Si aprendes este lenguaje de programación podrías ganar hasta 100 euros la hora

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COBOL, acrónimo de Common Business-Oriented Language o, en español, "Lenguaje Común Orientado a los Negocios", es uno de los lenguajes de programación más antiguos del mundo. De hecho, nació en el año 1959 con el propósito de crear un sistema universal que pudiese ser utilizado por cualquier ordenador. La robustez y la fiabilidad que ofrece han sido las claves de su éxito.

Según el índice TIOBE, que mide la popularidad de los lenguajes de programación, COBOL sigue encontrándose entre los veinte más utilizados del mundo, junto a tecnologías mucho más modernas como Python y Java. Y es que, a pesar de sus más de 65 años de vida, para muchas entidades financieras, administraciones públicas y empresas sigue siendo indispensable.

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En este sentido, Donna Dillenberger, responsable de formación en COBOL de IBM, destaca que la antigüedad del lenguaje no disminuye su utilidad: "el hecho de que un lenguaje tenga más de 60 años no quiere decir que no sea bueno". Sin embargo, hoy en día apenas hay jóvenes que decidan aprender a utilizar este lenguaje de programación, lo que se está traduciendo en una notable escasez de mano de obra y, en consecuencia, en una mayor cotización de los profesionales que sí lo dominan.

Salarios extremadamente altos

El mejor ejemplo lo ofrece la empresa COBOL Cowboys. Fue fundada por Bill Hinshaw, un veterano programador septuagenario que supo ver la demanda de este tipo de profesionales. Actualmente, los miembros de su equipo de trabajo, que está formado principalmente por personas mayores de 50 años, cobran al menos 100 dólares la hora.

La escasez de profesionales y la imperiosa necesidad de mantener activos los sistemas operativos de bancos y organismos públicos están haciendo posible que se paguen estos salarios. Pero ¿por qué no invertir mejor en su sustitución por un lenguaje de programación más moderno? Hay una razón clave: tras décadas de uso, juega un papel crucial en muchas infraestructuras críticas, lo que hace que su reemplazo sea una tarea extraordinariamente costosa a nivel económico y de recursos humanos.

Esto ha hecho que muchas empresas prefieran optimizar y mantener sus sistemas actuales que migrar a nuevas tecnologías, aunque sea a costa de invertir más en mano de obra o de pagar de su propio bolsillo la formación en COBOL de sus empleados. Además, hacerlo podría comprometer la estabilidad y la seguridad de sus operaciones.