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Los 'smartphones' baratos son cada vez peores, pero me voy a hartar de recomendar este
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Los 'smartphones' baratos son cada vez peores, pero me voy a hartar de recomendar este

En un momento en el que se está echando el resto en la gama media y olvidándose de lo más barato, Nothing ha lanzado un terminal 'low cost' que en 2024 sí merece la pena. Lo analizamos, junto a sus nuevos auriculares y su reloj

Foto: Foto: EC Diseño.
Foto: EC Diseño.

Después de crear un móvil transparente lleno de luces LED, dar forma a un terminal que se salga de la monotonía y transmita la sensación de ser realmente único parece difícil. Hacerlo por cuarta vez, como quien dice, es simplemente un doble mortal con triple tirabuzón. Pues bien, esto es exactamente lo que ha conseguido Nothing. Esta compañía, fundada por Carl Pei, uno de los cofundadores de OnePlus, lanzó su marca blanca CMF, que hasta ahora se había limitado a sacar accesorios a la venta. El CMF Phone (1), el primer smartphone de esta marca, se ha convertido al instante en uno de los terminales más singulares del 2024.

Lo ha logrado gracias a un diseño modular que permite al usuario cambiar las cubiertas y personalizar la experiencia de uso. Pero también lo ha hecho con una relación calidad-precio impresionante, considerando que cuesta apenas 200 euros. Siempre que alguien me pregunta por un terminal tan barato, mi consejo suele ser que considere gastar un poco más.

Si no lo hacen, siempre hago recomendaciones con ciertas advertencias. Con este CMF Phone (1) no hay tantas advertencias ni peros. Hace mucho tiempo, quizá desde el Poco F1 de Xiaomi, que no me sentía tan seguro al recomendar un terminal de este tipo.

Muy por encima de su precio
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Si te convence su aspecto particular, creo que es una compra idónea para quienes manejan este presupuesto. Lo es por sus especificaciones, pero también por el software, que se ha convertido en uno de los signos de identidad de Nothing desde prácticamente su primer día.

He pasado tres semanas probando el CMF Phone (1) de Nothing. Tiene muchas cosas buenas y algunas no tanto, pero es una propuesta redonda en la gama baja, que está atiborrada de propuestas clónicas. No debería sorprender a nadie, pero el cuerpo de este terminal es de plástico, un material que desde hace años ha caído en desuso en favor del cristal templado.

placeholder Frontal del CMF Phone (1). (M. McLoughlin)
Frontal del CMF Phone (1). (M. McLoughlin)

Lo cierto es que este terminal de 6,67 pulgadas se siente robusto y tiene algunas ventajas, como un acabado que no atrae huellas. El terminal tiene puerto USB tipo C, un altavoz en la parte inferior, botones de aluminio (un material que también aplican en la zona del módulo de cámara) y poco más que destacar. Llaman la atención los cuatro tornillos en la espalda del teléfono y una especie de rueda en el extremo inferior derecho.

Aquí es donde está la magia del diseño del CMF Phone (1). Las carcasas son intercambiables (cuando compras una nueva incluye un destornillador específico, aunque se puede hacer con uno genérico del tamaño correcto) en unos pocos segundos. Las hay en verde y azul, que son de plástico; y la naranja, que es de piel sintética. La que viene por defecto en el móvil es negra.

La rueda sirve para añadir algunos elementos, como un caballete o un cordón para fijar al móvil. También han creado una cartera al estilo de las que Apple creó para MagSafe. Es una propuesta diferente e interesante. No vas a estar cambiando todos los días la cubierta del terminal, pero si se desgasta con el tiempo o te aburres, siempre puedes personalizarlo. Además, facilita un eventual cambio de batería si se degrada con el tiempo. ¿Quién quiere alargar tanto la vida de un teléfono barato? Les aseguro que muchos de los que se compran un terminal de estas características quieren exprimirlo hasta el último momento. Precisamente al desnudarlo, la pila es lo único que se puede ver claramente.

placeholder El CMF Phone al desnudo. (M. McLoughlin)
El CMF Phone al desnudo. (M. McLoughlin)

A los terminales de esta categoría, en lo que se refiere a los componentes y especificaciones, no hay que pedirles que sean los mejores. Lo que hay que exigirles es un buen desempeño y rendimiento en lo cotidiano. Que no se eche en falta nada o casi nada, aunque algún sacrificio habrá que hacer para mantener el precio bajo.

Bajo el capó, encontramos un Mediatek Dimensity 7300, un procesador de cuatro nanómetros que también se encuentra en terminales más avanzados. Han introducido un sistema de refrigeración para evitar que el teléfono se sobrecaliente, lo que puede traducirse en un descenso del rendimiento o una descarga rápida de la batería. Un acierto total, porque la temperatura, salvo en la configuración inicial, no ha sufrido incrementos notables.

Aunque la RAM empieza en 6 GB, en España solo se comercializan los modelos con 8 GB. El sistema cuenta con una aceleración de tareas que toma prestada capacidad de almacenamiento interno para ofrecer una RAM virtual de hasta 16 GB. En lo que respecta a la memoria, hay dos configuraciones, 128 y 256 GB. La buena noticia para algunos será que una de las ranuras de la dual SIM se puede utilizar para una microSD en caso de que se quiera ampliar el almacenamiento.

placeholder Uno de los accesorios del CMF Phone (1). (M. McLoughlin)
Uno de los accesorios del CMF Phone (1). (M. McLoughlin)

Estas características dependen de una batería de 5.000 mAh. Una capacidad que da de sobra para una jornada intensa, moviéndose siempre entre las 7 y las 8 horas de pantalla. Algunos días de la prueba he llegado a casa con más del 35 % de batería. La carga rápida es de 33 W y en unos 75-80 minutos pasa de cero a cien. En la caja, por cierto, solo viene incluido el cable.

placeholder La pantalla del CMF Phone. (M. McLoughlin)
La pantalla del CMF Phone. (M. McLoughlin)

El rendimiento y la autonomía son, en líneas generales, de lo mejor que se puede encontrar por este precio en el mercado. Está un paso por delante de sus competidores directos, en parte, por el cuidado del software.

La capa de Nothing, además de ser una de las que más posibilidades de personalización ofrece en cosas como los iconos o los widgets, es una de las que menos afecta al rendimiento del terminal, junto con la de los Pixel de Google. Lo mejor es la ausencia de apps de relleno, algo típico en Realme, Oppo o Xiaomi (principales competidores en este rango de precio).

Toda app que la compañía añade a sus dispositivos suma valor. La de la cámara, la del tiempo o la necesaria para gestionar sus auriculares y su reloj son algunas de ellas. También es propia la aplicación de grabadora que, por cierto, es una delicia estética.

placeholder Camara del CMF Phone (1). (M. McLoughlin)
Camara del CMF Phone (1). (M. McLoughlin)

La pantalla, como decíamos anteriormente, tiene una diagonal de 6,67 pulgadas. No es un panel que destaque, pero cumple la máxima de que no se eche en falta nada. Es una AMOLED que ofrece resolución Full HD+, 120 Hz de refresco de pantalla y hasta 2000 nits. Cuenta con función de always on display y lector de huellas, que funciona bastante bien para ser la categoría de producto que es.

Nothing no ha hecho todavía un móvil que tenga tres cámaras en la parte trasera. Quizá nunca lo haga o quizá lo veamos dentro de poco. Por eso, en este CMF Phone (1) ha optado por la misma fórmula: la de dos sensores en la cámara principal. Un sensor principal con 50 megapíxeles de resolución y una apertura de f/1.8. El segundo sensor no es un gran angular, sino un sensor de profundidad (una pieza cada vez menos utilizada), que sirve de apoyo para lograr el modo retrato sin depender exclusivamente del software.

placeholder Uno de los accesorios del Nothing Phone (1). (M. McLoughlin)
Uno de los accesorios del Nothing Phone (1). (M. McLoughlin)

La cámara, a pesar de sus limitaciones evidentes, puede dar buenos resultados. En modo foto, ofrece tomas equilibradas en condiciones de buena luz, tanto exterior como interior. El modo retrato puede darte buenos resultados, aunque puede no ser del todo preciso en el siluetado del sujeto. Con malas condiciones de luz o en fotografía nocturna, el rendimiento es el esperable para un terminal de 200 euros. En video, puede grabar hasta 4K a 30 frames por segundo, lo cual es adecuado.

Es probable que tengas que repetir varias veces la toma para conseguir un resultado que se acerque a lo que tienes en mente, especialmente en modo nocturno sin estabilización óptica. Sin embargo, no creo que alguien que reserve este presupuesto para un móvil espere tener algo mejor en fotografía nocturna.

La cámara selfi (de 16 megapíxeles de resolución) también ofrece resultados decentes. Es cierto que satura un poco los colores, pero los resultados son aceptables en buenas condiciones de luz.

Foto: Carl Pei, CEO y cofundador de Nothing, sujeta dos de las creaciones de la empresa. (M. McLoughlin)

El apartado fotográfico es probablemente el más mundano de este teléfono, pero los milagros hay que pedírselos a la Virgen de Lourdes, no a Carl Pei. En este móvil, el principal reproche puede ser la ausencia de NFC, una especificación que echarán de menos, especialmente aquellos que utilicen el pago móvil. La otra pega es que este dispositivo, que llega con Android 14, solo recibirá dos actualizaciones de sistema operativo. Los 7 años que empezó a promocionar Google con sus Pixel y que ahora Samsung ha seguido hace que todo el mundo tenga que implicarse algo más. Tres años, como ocurre con los parches de seguridad, sería algo más justo

Por lo demás, me parece una propuesta redonda si el aspecto te convence. Por 199 euros (el precio que tiene en Amazon al cierre de este artículo la versión base) poco rival existe a día de hoy.

Accesorios a la altura del CMF Phone

El CMF Phone (1) no ha llegado solo. Ha llegado de la mano de unos nuevos auriculares, el otro producto que más alegrías ha dado a Nothing, y un nuevo reloj, el CMF Watch Pro 2. Primero vamos a detenernos en los auriculares. Unos auriculares que toman el testigo de los CMF Buds Pro, que dejaron el listón bastante alto para tratarse de unos auriculares low cost.

Una de las sorpresas de estos auriculares asequibles (se pueden encontrar por apenas 60 euros) es el estuche. Se trata de una funda de buena calidad que cuenta con una especie de dial que sirve para controlar cosas como la reproducción, contestar una llamada, activar el asistente de voz, cambiar el modo de cancelación de ruido o controlar el volumen, sin necesidad de sacar el móvil. Comandos que se ejecutan pulsando este control o girándolo. Este estuche, unido a las baterías de los auriculares, puede ofrecer hasta 24 horas de autonomía con la cancelación de ruido activa, lo que es una marca más que destacable.

Pero lo que importa de unos auriculares suelen ser dos cosas principalmente: cómo suenan y cómo funcionan como manos libres. Empecemos por lo segundo. El resumen: bien. Cumplen, no tienes que gritar y no me he encontrado con ningún contacto que me haya dicho eso de que no se me oye bien o qué narices estoy haciendo con el móvil.

placeholder Los Buds Pro 2 junto al Watch Pro 2. (M. McLoughlin)
Los Buds Pro 2 junto al Watch Pro 2. (M. McLoughlin)

Entre los puntos destacables, los Buds Pro 2 de CMF soportan el códec LDAC de audio en alta calidad, pero para aprovecharlo necesitamos un dispositivo compatible. El sonido me sorprendió por su potencia y contundencia. Creo que es un audio que gustará a esos que les gustan los equipos de sonido que refuerzan los graves. Los de estos auriculares sorprenden sin activar en la aplicación de Nothing el modo de refuerzo de las frecuencias más bajas. Los medios y los agudos no deslumbran tanto en gran parte por ese empeño en las zonas graves, pero creo que es una reproducción bastante equilibrada. Si uno quiere ajustarlo, siempre puede tirar del ecualizador.

Una de las grandes mejoras de estos auriculares es la cancelación de ruido activa. Ciertamente está lejos de los auriculares más caros del mercado, pero lo cierto es que hacen un buen trabajo hasta el entorno de los 50 decibelios. Puede tamizar las voces de una oficina bulliciosa y hacer que desaparezcan si subimos el volumen de la música, y hace lo propio con los ruidos del tren o el avión que quedan muy disimulados. Diferente es el rendimiento con sonidos espontáneos, que sí se cuelan más a menudo. El otro atractivo que supuestamente tienen estos auriculares es el audio espacial.

Low cost, pero súper recomendables
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CMF Buds Pro 2
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Particularmente, no me ha parecido que la sensación de sonido envolvente sea muy exagerada. Consigue posicionar la fuente del audio en el plano espacial, como si viniese del frente, pero nada que ver con lo visto en auriculares mucho más caros. Pero… ¿se le puede pedir más a unos auriculares de 60 euros? Habrá otras alternativas, pero creo que los que compren estos CMF Buds Pro 2 pueden estar seguros de que van a hacer una buena inversión y van a tener un producto a la altura de lo que pagan.

Los auriculares y el reloj creo que son dos buenas propuestas por este precio

El nuevo reloj de CMF, el Watch 2 Pro, me ha causado sensaciones encontradas. Concretamente tres fases. La primera fue de interés, cuando vi los renders y cuando vi la caja antes de abrirlo. La segunda fue de escepticismo. En el primer vistazo me dio la sensación de que se le notaban mucho las costuras, que a simple vista se veía muy 'low cost'. Sin embargo, llegó la fase de aceptación según fueron pasando los días y me lo vi puesto. La forma redonda me parece un acierto total y han conseguido conjugar la estética clásica de un reloj de toda la vida con un punto de modernidad. La pantalla AMOLED de 1,32 pulgadas es la principal forma de controlarlo, aunque cuenta con una corona que sirve como apoyo a la navegación. Las correas, que cuentan con un sistema universal, no son lo único que se puede personalizar. La compañía también da la posibilidad de cambiar el bisel de este CMF Watch Pro 2.

placeholder El Watch Pro 2 y sus biseles intercambiables. (M. McLoughlin)
El Watch Pro 2 y sus biseles intercambiables. (M. McLoughlin)

Me ha sorprendido y mucho la experiencia con un dispositivo que ya se puede encontrar por apenas 70 euros. Ofrece hasta 100 esferas diferentes, algunas de ellas francamente logradas. Se nota que Nothing está poniendo mucho mimo en este punto también. La navegación y la personalización del sistema operativo hace que familiarizarse con el uso del reloj sea pan comido. Cuenta con GPS y hasta 120 modos de deporte, algunos de ellos con reconocimiento automático. Es capaz de medir el pulso cardíaco y el oxígeno en sangre. En lo de medir los latidos por minuto (comparándolo con el Apple Watch o el Pixel Watch) he encontrado algunas diferencias, especialmente cuando estaba entrenando. Pero hay que tener en cuenta que este no es un dispositivo médico y hay que tomarlo como referencia. Particularmente, a quien quiere hacer deporte de forma ocasional y llevar un registro o tener una idea de la intensidad de sus entrenamientos le será más que suficiente. Es compatible con las plataformas de salud de Apple y de Google, así como con Strava.

Simple, pero muy pintón
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CMF Watch 2 Pro
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