaca por su carácter tóxico y corrosivo. Además, también se desprendió dimetilhidrazina asimétrica, una sustancia química carcinógena y potencialmente dañina para los órganos.

Un grave problema de seguridad

De momento, no se han reportado lesiones ni daños materiales significativos, pero el evento ha subrayado los riesgos asociados con la caída descontrolada de cohetes en áreas pobladas. En este sentido, China ha sido criticada por su gestión de los lanzamientos de cohetes espaciales, los cuales suelen hacerse tierra adentro y cerca de localidades pobladas. Conviene recordar que la mayoría de países ubican sus instalaciones de lanzamiento cerca de la costa, como es el caso del utilizado por la NASA en Cabo Cañaveral, Florida.

El objetivo de esta estrategia es favorecer que los restos de los lanzamientos caigan en el océano y no pongan en riesgo a la población civil. En este sentido, China ha comenzado a implementar rejillas aerodinámicas a los cohetes para dirigirlos lejos de las ciudades y está considerando el uso de paracaídas. Además, el país está desarrollando nuevos propulsores que utilizarán queroseno e hidrógeno líquido, que son menos tóxicos que los actuales de tipo hipergólico.

Además, China se encuentra buscando nuevos lugares más próximos a la costa desde los que realizar este tipo de lanzamientos. El mejor ejemplo de ello lo ofrece la isla de Hainan. Esto se debe, fundamentalmente, a que el problema del cohete CZ-2C no es un caso aislado. Ya ha habido otras ocasiones en las que se han producido situaciones peligrosas para las poblaciones rurales próximas a las bases aeroespaciales.