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Hay una nueva pelea entre EEUU y China por la tecnología que va a revolucionar las ciudades
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"¡Conduce mejor que un humano!"

Hay una nueva pelea entre EEUU y China por la tecnología que va a revolucionar las ciudades

Anhelados durante más de una década, los taxis sin conductor ya son una realidad en varias ciudades en EEUU y China. Igual que ocurre con los coches eléctricos y los procesadores, se abre una nueva batalla entre ambas potencias

Foto: Coches autónomos y eléctricos de Waymo, la unidad de Google. (Reuters)
Coches autónomos y eléctricos de Waymo, la unidad de Google. (Reuters)

"Pero, pero... ¿Dónde está el tío? Oh, dios mío. ¡Tengo miedo!". Dos ancianos de 81 años se suben por primera vez a un taxi autónomo. No pueden creer lo que ven. Cuando arranca y el volante se mueve solo, se quedan pasmados. Según avanza el trayecto por las carreteras de Phoenix (Arizona), se relajan y el pánico se transforma en absoluta fascinación. "¡Ha ido perfecto! Conduce mejor que todos los demás", dice uno de ellos hablando a la nada, sin saber muy bien a quién dirigirse o si alguien le escucha. El vídeo, que se hizo viral y acumula 35 millones de visualizaciones solo en TikTok, es el mejor ejemplo de algo que, ahora sí, empezaremos a ver cada vez más: taxis autónomos circulando por las ciudades. Con ellos, se viene una nueva batalla tecnológica y comercial entre EEUU y China por un negocio que, de funcionar, va a revolucionar las ciudades.

"La espera ha terminado". Con esta frase, la compañía Waymo, subsidiaria de Alphabet (Google), ha anunciado esta semana que sus taxis autónomos ya están disponibles para todo el mundo en San Francisco (población de casi 810.000 personas). Hasta este martes, subirse a uno no era sencillo, tenías que apuntarte a una eterna lista de espera. Ahora, solo tienes que descargarte la app, decir a dónde vas y pedirlo. Igual que usar FreeNow, Uber o Cabify, pero con taxis autónomos. El paso es la culminación de 15 años de inversión y desarrollo tecnológico (más de 8.000 millones de dólares, según la empresa). Muchos, entre ellos Elon Musk, predijeron que esta tecnología estaría disponible para todos desde hace tiempo, pero el reto ha resultado ser mucho más complejo de lo esperado. Este año, sin embargo, parece que estamos por fin ante un punto de inflexión.

"Waymo es ahora el ganador en el negocio de los robotaxis", explicaba recientemente a la revista Forbes Ross Gerber, CEO de un fondo de inversión en automoción. En el pasado se criticó a la compañía por ir mucho más lenta que sus rivales, pero su estrategia ha resultado ser más inteligente en el largo plazo. Su principal competidor en EEUU, Cruise, optó por una expansión más agresiva, con el lanzamiento comercial en 10 ciudades de EEUU, pero sufrió lo que todos temen en este sector: un grave accidente. Uno de sus vehículos atropelló y arrastró a una mujer más de seis metros. Por suerte, resultó ilesa, pero el regulador estadounidense le retiró la licencia para operar en todo el país. La compañía tuvo que despedir a un 25% de la plantilla, reemplazar a su CEO, Kyle Vogt, y cambiar por completo la estrategia.

Waymo, sin embargo, decidió tomárselo con calma justo para evitar este tipo de accidentes. De momento, está presente solo en 4 ciudades en EEUU, para todo el mundo, en San Francisco y Phoenix (desde 2020), y en Los Ángeles y Austin en pruebas. En total, cuenta con una flota de cerca de 700 Jaguar I-PACE eléctricos de gama alta. Ha tenido también accidentes serios. En el más reciente, uno de sus vehículos chocó contra un poste telefónico al intentar incorporarse a la carretera, lo que le obligó a retirar temporalmente toda su flota para realizar actualizaciones.

Foto: Meredith Whittaker. (TechCrunch/Flickr)

La gran diferencia es que no ha tenido ningún incidente grave como el de Cruise o, pero aún, el de Uber en el 2018, cuando uno de sus coches autónomos de prueba atropelló y mató a un peatón de 49 años. La investigación determinó que fue en realidad culpa del conductor de seguridad, que iba viendo una película en su móvil, pero Uber se vio forzado a abandonar de forma definitiva su proyecto de I+D de vehículos autónomos.

placeholder Los 'robotaxis' de la china Baidu. (Reuters)
Los 'robotaxis' de la china Baidu. (Reuters)

El nivel de seguridad que ha logrado Waymo es precisamente uno de los puntos fuertes de los que saca pecho la compañía. Calcula que sus vehículos han recorrido ya más de seis millones de kilómetros en San Francisco. De haberlo hecho con conductores humanos en coches normales, y teniendo en cuenta los datos oficiales de accidentes, asegura que su flota ha sufrido 17 accidentes menos (una reducción del 78%) y 12 accidentes menos con intervención policial (un 55% inferior). Miles de personas los han probado ya y muchos han publicado sus impresiones en vídeo. La conclusión es unánime: superado el pánico inicial de ver girar un volante sin conductor como por arte de magia, la sensación general es que la tecnología de Waymo, basada en una combinación de sensores LiDAR y software de IA, simplemente, funciona.

Ni Waymo ni ninguno de sus rivales llegarán pronto a España o al resto de Europa. Desde luego no en 2024, pero tal vez sí en 2025. Si eso ocurre será en parte gracias a que, por primera vez, los taxis autónomos han pasado de ser un asunto de pura ingeniería e I+D, a empezar a ser un negocio real. Según los datos de Waymo, la compañía ya está gestionando más de 50.000 viajes semanales en las cuatro ciudades en las que opera. Asumiendo un ingreso medio conservador de 15 dólares por carrera, eso supondría casi 40 millones al año de ingresos. La clave del negocio es escalarlo, en cuanto añades ciudades, las cifras se disparan exponencialmente.

China pisa el acelerador

La otra clave de este mercado está muy lejos de Silicon Valley, en la otra punta, en China. En la ciudad de Wuhan (11 millones de habitantes, zona cero de la pandemia del coronavirus en 2020), se está llevando a cabo el mayor experimento con taxis autónomos de todo el mundo. En total, Baidu, el Google chino, tiene ya 1.500 taxis sin conductor circulando por la ciudad y cobrando tarifas a clientes.

En un macro evento el pasado mayo, la compañía aseguró que la demanda se está disparando (casi la mitad de los viajes de su unidad Apollo ya son sin conductor) y, más importante, está reduciendo significativamente el coste de sus coches eléctricos autónomos: su nuevo modelo de 6ª generación costará unos 28.000 dólares, algo menos de la mitad que el modelo anterior.

placeholder Dos taxis sin conductor de Waymo en Phoenix, Arizona. (Reuters)
Dos taxis sin conductor de Waymo en Phoenix, Arizona. (Reuters)

En total, más de 16 ciudades en todo el país ya están realizando pruebas avanzadas con coches autónomos y casi 20 fabricantes compiten por crear el vehículo autónomo más avanzado y barato. Ningún otro país está siendo tan agresivo como China. La diferencia respecto a EEUU o Europa es que las autoridades chinas se están volcando en apoyar el sector. En lugar de retirar licencias en caso de accidente, como le ocurrió a Cruise, los reguladores locales llevan años concediéndolas. En lugar de airear los casos de accidentes y contribuir a la desconfianza de la opinión pública, la censura china está eliminando todos los comentarios en foros online en los que se pone en duda la seguridad de los vehículos, según varias investigaciones del NYT.

Solo hace falta darse una vuelta por algunos de los vídeos de pruebas (no censurados) de estos coches en Wuhan para darse cuenta de que la tecnología china aún no está al nivel de la que está desplegando Waymo en EEUU. Desde trayectos de 30 minutos que acaban durando 4 horas, a incidentes en los que el vehículo se detiene casi en seco en mitad de la autopista. La unidad de Google no está libre de fiascos, como este viaje-pesadilla de una periodista a la que el coche le dejó en repetidas ocasiones en el lugar equivocado.

Pese a las dudas en seguridad, lo que está ocurriendo en China con los taxis autónomos recuerda a lo que está pasando ahora con los vehículos eléctricos. Ninguneadas hace unos años, (Elon Musk se rio en 2011 del fabricante BYD, que a finales del 2023 le arrebató a Tesla el primer puesto mundial en ventas), las marcas chinas son ahora el gran temor de los fabricantes europeos y de EEUU. Tres de estas marcas, Li Auto, Xpeng y Nio, están invirtiendo de forma muy agresiva en tecnología que mezcla software (como el sistema de Tesla) con radares LiDAR (como Waymo) para crear sus propias plataformas de conducción autónoma.

Mientras EEUU y China se enzarzan en una nueva batalla comercial y tecnológica que recuerda a la de los coches eléctricos o los procesadores avanzados, en Europa miramos desde la barrera. Los fabricantes tradicionales de vehículos a este y al otro lado del charco intentan subirse a esta revolución, pero la diferencia tecnológica entre Waymo o Baidu y lo que han podido conseguir hasta ahora Ford, Volkswagen, Peugeot o Mercedes es abismal. Lo ocurrido con la alianza entre Ford y Volkswagen es paradigmático: hace dos años se vieron forzados a cancelar Argo AI, su proyecto conjunto de robotaxis. Ahora, hace unos meses, Volkswagen firmó un acuerdo con el fabricante de vehículos eléctricos chino XPeng para el desarrollo conjunto de tecnología. Si no puedes con el enemigo...

Igual que ocurre con Waymo en EEUU, en Europa hay algún reducto de esperanza en startups avanzadas como Wayve. Esta empresa, con sede en Reino Unido, levantó el pasado mayo una astronómica cifra de 1.000 millones de dólares de financiación, liderada por la japonesa Softbank (también participan Nvidia y Microsoft), para integrar su tecnología de conducción autónoma en la de múltiples fabricantes. Hasta Bill Gates los ha probado y dice estar maravillado. Está por ver si de ahí podrá nacer un auténtico líder europeo en coches autónomos, o si acabaremos perdiendo también este tren, como ya está ocurriendo con la IA.

"Pero, pero... ¿Dónde está el tío? Oh, dios mío. ¡Tengo miedo!". Dos ancianos de 81 años se suben por primera vez a un taxi autónomo. No pueden creer lo que ven. Cuando arranca y el volante se mueve solo, se quedan pasmados. Según avanza el trayecto por las carreteras de Phoenix (Arizona), se relajan y el pánico se transforma en absoluta fascinación. "¡Ha ido perfecto! Conduce mejor que todos los demás", dice uno de ellos hablando a la nada, sin saber muy bien a quién dirigirse o si alguien le escucha. El vídeo, que se hizo viral y acumula 35 millones de visualizaciones solo en TikTok, es el mejor ejemplo de algo que, ahora sí, empezaremos a ver cada vez más: taxis autónomos circulando por las ciudades. Con ellos, se viene una nueva batalla tecnológica y comercial entre EEUU y China por un negocio que, de funcionar, va a revolucionar las ciudades.

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