Quise mejorar el sonido de mi PC y esto es todo lo que he aprendido por el camino

Los más vetustos del lugar aún recordamos cuando los PC se vendían en un uniforme e infame color crema. A los lados de aquel bizcocho a medio cocinar nunca faltaban dos altavoces rectangulares tan ligeros que podías levantarlos con un dedo y cuyo sonido podía hacer llorar al niño Jesús. No importa que los recuerdes con nostalgia. Seamos realistas. Sonaban horrible.

Ha llovido mucho desde entonces, y ahora el sonido de las computadoras nos llega desde un sinfín de configuraciones diferentes. Los altavoces de antaño hoy se ocultan en el exiguo espacio de un portátil, o incluso tras algunos monitores. La calidad de estos altavoces integrados ha mejorado, pero sigue dejando mucho que desear por mucho que los fabricantes se empeñen en añadirle siglas rimbombantes. Si has llegado hasta aquí probablemente sea porque estés acariciando la idea de añadirle unos buenos altavoces a tu PC. La cuestión, por supuesto, es: ¿cuáles?. En los últimos años las barras de sonido no solo han expulsado a los altavoces 5.1 de los salones, sino que además amenazan con desplazar también a los altavoces tradicionales de PC. ¿Hasta qué punto es buena idea hacerse con uno de estos estilosos dispositivos? Vamos a verlo.

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Una ventaja y solo una

La razón por la que las barras de sonido han desplazado a los altavoces es la misma en salones y despachos: simplicidad. Son equipos más convenientes y su instalación es infinitamente más sencilla, tanto en cables como en configuración. Atrás quedaron los tiempos en los que había que tirar metros de cable por los rodapiés de detrás del sofá para hacer realidad el maldito sonido Dolby 7.1.

En el PC la cosa es parecida. Aún recuerdo el infierno que suponía repartir cinco pequeños altavoces más el subwoofer por los alrededores del escritorio, cada uno sujeto a su propio cable. Las barras de sonido para PC más sencillas vienen con un único cable USB-C para conectarlas al PC del que también reciben energía. Los modelos más potentes pueden venir con su propio cable de corriente, y a veces con un tercer cable que las conecta a su cajón de graves. Eso es todo. Fácil.

Siguiendo con la simplicidad, las barras de sonido modernas vienen equipadas de fábrica con conexiones y extras que las hacen muy versátiles. Prácticamente todas, por ejemplo, traen Bluetooth además de la conexión al PC por cable, lo que las convierte en un altavoz para el móvil con solo tocar un botón. Algunas además vienen con asistentes de voz integrados (Alexa o Google Home).

Y hasta aquí las ventajas de las barras de sonido para PC. Ya está. Eso es todo. Gracias por su atención. Ahora hablemos de sonido de verdad.

Sí, has leído bien, y lo he escrito con una barra de sonido delante de mis narices que no solo es excelente, sino que además es la que uso habitualmente en el PC. Lo que ocurre es que creo que hay que ser honesto con las bondades de estos dispositivos para ponerlas en su lugar correcto, y así poder decidir qué equipo es el que realmente se adapta a nuestras necesidades. Las barras de sonido tienen otras ventajas, sí, pero todas ellas van unidas a coletillas del tipo "pero", "siempre que la uses para esto" o "si no tienes ya esto otro". Siempre hay peros.

Hablemos, por ejemplo, de espacio. A menudo, por ejemplo, se ensalzan las barras de sonido por su capacidad para ahorrar espacio. Esto es bastante cierto en el salón, pero no tan aplicable a una mesa de escritorio. Por su propia forma, las barras deben ir justo delante del usuario. Esto significa que normalmente van debajo del monitor, y no todos los monitores tienen espacio, o patas que permitan albergar una barra cómodamente. La cosa llega hasta el punto de que algunos fabricantes como LG diseñan sus barras de sonido para que se adapten a las patas de sus propios monitores, como es el caso de la LG Ultragear GP9. En mi caso no tengo problema porque la pantalla que uso está sujeta a la pared mediante un soporte Vesa y queda flotando sobre la mesa, pero no es el caso típico ni el ideal para mucha gente.

Muchas barras de sonido como la mía tienen controles de sonido físicos, una pequeña pantalla para mostrar información básica, y una toma de auriculares que me viene fantástica para conectarlos porque mi CPU está bastante lejos. Nada de esto es una ventaja universal en el sentido de que ya hay controles de sonido en el propio sistema operativo y mandos a distancia (todas las buenas barras vienen con uno). Si lo que buscas es tener multitud de conexiones delante y un sistema de controles físicos para múltiples dispositivos probablemente a lo mejor lo que necesitas es una tarjeta de sonido externa como la Sound Blaster X5 de Creative o un DAC (un amplificador digital) como el Fiio K7, que además obrará maravillas con el sonido que salga de tu PC, sobre todo si es un portátil.

Sonido envolvente, pero no tanto

Hoy en día hay maravillas como la Sony HT-A5000 que ofrecen un sonido envolvente con solo una barra delante de nosotros, y dos altavoces inalámbricos opcionales que podemos poner donde nos venga en gana sin tener que tirar cables por todo el salón.

¿Cómo es posible que una barra logre hacer que escuchemos el sonido de un disparo a nuestra espalda o el zumbido de un helicóptero sobre nuestras cabezas? La respuesta corta es: haciendo rebotar el sonido en las paredes. Dicho así parece fácil, pero es una de esas tecnologías que son simples para el usuario, pero extremadamente complejas de llevar a cabo. La cosa comienza en los estudios de sonido, donde los ingenieros asignan una posición o trayectoria en el espacio a cada sonido de una película o videojuego. Más tarde, cuando compramos la barra de sonido para el televisor, generalmente pasamos por un proceso de configuración en el que esta barra usa sus altavoces internos para hacer rebotar las ondas de sonido en las paredes y así conocer el tamaño y forma de nuestro salón.

¿Y en el escritorio? Pues la cosa no es tan sencilla. Normalmente la barra queda delante de nosotros, pero a muy corta distancia, lo que hace imposible usar las paredes para crear ecos. Las buenas barras de sonido para PC llevan dentro altavoces apuntando en diferentes ángulos para tratar de emular al máximo el sonido posicional, pero nunca lo van a hacer tan bien como un buen juego de altavoces para PC, y subrayo lo de "buen". Los modelos básicos de dos altavoces y un cajón de graves raramente logran un sonido posicional convincente.

El año pasado Razer dio una triple voltereta con tirabuzón y presentó la Leviathan V2 Pro, una barra de sonido equipada con un sensor de infrarrojos que registra la posición de la cabeza del usuario en tiempo real. La barra tiene un sistema de IA que analiza estos datos para orientar el sonido de forma que siempre se perciba como envolvente. Es una idea innovadora, pero los altavoces de la Leviathan siguen estando delante de la cara del usuario, así que su efecto es limitado.

La cuestión de fondo es que pocos usuarios caen en la cuenta de que los contenidos que consumen deben estar específicamente diseñados para tener sonido envolvente, y eso es algo que se hace en el estudio de grabación. El sonido envolvente de la película piratona que te has descargado probablemente se perdió cuando el hacker ruso hizo el archivo. La música no suele grabarse con sonido envolvente. Ni siquiera la original. Esto sucede sencillamente porque uno no va a los conciertos para rodearse de violines o guitarras de dos mástiles. Todos esos instrumentos y sus intérpretes están delante de nosotros, en el escenario. Lo natural en esos casos es que percibamos la música desde algún punto delante de nosotros, asi que los ingenieros no se molestan en hacerla completamente envolvente porque el efecto sería bastante raro.

La posicionalidad del sonido también es un arma de doble filo. Las barras para PC están pensadas para simular sonido posicional en un punto a un metro o metro y medio delante de ella. Eso está muy bien cuando eres la persona delante del PC, pero no tanto si pretendes usar la barra para dar sonido a toda una habitación.

Solo hay una buena razón por la que puedas querer sonido envolvente para el PC, y esa razón son los videojuegos. Hay buenas barras para videojuegos, pero son caras y, al menos en mi opinión, no superan a los sistemas de sonido envolvente de alta gama con seis o siete altavoces (que son más caros, pero no mucho más).

La calidad de sonido no es universal

Si le preguntas a un audiófilo cuál es la mejor barra de sonido o los mejores altavoces para PC probablemente te conteste que ninguno. Si no aprovechas ese momento para cambiar de tema o dar media vuelta y huir despavorido, el audiófilo procederá a darte una turra de hora y media sobre la necesidad imperiosa de tener un buen amplificador de válvulas y conectores de oro con cable apantallado. Puede que no sobrevivas a la experiencia, y si lo haces no lo harás sin secuelas psicológicas. En el peor de los casos te contagiará su peculiar forma de licantropía y las noches de luna llena acabarás gastando cientos de euros en los cables de audio de una oscura tienda online alemana.

Chanzas aparte, lo peor es que los audiófilos tienen razón al menos en una cosa. Si lo que buscas es escuchar música con buena calidad es mejor que busques unos buenos altavoces para música y los conectes al PC con un buen amplificador de por medio. Incluso sin entrar en las complejidades de la alta fidelidad, unos buenos altavoces generales te van a dar mejor calidad de sonido musical que unos altavoces dedicados de PC o una barra de sonido para escritorio. La única excepción es que quieras que el sistema de sonido sea envolvente y esté específicamente diseñado para juegos.

Dicho de otro modo. Si simplemente quieres mejorar el sistema de sonido de tu PC para ver cine o escuchar música, y además cuentas con muy poco espacio en la mesa, una barra de sonido de en torno a 100 euros puede ser una solución decente. Si lo que buscas es también usarla para videojuegos, las mejores barras oscilan alrededor de los 300 euros. Sin embargo, si cuentas con espacio y paciencia para conectar un montón de cables, los sistemas de altavoces 5.1 para PC ofrecen una calidad muy superior, tanto para videojuegos como para llenar una habitación de música. Eso sí, son sistemas que rondan los 400 euros.

Si el PC del que hablamos es el corazón de todo el entretenimiento de la casa ya me iría a barras de sonido de más potencia como las que se usan para televisor, o mejor aún, de un sistema modular de altavoces no específicos para PC. Klipsh Audio, Bose o Sony tienen sistemas de este tipo que siempre salen más caros, pero que pueden mejorarse componente por componente a futuro. En eso me temo que los audiófilos también tienen razón, pero su solución no es barata ni sencilla de configurar, y hablar de ella requeriría de varios artículos.

La paradójica conclusión de todo esto es que el mejor dispositivo de audio que podemos conectar al PC probablemente sean unos buenos auriculares, o unos buenos auriculares para videojuegos si es ese el uso que vamos a darle al PC. Con todo, hay algunos modelos de buena calidad en los que podemos fijarnos si estamos buscando una barra de sonido o unos altavoces para que nuestro PC no siga sonando como los PC de los 90 después de 30 años.

Creative Stage SE

Vamos de menos a más. Pongamos que tienes un PC que suena un poco regulero y quieres que suene bien sin gastarte un dineral. En el mar de barras de sonido chinas de Amazon puedes aferrarte a Creative, que es una marca de rancio abolengo con buen curriculum en cuanto a calidad. La Stage SE cuesta solo 55 euros. Sus tres altavoces internos tienen 48W. Se conecta por USB o Bluetooth y viene hasta con cierto nivel de sonido envolvente y tecnologías para videoconferencia.

Creative Stage V2

Buenas conexiones y un sonido más que decente son los puntos fuertes de esta barra todoterreno para mejorar el audio de tu PC. No está específicamente diseñada para videojuegos, pero sus 160W son más que de sobra para atronar los oídos de un único usuario o llenar de sonido una habitación. Cuesta 89 euros. Si buscas algo más orientado a juegos por ese precio la mejor opción es la Razer Leviathan V2 X, por 99 euros.

Samsung HW-S60B

Decíamos arriba que las barras de sonido para televisor a menudo son mejores para música que las específicas para videojuegos. Si buscas una barra todoterreno, la HW-S60B teine el atractivo de un tamaño muy contenido que aún cabe bajo el monitor. Pese a ese tamaño, se las apaña para integrar radiadores de graves y subwofer dentro de la propia barra para un total de 200W. Se conecta por Bluetooth e integra asistentes de voz. Cueta 266 euros. Si tienes algo más de espacio a lo ancho, la Vizio Serie M todo en uno suena a gloria por 388 euros.

SoundBlaster Katana V2X

Mi elección personal en lo que a sonido para el PC se refiere. Esta pequeña pero potente barra de sonido es perfecta si necesitas múltiples modos de conexión (HDMI eArc, auxiliar, óptico, USB o Bluetooth) y controles al alcance de la mano. Ofrece sonido envolvente 5.1 (hasta cierto punto, como leíamos arriba) con un sistema de tres amplificadores y compatibilidad con SXFI, que es un sistema de sonido envolvente para auriculares. También tiene micrófonos para llamadas de voz e iluminación RGB que apagué hace dos años y nunca he vuelto a encender. Cuesta 300 euros.

Panasonic Soundslayer

La peculiariad de la Soundslayer es que lleva integrado el subwoofer en la propia barra, lo que hace esta bastante voluminosa. Aunque técnicamente es un sistema 2.1 de 80 vatios, emula sonido envolvente con certificación Dolby Atmos y DTS-X. Cuesta 325 euros.

Razer Leviathan V2 Pro

La barra que estás buscando si buscas un sonido posicional casi perfecto para videojuegos. Eso sí, a un precio que quita el hipo. Además del sistema de infrarrojos que sigue los movimientos de tu cabeza para un sonido óptimo, la Leviathan V2 Pro cuenta con certificación THX. Eso sí, sus 65 vatios no la hacen la más potente. Cuesta 469 euros.

Edifier G2000

Si eres de los clásicos o tu monitor tiene patas que dificultan poner una barra, un buen juego de altavoces puede hacer milagros con el sonido de tu PC. No esperes milagros de solo dos altavoces, pero los Edifier G2000 casi logran ese milagro con tres modos de sonido y una calidad de audio realmente buena. Descubrí casualmente esta marca en 2015 con unos altavoces autoamplificados y desde entonces la tengo en muy buena estima. Los G2000 cuestan 59 euros. Una buena alternativa son los Creative Pebble Pro 2.0, que cuestan 79 euros.

Audioengine A2+

Pongamos que quieres unos altavoces realmente buenos para PC pero el tema de sonido envolvente para videojuegos te da bastante igual. Entonces harías bien en chequear los Audioengine. Esta marca artesanal tejana hace algunos de los mejores altavoces de estantería que existen. Los A2+ tienen 60W autoamplificados mediante amplificadores analógicos de clase A y B, se conectan por RCA, USB o Bluetooth y tienen salida de subwoofer opcional por si la quieres más adelante. Cuestan 300 euros y suenan a gloria.

Logitech Z906

Los Z906 son lo mejor que Logitech tiene en altavoces de PC orientados a videojuegos. Conociendo la calidad de la compañía, eso ya es mucho decir. Se trata de un sistema de sonido envolvente 5.1 que cuenta con seis altavoces para un total de 500 vatios continuos de potencia con picos de 1.000, y certificación THX. Lo que más me gusta de los Z906 es la consola central que aglutina todas las conexiones y controles. Costaba 439 euros en origen, pero ahora puede comprarse por 301 euros.

Steelseries Arena 9

Los pesos pesados de la serie Arena son altavoces para instalar a cara de perro. No me gustan tanto como los Logitech porque carecen de la consola central, pero su calidad para sonido envolvente en videojuegos es algo a tener en cuenta. Cuestan 463 euros.

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