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El peligro que corres al llevarte el móvil al gimnasio: esto es lo que nunca debes hacer
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Podría explotar

El peligro que corres al llevarte el móvil al gimnasio: esto es lo que nunca debes hacer

Un entrenador personal puso en riesgo a todos los usuarios de un centro deportivo. Eso sí, basta con visitar cualquier gimnasio para darse cuenta de que su imprudencia es muy habitual

Foto: Este entrenador personal vivió una situación muy peligrosa con su móvil en el gimnasio (X/PicturesFoIder)
Este entrenador personal vivió una situación muy peligrosa con su móvil en el gimnasio (X/PicturesFoIder)

Kyle Counts es un entrenador personal que, un día como otro cualquiera, se encontraba en el gimnasio levantando pesas. En un momento determinado, termina de realizar extensiones de tríceps con una mancuerna de 90 libras (aproximadamente, 40 kilogramos). El esfuerzo, que se refleja perfectamente en la expresión de su rostro, le lleva a soltar la pesa antes de que toque el suelo. Algo que no hubiese sido un problema, si no fuese porque había dejado allí su iPhone 15 Pro Max.

En el vídeo filmado por la cámara de seguridad del gimnasio, que roza los 14 millones de reproducciones en X (Twitter), puede apreciarse cómo la pantalla de su iPhone 15 Pro Max se hace añicos. La cara de frustración del hombre al verlo es evidente. Además, según ha confirmado en una entrevista al medio Newsflare, es la segunda vez que le pasa algo parecido. Lo que no le ocurrió en la anterior ocasión es lo que sucedió justo después.

El entrenador personal se levanta del banco y, de pronto, tira el teléfono al suelo. ¿El motivo? Empezó a soltar humo blanco y chispas: “al principio la pantalla seguía encendida y funcionando, pero de pronto se iluminó como una vela”. Tras esto, pensó que ese humo podía ser un peligro para el resto de usuarios, así que lo volvió a coger y se lo llevó a la calle.

Una vez en el exterior del gimnasio, “volví a tirarlo al suelo y empecé a darle patadas para sumergirlo en un charco cercano”. Sin embargo, “el agua empezó a hervir y, finalmente, el iPhone echó a arder de todos modos”. Sin duda, una acción con buena intención, pero bastante temeraria.

¿Por qué explotó el iPhone?

Para averiguarlo hay que entender cómo funcionan las baterías de iones de litio. Dicho de un modo sencillo, estas baterías almacenan energía y la liberan mediante reacciones electroquímicas. Para llevarlas a cabo, el elemento de hardware dispone de un cátodo y de un ánodo, así como de un separador y de un electrolito líquido.

Foto: Un Galaxy Note 7 incendiado durante una prueba en un laboratorio. (Foto: Reuters)

La mancuerna de 40 kg dañó todos estos elementos y, sobre todo, el separador, que es clave para evitar cortocircuitos. En cuestión de segundos, la temperatura de la batería se elevó exponencialmente debido a las reacciones exotérmicas adicionales provocadas por las burbujas de dióxido de carbono, oxígeno y otros gases que empezaron a formarse. El resultado fue la explosión del aparato.

Los motivos por los que Kyle Counts actuó mal

Como decíamos, el instinto llevó a Kyle Counts a actuar de forma temeraria. En primer lugar, porque el humo que salía de su iPhone 15 Pro Max era una señal inequívoca de que podía explotar en cualquier momento. Si lo hubiese hecho, habría sufrido graves quemaduras en las manos y en los brazos, como mínimo. La inhalación de esos gases también podría haberle provocado una intoxicación respiratoria.

Por su parte, aunque la cantidad de litio que posee la batería de un teléfono móvil no es muy grande, los expertos recomiendan no utilizar agua para sofocar el incendio. De hecho, de sus comentarios se desprende que el fuego se avivó al arrojarlo al charco que encontró en la calle. En su lugar, debería haber utilizado el extintor que seguro había en la sala. Conviene recordar que los de tipo ABC son los recomendados frente a incendios de aparatos electrónicos.

En este tipo de situaciones, también puede ser útil enterrar el teléfono con arena (por ejemplo, si estamos en la playa, hemos dejado el móvil al sol y ha empezado a sobrecalentarse). Lo que tampoco debemos hacer nunca es cubrirlo con mantas o prendas de ropa gruesa, puesto que acabarán ardiendo sin cumplir su objetivo.

Kyle Counts es un entrenador personal que, un día como otro cualquiera, se encontraba en el gimnasio levantando pesas. En un momento determinado, termina de realizar extensiones de tríceps con una mancuerna de 90 libras (aproximadamente, 40 kilogramos). El esfuerzo, que se refleja perfectamente en la expresión de su rostro, le lleva a soltar la pesa antes de que toque el suelo. Algo que no hubiese sido un problema, si no fuese porque había dejado allí su iPhone 15 Pro Max.

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