Me compré una cámara térmica para ir al bosque y ahora soy mi mejor fontanero

Cuando vivía en Alemania hacía mucho senderismo por sus preciosos bosques. En más de una ocasión, mis paseos se alargaron hasta el punto de que el atardecer me pilló caminando aún por alguna vereda lejos de la civilización. No es nada extraño teniendo en cuenta que, durante el invierno alemán, ya es de noche cerrada a las cuatro de la tarde. Un día, probando un móvil con cámara térmica pensé: -¡Hey! Esto debe ser súper util para cuando se me haga de noche en el bosque-.

Spoiler: no lo fue. Compré un móvil CAT con una de las mal llamadas cámaras térmicas (en realidad su nombre correcto es cámaras termográficas). Ahora sigo sin ver un pimiento en el bosque por la noche, pero me he convertido en un excelente ayudante de fontanería. Como nota al pie: si quieres iluminar tu camino por un bosque oscuro, lo mejor es una buena linterna. Sirva esta anécdota rigurosamente cierta para presentar nuestro tema de hoy, que no es otro que las cámaras térmicas o termográficas. En él trataré de explicar lo que he aprendido sobre esos artefactos para que no vayas por ahí como yo, pensando que la camarita infrarroja te va a convertir en el famoso depredador de la película homónima.

El ABC de las cámaras termográficas

Antes de comprar una cámara térmica es bueno preguntarte para qué la quieres exactamente. Suena a perogrullada, pero yo mismo no me hice esa pregunta a tiempo y pagué la novatada. La cosa con las cámaras térmicas es que no todas sirven para todo y sus características varían mucho en función precisamente del uso al que están orientadas.

Alcance

Comencemos, por ejemplo, por la distancia a la que funcionan. Salvo algunos modelos muy caros, las cámaras térmicas están dotadas de una óptica fija. En otras palabras, no disponen de zoom. Esa óptica se expresa en grados de ángulo de visión. Funciona igual que en las cámaras convencionales. Cuanto más pequeña es esa cifra en grados, más lejos ve la cámara, emulando lo que sería un objetivo telefoto. Las cámaras con un ángulo de visión muy alto están más pensadas para detectar temperaturas en objetos cercanos. Las cámaras para ver ciervos en el monte de noche suelen tener una óptica de entre 6 y 12 grados. Las cámaras térmicas para inspeccionar objetos muy cercanos rondan entre los 45 y 60 grados.

Resolución

Si ya has mirado cámaras térmicas probablemente hayas quedado espantado al ver la pobre resolución que tienen. Los sensores más comunes exhiben cifras irrisorias que van desde los 80×80 píxeles hasta 160×120, 382×288..

¿Por qué tan mala resolución? Pues porque las cámaras térmicas funcionan registrando la radiación infrarroja, y las longitudes de onda de este tipo de luz no visible para el ojo humano son amplísimas. A resultas de ello, el tamaño de pixel necesario para detectar estas longitudes de onda también es mucho mayor. Los píxeles de una cámara convencional de móvil miden alrededor de un micrómetro. Los de una cámara térmica superan ampliamente los 15 micrómetros cada uno. Por ello caben muchos menos píxeles en el mismo espacio de sensor.

Obviamente, es muy difícil distinguir cualquier cosa en una foto de 160x160 píxeles. Para paliar esto, algunos fabricantes recurren a algo llamado resolución hibrida, que no es otra cosa que añadir una cámara convencional a la ecuación. El dispsitivo muestra la imagen tomada con esa cámara convencional, que normalmente tiene una resolución más apañada como 1440 x 1080 píxeles, y lo colorea con las longitudes de onda obtenidas por la cámara térmica. No es una mala solución. Ayuda a entender lo que de otra manerta sería solo un amasijo de píxeles. Si ves una cámara térmica con una resolución altísima desconfía del dato. Probablemente se trate de una resolución híbrida, y el valor en píxeles de su sensor infrarrojo sea mucho menor. No es intrínsecamente malo, pero siempre es bueno poner en su lugar los cacareos del marketing.

Rango de temperaturas

La radiación infraroja se llama así porque está justo por debajo del ténue color rojo que observaríamos a simple vista en un objeto tan caliente que está al rojo vivo. Sin embargo, los sensores de las cámaras infrarrojas también captan objetos fríos. Esa sensibilidad se conoce como rango espectral, y varía de una cámara a otra. Los sensores más comunes en las cámaras para uso recreativo o profesional son dos: LWIR (infrarrojo lejano) y NIR (infrarrojo cercano). El primero tiene un rango de temperaturas que ronda entre los -50 grados Celsius y los 900 grados por enima de cero.

Los NIR, por su parte, están pensados para leer objetos a temperaturas muy elevadas ue oscilan entre los 450 y los 2.500 grados Celsius. Como ya sospecharás, son cámaras profesionales pensadas para inspeccionar cosas como motores o equipos industriales.

Sensibilidad

En cámaras térmicas, la sensibilidad es la capacidad de detectar una diferencia de temperaturas tan pequeña que apenas es distinguible del ruido de fondo. suele expresarse por las siglas inglesas NETD (Noise Equivalent Temperature Difference) y se expresa en miliKelvins. La sensibilidad determina lo bien que una cámara térmica mide pequeñas diferencias de temperatura. Esto es algo que normalmente solo unos pocos profesionales necesitan, por lo que no debería preocuparte mucho.

Enfoque

Lo que si es buena idea mirar en una cámara térmica es el enfoque. Las cámaras térmicas baratas no tienen ningún sistema de enfoque en absoluto, lo que se traduce en que es el usuario el que debe moverse para que la imagen se vea nítida. Un sistema de enfoque manual o automático hará tu vida mucho más facil.

Un detalle relacionado con esto es que los sensores infrarrojos son lentos en enfocar. Eso los hace poco viables para reconocer objetos en movimiento con la misma fluidez con la que lo haría un depredador en su película. Puedes usar una cámara térmica para determinar la ubicación de un animal en el bosque, pero te va a servir de poco si quieres seguirlo y se mueve rápido. la óptica reducida tampoco ayuda.

¿Para qué sirve una cámara térmica?

Comenzaré explicando para qué la uso yo, que es para inspeccionar las temperaturas del cabezal y de la cama en mis impresoras 3D. Una cama que reparte mal el calor puede ser causa de fallos en la impresión. Las cámaras térmicas son un accesorio de impresora 3D muy útil para hacerte una idea de cómo reparte de bien el calor cada impresora para tratar de ajustar ese calor por software o simplemente posicionar las piezas en las zonas que mejor calientan.

Es un uso extremadamente específico, lo sé, pero hay muchos otros, como saber qué partes de tu CPU se calientan más, y qué temperatura alcanzan exactamente. La mayor parte de personas que tienen una cámara térmica la usan para trabajos de bricolaje como detectar objetos a través de las paredes. Dicho de otra forma, la usan para detectar tuberías. Los sensores de estas cámaras son muy útiles para saber si un cable eléctrico se está calentando de más, o para conocer el trazado de una tubería de agua caliente. De la misma forma, si la tubería tiene filtraciones es posible detectarlas usando la cámara. De ahí a saber repararlas hay varios años de fontanería, pero por algo se empieza.

Una curiosidad relacionada con esto. Las cámaras infrarrojas detectan la radiación infrarroja que emana de los objetos, y que a su vez está relacionada con la temperatura del propio objeto. En el caso de la tubería, podemos "ver" esta porque el calor que emana se filtra por la pared y deja un halo en la superficie de esta. En otras palabras, podemos ver el calor de un objeto siempre y cuando no haya objetos que bloqueen la línea de visión. Bloquear esta radiación es igual de fácil que hacerlo con el espectro de luz visible. Una cámara térmica no verá un oso escondido detrás de un árbol (si el árbol es lo bastante grande), ni verá lo que hay debajo de la ropa de nadie. Olvídate de usar una cámara térmica con fines pervertidos. No va a funcionar. Tampoco funciona para inmortalizar pedos como ya comprobaron los Cazadores de Mitos en un programa de 2016.

Las cámaras térmicas tampoco son precisamente baratas. Por todo ello no soy muy fan de aconsejar hacerse con una con fines lúdicos. Si tienes un uso específico y práctico en lente sí que puede serte de gran utilidad. A continuación tienes algunos de los modelos que más destacan en 2024. Por suerte, el de las cámaras térmicas no es un mercado caliente precisamente. Sirva este chiste para explicar que son dispositivos que evolucionan con lentitud, y el que compres hoy te seguirá sirviendo por muchos años.

CAT S62 Pro

Probé el S62 Pro hace nade menos que 4 años, pero sigue estando vigente porque CAT Phones no ha sacado modelos nuevos con cámara térmica, y este sigue siendo una buena opción si lo que buscas no es un móvil, sino una cámara termográfica con muchos extras. En su interior lleva un sensor FLIR Lepton 3.5 de 160x120 píxeles y 57 grados que se combina con un sensor convencional para mostrar imágenes híbridas de 1440x1080. Su rango de temperaturas oscila entre los -20 y los 400 grados Celsius, más que suficiente para la mayor parte de usos. Si recomiendo el S62 Pro es porque, aunque como móvil está ya muy superado, el software de su cámara térmica es extremadamente útil y sencillo de manejar. Cuesta 485 euros.

Doogee V31GT 5G

Si buscas un móvil con camara térmica algo más actualizado, la mejor opción ahora mismo es el Doogee V31GT 5G, un Android 13 con pantalla IPS de 6,58 pulgadas a 120Hz, procesador de ocho núcleos Mediatek dimensity 1080 y 12/256GB de memoria. Su cámara térmica es una 256x192 píxeles con un rango de temperaturas de -15 a 550 grados Celsius. Doogee une este sensor a uno normal para alcanzar imagenes de hasta 24MP en visión nocturna. El software de cámara, sin embargo, no es tan sólido como el de CAT. Cuesta 570 euros.

FLIR One Edge Pro

Oficialmente presentado en 2023, el Edge Pro sigue siendo una de las mejores cámaras para usar con Smartphones. Se conecta a móviles iOS o Android por Bluetooth o wifi, y cuenta con un sensor híbrido de 640x480 en la parte visual y 160x120 en la termográfica. Detecta temperaturas entre -20 y 400 grados Celsius, y su batería dura en torno a las dos horas y media. Cuesta 549 euros.

FLIR One Gen 3

Si recomiendo cámaras FLIR es porque FLIR Teledyne es una de las compañías con más experiencia en el desarrollo de sensores termográficos y su software para móviles, FLIR One, es de lo mejorcito que se puede encontrar en usabilidad. Al comprar una One Gen 3 debes elegir si la quieres compatible solo con smartphones Android o con iOS. Quitando ese detalle, lleva un sensor de 150x120 píxeles con una sensibilidad de entre -10 y 50 grados. Cuesta 205 euros. El InfiRay P2 Pro es una alternativa similar, pero su sensor de 256x192 no permite imágenes híbridas. Cuesta 349 euros.

FLIR TG267

Las cámaras profesionales en formato "pistola" de FLIR cuestan en torno a 15.000 euros. Sin embargo, hay opciones asequibles que aún pueden resultar muy útiles en un entorno profesional que no requiera mediciones ultrapreciss a altísimas temperaturas. Nuestra elección en este caso es la FLIR TG267, que equipa un sensor de 160x120 mejorado por cámara convencional. Capta temperaturas desde -25 a 380 grados Celsius y es compatible con la app móvil del fabricante con la ventaja de un dispositivo independiente. Cuesta 399 euros. La Hikmicro E1L es una alternativa china con características muy similares y precio contenido, 299 euros

___________________

El Confidencial elabora estas reviews, comparativas y guías siguiendo un criterio estrictamente editorial. El equipo detrás de ¿Me Lo Compro? tiene en cuenta tendencias, actualidad del sector, interés de la audiencia, así como criterios de calidad y precio para la elección de los productos y servicios que analiza. Las muestras han sido facilitadas por las compañías de manera temporal, sin ningún tipo de contrapartida, compromiso de publicación o beneficio de cualquier otra naturaleza. El texto incluye una selección de botones/enlaces para comprar el producto al menor precio posible. El Confidencial puede generar ingresos por las ventas de estos productos, pero la inclusión de estos enlaces cumple una mera función de servicio al lector dentro de un contenido periodístico. El sistema de afiliación y la publicidad programática son las únicas vías de monetización de la sección ¿Me Lo Compro?, además de las suscripciones al periódico que generan estos contenidos. En ningún caso se publican contenidos o análisis patrocinados.