Casi nadie se compra un móvil como este por el precio. ZTE llega para ponerle al fin solución

Recuerdo perfectamente la sensación de fascinación que me produjo ver una pantalla flexible por primera vez. Era el año 2014 y me encontraba en el CES de Las Vegas. Por entonces la propuesta parecía cosa casi del futuro y hubo un tiempo en el que estaba convencida de que se quedaría en eso: una propuesta tecnológica que impresionaba mucho "en laboratorio", pero que jamás llegaría al usuario de a pie.

Pasaron los años y en 2019 una firma china llamada FlexiPei decidió presentar el primer teléfono plegable del mundo. Su propuesta estaba algo verde, pero era la única y empezaba a dar señales de que quizás yo me había equivocado con mis predicciones. La exclusividad le duró poco, ya que Samsung y Huawei no tardaron en hacer lo propio —ese mismo año, de hecho—, abriendo con ello un nuevo mercado que, contra todo pronóstico, continúa vivo a día de hoy.

Y es que podría decirse que los teléfonos plegables han dejado atrás la sospecha de ser una moda pasajera para encontrar un hueco en las estanterías, eso sí, a costes aún prohibitivos. Adquirir un terminal con una pantalla que se dobla por la mitad parece estar reservado a los bolsillos más pudientes, pero ZTE se ha propuesto eliminar esta asociación con su Nubia Flip 5G.

Con un coste notablemente inferior a lo que estamos acostumbrados, la firma pretende que todo aquel que quiera llevar un teléfono plegable en el bolsillo se lo pueda permitir, comercializando con ello un smartphone que aprieta las tuercas por todos lados para ofrecer la experiencia y que las cuentas cuadren. ¿Logra esta proeza ser efectiva?

Recortando para primar lo esencial

Decirte que este Nubia se siente igual que un teléfono de 1.500 euros (que es lo que suele ronda un alta gama plegable) sería mentirte descabelladamente y nada puede estar más lejos de mi intención. Cuando tienes este equipo en la mano por primera vez entiendes eso de que es un equipo "económico", especialmente si has tenido la oportunidad de tocar otros de su clase con anterioridad.

No me malinterpretes: su acabado mate, con chasis de aluminio, se siente bien, es atractivo a la vista y ofrece un tacto agradable, pero no destila quizás ese toque premium que tal vez estabas esperando. De todas formas, tampoco esto es una mala noticia, ya que, teniendo en cuenta su coste, esperar que se lleve el premio a "diseño del año" sería bastante iluso por nuestra parte.

Su peso es bastante correcto (209 gramos) y su formato tipo concha es ideal para que al cerrarlo nos quedemos con un dispositivo "diminuto" que cabe en cualquier bolsillo y que es tremendamente cómodo de transportar. Esa ha sido sin duda una de las mejores experiencias, la de sustituir mi gran iPhone 15 Plus por un teléfono que al cerrarlo ocupa literalmente la mitad.

El cierre es sólido y firme, logrando que no quede ningún hueco interior entre las dos partes y en cuanto a los laterales, tienen un buen grosor, siendo lugar de emplazamiento de los dos únicos botones físicos que trae: el de encendido (con sensor de huellas integrado) y el de control de volumen, de buena pulsación y recorrido en ambos casos.

En una de estas mitades se emplaza la segunda pantalla —estos teléfonos siempre tienen una exterior—, una OLED de 1,43" de buena visualización y que está muy bien integrada en una circunferencia que da también cobijo a los dos sensores fotográficos del dispositivo. El resultado estético es bastante limpio, aunque no puedo decir lo mismo sobre cómo acaba su cristal la gran mayoría de las veces, ya que es fácil que lo toques con el dedo cuando vas a cerrar el teléfono.

Vamos a uno de los puntos claves (y delicados) de todo plegable que se precie: su pantalla principal. Durante mucho tiempo los fabricantes han tenido que lidiar con el hecho de que era muy difícil disimular la zona de la bisagra, pero poco a poco han ido consiguiendo que prácticamente no se note que es un panel que se dobla por la mitad. No es el caso de este Nubia, lamentablemente. La zona de pliegue se nota perfectamente ya no solo al tacto, sino incluso a simple vista. ¿Es un problema en su uso práctico? En absoluto. ¿Quedaría mejor si no estuviera? Pues también.

Más allá de eso, su pantalla, una OLED de 6,9 pulgadas con resolución Full HD+ y tasa de refresco a 120 Hz, se comporta perfectamente. Su sensibilidad es buena y aunque sus ángulos de visión no son ideales, ofrece buenos colores y su comportamiento en exterior también está más que aprobado. Me hubiera gustado que sus marcos fueran más delgados —son más gruesos de lo que se estila hoy en día—, pero volvemos a lo de siempre: hay que recordar el precio que tiene y ponerlo en perspectiva.

Donde merece un mayor tirón de orejas el Nubia Flip es en su software. El teléfono viene con MyOS 13.5 basado en Android 13, una propuesta bien resuelta que, sin embargo, desaprovecha por completo las posibilidades de trabajar en un teléfono plegable. No encontrarás así prestaciones especiales por su condición más allá de poder personalizar su pantalla exterior para que te muestre los pantallazos típicos: reproducción de música, el tiempo, la agenda, el cronómetro o la función cámara, entre otras. A todas estas funcionalidades se accede siempre con el teléfono cerrado y dado dos toques en el panel, lo que te dará paso a las diferentes opciones según vas deslizando con el dedo. En definitiva, no ofrece nada nuevo no visto hasta ahora y, sobre todo, se limitan a lo expuesto, sintiendo que se desaprovecha la particularidad del terminal.

En cuestión de rendimiento, el teléfono se desenvuelve bien, con soltura, y ejecuta sus tareas sin problemas según lo esperable para un gama media. Para ello hace uso de un procesador Snapdragon 7 Gen 1 que arroja resultados muy decentes, aunque, a veces, he notado que se calienta más de la cuenta sin tan siquiera estar realizando ninguna acción muy demandante. Nada escandaloso, pero reseñable.

Su batería, de 4.310 mAh, me ha sorprendido para bien, no porque regale una autonomía excelente (llega al final de día tras un uso intenso del equipo) sino porque la esperaba sinceramente peor dado que no llega ni a los 5,000 mAh, lo que me demuestra que hace una buena gestión de sus recursos y eso siempre es una buena noticia. Disfruta de una carga rápida de 33W y sí, viene con cargador en la caja.

Finalizo haciendo un breve repaso de su cámara y adelantándote que no es ni mucho menos su mejor cualidad. El título de "gama media" se lo toma al pie de la letra en este sentido, encontrándonos con un teléfono que hace fotos correctas, sin más, y según qué situación. Su sensor principal, de 50 MP (cuenta con otro de 2 MP), logra capturas satisfactorias con las condiciones de luz ideales, pero en cuento esta decae, cojea demasiado, perdiendo bastante el enfoque, lo que me ha llamado mucho la atención. Lo mismo ocurre al aplicar el zoom (esto pasa tanto de día como de noche), donde la definición decae más de lo deseado. En serio, si vas a comprar este teléfono, que no sea por su cámara.

Entonces qué, ¿te lo compras?

Los teléfonos plegables están ahora mismo en un punto en el que su precio es demasiado alto como para no considerarlos un 'caprichazo'. En ese sentido, es de alabar el esfuerzo que ha hecho ZTE por reducir costes e intentar acercarnos esta tecnología a todos. A fin de cuentas, por 599 euros tienes un tipo de teléfono que difícilmente puedes conseguir por debajo de las 4 cifras (salvo que tires de modelos de años anteriores, claro). Si lo que quieres por encima de todo es un teléfono que te devuelve la comodidad de antaño de llevar algo compacto en el bolsillo sin con ello renunciar a una pantalla grande, encontrarás en el Nubia Flip la solución, con un rendimiento decente y con una autonomía que te va a dejar satisfecho.

A cambio, eso sí, tendrás que hacer algunos sacrificios, especialmente en su cámara, que aprueba de manera muy justa, y su software, que no termina de sacarle el partido que debería a su condición. Te toca poner todo esto en la balanza.

Si ahora no piensas en otra cosa que doblar tu teléfono como un clínex, pero este ZTE no te termina de conquistar, existen alternativas que podrías considerar. Es el caso del Galaxy Z Flip4 de Samsung, de elegante y sólida construcción, 128 GB de almacenamiento y 8 GB de RAM, por 469,99 euros.

También tenemos el Motorola RAZR 40 5G que pfrece pantalla de 6,9 pulgadas, 256 GB de almacenamiento y 8 GB de RAM. Ahora mismo lo tienes con descuentazo (46%).

Ojo porque Blackview también tiene un plegable de coste "asequible". Su Hero 10, con 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento, viene con pantalla AMOLED de 6,9 pulgadas, procesador MediaTek y sistema fotográfico formado por un sensor de 108 MP y otro de 8 MP. No supera los 480 euros.

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