Jaque a la 'mafia del arte': así está resolviendo Italia los misteriosos casos de cuadros robados

El 24 de septiembre de 1993, un retablo desaparece de la iglesia de Santo Tomás de Aquino en Piedimonte Matese, un pequeño pueblo en región italiana de Campania, al sur del país. La obra, titulada La adoración de los pastores, mide dos metros de altura y ha sido realizada por el prestigioso pintor del tardobarroco, Nicola Maria Rossi. El 21 de noviembre de 2023, una casa de subastas de Florencia pone a la venta un pequeño cuadro con un marco negro y dorado que representa a un niño de mejillas rojas. Gracias a un sofisticado sistema informático que permite la identificación de obras de arte, la unidad de Tutela del Patrimonio Cultural de los Carabinieri italianos (TPC) descubre sin margen de error que ese lienzo es parte de la pintura robada treinta años antes.

Es uno de las decenas de casos exitosos en Italia, logrados gracias al empleo de una suerte de ojo "biónico", un dispositivo que usa formas básicas de inteligencia artificial. Su uso, aunque no pueda reemplazar las sofisticadas investigaciones de los Carabinieri, promete grandes avances en la lucha contra el tráfico ilegal de obras de arte.

El aumento del uso de Internet, del comercio fraudulento y de la exportación de bienes culturales sospechosos están obligando a crear tecnologías capaces de adaptarse y evolucionar constantemente. El objetivo: mejorar y agilizar los controles de los investigadores mediante sistemas de búsquedas automatizadas y algoritmos "inteligentes".

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La rapidez de intervención, un factor crucial

"A menudo lo difícil no es sólo rastrear las obras, sino sobre todo rastrear toda la cadena, desde los autores de los robos y las excavaciones clandestinas hasta los peristas y blanqueadores", afirma el general Francesco Gargaro, quien dirige los Carabinieri del TPC desde finales del año pasado.

La rapidez es un factor crucial, ya que el fantasma de la prescripción de los delitos siempre planea sobre las investigaciones. En Italia, "tenemos una reglamentación bastante estricta, pero desgraciadamente no es así en todas partes. Otros países tienen reglas distintas. Por eso, no todos los delitos que perseguimos también se persiguen fuera de nuestras fronteras", señala Gargaro. Los Carabinieri también desempeñan un papel fundamental en los procedimientos extrajudiciales, que a menudo son decisivos.

Las cifras atestiguan los buenos resultados conseguidos gracias a las actividades de los Carabinieri. Tan solo en 2023, se recuperaron más de 100.000 obras de arte, por un valor total estimado en algo menos de 265 millones de euros. Es el resultado de los éxitos de una unidad creada en 1969, antes incluso de las recomendaciones de la Unesco a todos los Estados miembros, y que ya ha devuelto más de tres millones de bienes culturales a sus legítimos propietarios (públicos y privados). Lo que ha permitido "curar muchas heridas que se habían abierto a lo largo de los años” en territorios donde se privaba a comunidades enteras “de piezas importantes de su identidad", como recuerda el ministro de Cultura (MiC), Gennaro Sangiuliano.

Inteligencia artificial junto con el rastreo web

En el principal congreso de seguridad del mundo celebrado recientemente en Dubai, los Carabinieri han recibido el premio Innovative Police Force Award por sus méritos en el desarrollo del proyecto Sistema de Detección de Obras de Arte Robadas (Swoads, por sus siglas en inglés). El proyecto contempla que el trabajo de los investigadores inicie con la recopilación de elementos potencialmente interesantes de la web, en las redes sociales, en la dark web e incluso en imágenes recogidas por operadores.

En esta fase, se aplica inteligencia artificial durante el llamado web scraping, para simular el comportamiento humano al navegar en páginas web o supervisar publicaciones en redes sociales. A continuación, la información se criba con herramientas basadas en el uso de la inteligencia artificial para llevar a cabo comparaciones automáticas de imágenes y la búsqueda avanzada de contenido textual y descriptivo, buscando correspondencias con el contenido de los activos de datos de referencia.

En tercer lugar, el sistema propone una lista de coincidencias positivas para validarlas o rechazarlas al final del proceso. Con ello se obtiene, por ejemplo, el análisis y reconocimiento de objetos tridimensionales mediante procesos de pseudoescaneado, o la "lectura" de vídeos para identificar bienes culturales dentro de fotogramas.

Sin embargo, el trabajo es interminable. Según una estimación realizada por estos agentes, en la actualidad hay 1,3 millones de obras de arte que circulan de forma no legal. Pero también los resultados de la estrategia italiana son claros. La fórmula del éxito del TPC reside en una mezcla de innovación (inevitable) y pericia sectorial, resume el comandante Gargaro. "Somos el único cuerpo policial que tiene competencia sobre el patrimonio cultural, lo que nos convierte en una suerte de un polo de gravitación de información y análisis del que se benefician también todos los demás. Además, estamos distribuidos de forma capilar por todo el territorio, con núcleos regionales". Un modelo que se reproducirá lo más ampliamente posible con la formación de nuevos funcionarios y agentes de países extranjeros bajo la égida del MiC.

Traducción por Irene Savio | Voxeurop