Esta tele OLED me ha alucinado, pero he tenido que buscar un plan para no hipotecarme

Un año más LG renueva su gama de televisores OLED, y entre toda la familia, la gama G vuelve a llamar la atención con su completa lista de especificaciones. Esta nueva LG G4 vuelve a presentar un diseño muy delgado, pensada especialmente para colgarla en la pared y ofreciendo una integración total entre la pantalla y la pared de la habitación en la que se coloque.

Es uno de los modelos más lujosos, y también más inalcanzables en precio, pero tras probarla he llegado a la conclusión de que, a pesar de ser una de las mejores TV que puedes comprar este año, la experiencia OLED ya es fantástica en modelos de años anteriores y gamas más bajas.

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Carlos Zahumenszky

Si hasta ahora seguías esperando al momento perfecto para comprar una TV OLED, posiblemente la generación que llega sea la encargada de obligarte a tomar una decisión, y puede que no para que te decantes por esta última precisamente. La tecnología OLED ha alcanzado un nivel de calidad que supera las exigencias de muchos consumidores, y mientras los fabricantes siguen peleándose por ver quién consigue la pantalla más brillante, los modelos de años anteriores se transforman en gangas que no deben dejarse escapar.

Por esa razón, la nueva LG G4 es un portento visual que hay que tener muy en cuenta, pero si tu presupuesto es bastante más ajustado, espera a ver las propuestas que se pueden encontrar a día de hoy con precios muy interesantes.

La TV definitiva

A día de hoy es muy complicado que un consumidor medio pueda encontrar diferencias en calidad de imagen entre dos modelos de Smart TV de gama alta, especialmente si hablamos de modelos OLED. La tecnología ha alcanzado un nivel de excelencia que únicamente los más expertos son capaces de encontrar detalles en la colorimetría y tecnologías de procesado de imagen. Es ahí donde la balanza termina cediendo entre un modelo u otro, y por eso, cuando encendemos esta LG G4, cualquier persona que mire a la pantalla se quedará sorprendido con la calidad de imagen.

El panel OLED regala una explosión de color y contraste inmediata, sorprendiendo con aquellas imágenes muy oscuras. Este nuevo modelo ha perfeccionado algunos modos, incluyendo un suavizado cinemático que respeta en cierta manera la velocidad de fotogramas, pero al mismo tiempo suaviza el movimiento de la imagen. Este suavizado es el típico efecto que odian los puristas, pero LG ha intentado encontrar un punto medio para aprovechar las capacidades del panel sin fastidiar la experiencia.

Esta G4 sigue siendo una de las mejores opciones para aquellos que destinen gran parte del uso a juegos, ofreciendo señal 4K a 120 Hz para consolas como PS5 o Xbox Series X, y siendo capaz también de alcanzar los 144 Hz cuando conectamos un PC de gran calibre. Por si fuera poco, este año también se ha incluido la posibilidad de ajustar el color en el modo Juego. Por esa razón, las TVs de LG suelen ser una opción muy repetida entre gamers que buscan la mejor calidad de imagen, y es que las versiones de 42 pulgadas han sido objeto de deseo para muchos al tener un tamaño de pantalla que más o menos encaja en el escritorio de un jugador.

¿Qué diferencias hay con la generación anterior?

Todo producto tecnológico sufre la misma pregunta. ¿Merece la pena esta nueva versión frente a la generación anterior? Esto es algo especialmente importante en este modelo, ya que pese a contar con numerosas incorporaciones, la experiencia general no presentaría grandes cambios para la media de usuarios. Se han corregido aspectos como sombras, problemas de banding y el procesamiento de la imagen con el nuevo procesador Alpha 11, además de que la versión de webOS es la más actual con soporte para 5 años con 4 actualizaciones aseguradas. Los menús siguen basándose en webOS, que resulta muy cómodo de manejar con el puntero y con la aplicación oficial para el móvil. Sin embargo, sigue teniendo algunas ralentizaciones a la hora de explorar la tienda de aplicaciones e instalar nuevas apps. Es un aspecto que desmejora la calidad global del producto, y es que a pesar del nuevo procesador, los menús siguen teniendo hipo en algunas ocasiones.

La calidad de imagen es espectacular, pero sólo unos pocos saben valorar todos esos detalles. Y es que para ojo de muchos, una G4 frente a una G3 e incluso una C2 (dos generaciones pasadas) se verán prácticamente igual. Por esa razón, su elevado precio de 2.600 euros sólo estará justificado para los que entienden verdaderamente en la materia.

Algo que sí se nota especialmente es el sonido, ya que el fabricante ha introducido un nuevo sistema de altavoces compatible con Dolby Atmos que devuelve una sonoridad bastante a tener en cuenta. Eso sí, después de probar el sistema de sonido externo de LG compuesto por barra de sobremesa, altavoces traseros y subwoofer, no he vuelto a utilizar los altavoces integrados. La experiencia fue completamente de cine.

El OLED que la mayoría de mortales puede comprar

Si no tienes límite de presupuesto, la LG G4 de 65 pulgadas que he podido probar es sencillamente una de las mejores Smart TV que puedes comprar en estos momentos junto a la espectacular Sony A95L que también probé hace unas semanas. Ambos modelos llevan la imagen al máximo nivel, siendo la Sony ligeramente superior en lo que a fidelidad de color se refiere, aunque la conectividad y las opciones de HDR de LG son superiores.

Pero bajemos de los cielos y pisemos tierra firme. El mercado ya cuenta con modelos OLED espectaculares con precios más alcanzables, y a día de hoy la opción de apostar por la LG C3 (2023) puede ser una opción muy acertada. Con este modelo vamos a conseguir una calidad de imagen muy similar a la nueva G4. No es tan brillante (esa sería la G3) pero es imposible no enamorarse de esta televisión. Si no quieres demasiadas pulgadas, el modelo de 42 pulgadas se puede comprar por menos de 1.000 euros, aunque la mejor opción sería la de 55 pulgadas, que se puede conseguir actualmente por 1.199 euros (llegó a estar por 965 euros en Prime Day).

Buscando entre grandes pulgadas podemos encontrar esta Philips Ambilight 65OLED759, una pantalla de una diagonal enorme que se queda en los 1.595,84 euros. Este modelo es interesante porque incluye el sistema de iluminación ambiental Ambilight, y con el panel OLED disfrutamos de una imagen fantástica. Ver la TV con un sistema de iluminación trasera que imita el color de lo que vemos en pantalla es una experiencia muy recomendable.

Volviendo con LG (debes de tener en cuenta que es el principal fabricante de paneles OLED, de ahí su dominio en el mercado), puedes hacerte con un modelo de hace un par de años, el G2, con el que conseguir la gama Gallery (la que puede colgarse de la pared como un cuadro) en tamaño de 65 pulgadas por 1,484,99 euros. Es básicamente el OLED más grande que puedes comprar con el mejor precio más bajo posible, y encima su diseño es fantástico.

Otra propuesta muy interesante es la de Samsung. El fabricante confió en la tecnología de puntos cuánticos durante años, pero la demanda del mercado obligó al fabricante a tener opciones OLED en su catálogo. La 65S93C es un modelo de 65 pulgadas con una lista de características espectacular, y su sistema de altavoces integrados devuelve una calidad de sonido fantástica. Por 1.599,99 euros es una de las mejores opciones de 65 pulgadas que puedes comprar.

Viendo esos precios, la barrera del OLED ha bajado considerablemente, y aunque los nuevos modelos sorprendan con picos de brillo altísimos y nuevos procesados de imagen, optar por un modelo de hace un par de años sigue siendo una opción fantástica para poder disfrutar de un buen OLED en tu salón al mejor precio posible.

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