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Israel incorpora a su arsenal un 'dragón' nuclear que rediseña los pilares de la disuasión en Oriente Medio
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El submarino INS Drakon

Israel incorpora a su arsenal un 'dragón' nuclear que rediseña los pilares de la disuasión en Oriente Medio

Israel está a punto de hacer una incorporación clave a su arsenal con la que podría cambiar los pilares de la disuasión militar en Oriente Medio: el INS Drakon

Foto: Submarinos israelíes de maniobras en el Mediterráneo. (Reuters/Amir Cohen)
Submarinos israelíes de maniobras en el Mediterráneo. (Reuters/Amir Cohen)
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Israel está a punto de hacer una incorporación clave a su arsenal con la que podría rediseñar los pilares de la disuasión militar en Oriente Medio. Los astilleros alemanes TKMS están terminando la construcción del submarino INS Drakon, que pronto será entregado a la marina de guerra hebrea. Todavía se desconocen muchos detalles del que será el submarino más sofisticado del país, pero una de las principales novedades es su gigantesca vela que, previsiblemente, tendrá capacidad para lanzar misiles balísticos con cabezas de guerra nuclear.

La compañía Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS) comenzó la construcción de este ejemplar en 2017 en Kiel y, a principios de 2022, se iniciaron las pruebas de mar. Según las últimas informaciones, podría entrar en servicio en el segundo semestre de 2024 o a comienzos de 2025, convirtiéndose en el sexto ejemplar de la clase Dolphin que incorporará Israel a su flotilla de submarinos.

Los detalles técnicos son escuetos y manejados con secretismo. Ni el fabricante ni el cliente han confirmado las dimensiones. Se rumorea que será algo más largo que sus hermanos y que estará dotado con mayores capacidades, incluyendo un sistema de lanzamiento vertical. Si es así, la eslora superará los 69 m de la clase Dolphin-II, mientras que tendrá una manga de 6,8 m y un calado de 6,2 m (estas cotas no se deberían ver afectadas). Así, el desplazamiento será algo superior a las 2.400 toneladas en inmersión.

La dotación de los Dolphin-II está compuesta por 35 marinos y espacio para transportar 10 ‘pasajeros’, como equipos de operaciones especiales. Quizá, debido a estas nuevas capacidades, esta evolución podría embarcar a un mayor número de marinos.

Foto: Imagen: EC Diseño.
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Su propulsión es convencional, con tres motores diésel para alimentar las baterías que proporcionan energía al motor eléctrico para impulsar la hélice. Además, dispone de propulsión anaerobia mediante célula de combustible diseñada por Howaldtswerke-Deutsche Werft (HDW). Se cree que podría alcanzar 25 nudos en inmersión, una velocidad alta tratándose de un submarino convencional.

Su armamento se compone de 6 tubos lanzatorpedos (TLT) de 533 mm, cuatro tubos lanzatorpedos de gran tamaño, de 650 mm, y un posible lanzador vertical de misiles en la vela. Según el conocido analista HI Sutton, dicho lanzador incluiría dos celdas de gran tamaño o entre cuatro y ocho pequeñas. Tampoco sabemos nada oficial del precio. Los expertos calculan que los Type 212 básicos pueden rondar los 300-500 millones, por lo que este podría duplicar fácilmente ese presupuesto. Cabe recordar que las adquisiciones de material militar se ven afectadas por muchos y variados factores, desde el tamaño de las series a la personalización de los diseños o los vínculos diplomáticos/estratégicos.

Pionero submarino

El peso del proyecto y la cantidad de condicionales que lo rodean hacen que todas las miradas del ecosistema global de defensa estén pendientes de este submarino. Tanto es así que se ha reportado que el buque espía ruso OIS Sibiryakov, especializado en investigación subacuática, estuvo intentando recopilar información acústica (sonidos del submarino para su posterior análisis) de la nave. Al parecer, los rusos navegaron en el mar del Norte y el Skagerrak, emplazamientos donde el fabricante alemán suele llevar a cabo las pruebas de mar.

Israel es un país con una posición estratégica crítica, con amenazas de seguridad prácticamente por sus cuatro costados y un gran enemigo, la República Islámica de Irán, capaz de mover muchos hilos desde la distancia. Esto ha hecho que la nación hebrea disponga de unas de las Fuerzas Armadas mejor equipadas y entrenadas del mundo por tierra, mar y aire.

El país comenzó a operar en el frente submarino en los años 50 cuando, cuando adquirió dos submarinos de la clase S británica. En los 60, se hizo con otros tres de la clase T. Sin embargo, uno de ellos, el INS Dakar, se perdió durante su singladura hacia Israel (en 1999 se encontrarían sus restos a unos 3.000 m de profundidad). Un par de décadas más tarde, Israel compró tres de la clase Gal Type 540, diseñados en Alemania y construidos —por razones políticas— en el astillero británico de Vickers entre 1973 y 1977. Los Gal eran una variante del submarino costero de la clase Type 206A.

Foto: El Boeing E-4B Doomsday Plane. (USAF)

A finales de los 90, introdujo en servicio tres barcos de la clase Dolphin-I para sustituir a los ya anticuados Gal. Estos fueron construidos por la firma alemana Howaldtswerke-Deutsche Werft (HDW). Curiosamente, el país germano donó dos de los tres submarinos y compartió los costes del tercero con los israelíes. En 2006, se acordó la adquisición de otros dos submarinos clase Dolphin-II. Estos nuevos barcos, que disponen de propulsión anaerobia, entraron en servicio en 2014 y 2016, respectivamente.

Disuasión y poder en las profundidades

El arma submarina ha sido esencial para los conflictos que el país ha librado (y podría librar) con sus vecinos. Ya en 1968, durante la guerra de los Seis Días, empleó uno de los submarinos de la clase S para atacar, mediante el despliegue de fuerzas de operaciones especiales, el puerto de Alejandría. Además, los submarino israelíes fueron capaces de hacer frente a las fragatas egipcias con torpedos.

Desde su entrada en servicio, siempre se ha especulado con que los submarinos de la clase Dolphin tienen la capacidad para disparar misiles con cabeza nuclear. A diferencia de los anteriores, donde el lanzamiento se llevaría a cabo desde los tubos lanzatorpedos, en este nuevo submarino, los misiles irán alojados en el lanzador localizado en la vela. De esta manera, al no ser necesario dedicar tubos lanzatorpedos para disparar misiles, el submarino puede portar un mayor número de armas. Incluso, al no estar limitados por el diámetro ni longitud de los TLT, los misiles podrían ser más grandes.

Aunque es un secreto celosamente guardado, Israel dispone de una versión especial del misil de crucero Popeye Turbo (el Popeye original estuvo en servicio en EEUU como AGM-142 Have Nap). Se supone que su desarrollo comenzó después de la negativa de la Administración Clinton a vender misiles Tomahawk en los años 2000.

Foto: Primer prototipo del 'Ghost Shark'. (Australian Defence Force/Rodney Braithwaite)

El misil, que podría albergar una cabeza de hasta 200 kilotones, ofrecería un alcance de más de 1.500 km. Aunque la distancia entre las costas mediterráneas israelíes y Teherán ronda los 2.000 kilómetros, sí hay puntos de la república islámica que estarían en rango. Esta cifra se basa en un ensayo desarrollado en el océano Índico y que fue observado por la US Navy.

El pasado 26 de junio, Israel llevó a cabo un lanzamiento de prueba de un misil en el Mediterráneo. No se publicaron más detalles, pero a partir de la reserva de espacio aéreo se puede deducir que el vehículo aéreo recorrió unos 1.700-1.800 km. Probablemente, se trataba de un misil balístico, pues el avión de recopilación de telemetría de IAI -Boeing 737-4Q8 con matrícula 4X-AOO- se trasladó a la base aérea de Sigonella, quizá, para captar datos durante la última fase de vuelo.

El gran alcance del misil evita que las dotaciones de submarinos tengan que acercarse a las aguas iraníes. Este tipo de misión sería muy peligrosa y demandante, pues el espacio en los submarinos convencionales es mínimo y, por tanto, el espacio para víveres es reducido.

Reminiscencias de la Guerra Fría

La arquitectura de construcción del futuro INS Drakon recuerda a submarinos de antaño, como los Proyecto 629 de la clase Golf soviética, capaces de lanzar tres misiles R-21. Los chinos adquirieron los planos de este barco y construyeron el Type 031, sustituido hace unos años por el Type 032 de la clase Qing, a su vez derivado de la clase Type 039A. Este submarino sirve como plataforma de lanzamiento de pruebas de los misiles balísticos JL-2 y JL-3 para la marina de guerra del Ejército Popular de Liberación. A diferencia de los soviéticos, el Type 031 sí era capaz de lanzar los misiles en inmersión.

Por último, Corea del Norte mostró al mundo el pasado 6 de septiembre como se puede darle una ‘nueva vida’ a un casco con más de 50 años a sus espaldas. Este ‘nuevo’ barco, que no es más que un clase Romeo remodelado, fue bautizado como Héroe Kim Gun-ok y recibió la numeral 841. Sería capaz de llevar hasta 10 misiles con cabezas nucleares, cuatro de ellos de gran tamaño y seis de menor tamaño.

Israel se prepara para recibir un nuevo submarino de la clase Dolphin, esta vez con un poderoso sistema de lanzamiento vertical de misiles. Aunque no se ha confirmado si podrá portar misiles con cabeza nuclear, el hecho de que la posibilidad exista no deja de ser un claro mensaje contra sus enemigos en la región.

Israel está a punto de hacer una incorporación clave a su arsenal con la que podría rediseñar los pilares de la disuasión militar en Oriente Medio. Los astilleros alemanes TKMS están terminando la construcción del submarino INS Drakon, que pronto será entregado a la marina de guerra hebrea. Todavía se desconocen muchos detalles del que será el submarino más sofisticado del país, pero una de las principales novedades es su gigantesca vela que, previsiblemente, tendrá capacidad para lanzar misiles balísticos con cabezas de guerra nuclear.

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