La mujer en la ciencia, peor que hace 10 años y "preocupada por partidos reaccionarios"

El papel de las científicas españolas ha dado un paso atrás en la última década atendiendo a la reducción de mujeres que cursan carreras STEM, acrónimo en inglés de 'Science, Technology, Engineering and Mathematics'. Tal es la conclusión a la que han llegado tres de las investigadoras más importantes del país durante un encuentro celebrado en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia para el que se dieron cita la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco; Susana Marcos, responsable del Laboratorio de Óptica Visual y Biofotónica del CSIC; y Clara Benedí, doctoranda de la Sociedad Española de Óptica.

[Radiografía de la científica: entre el techo de cristal y la falta de visibilidad]

A juicio de Blasco, el retroceso es "consecuencia de la expansión de estereotipos y sesgos" a través de las redes sociales, en tanto que "antes era más difícil que estas ideas llegaran a todas las niñas". No en vano, el techo de cristal en la ciencia surge desde muy pronto: las alumnas de seis años ya se ven incapaces de resolver problemas complejos. "Empiezan a asociar la inteligencia como una cualidad de los niños, y durante los estudios en el instituto es difícil encontrar referentes de mujeres científicas en los libros de texto, por lo que las alumnas no se ven a sí mismas como posibles científicas. Yo misma, en el momento de elegir carrera, no me consideraba lo suficientemente inteligente como para estudiar Físicas”, subraya Benedí.

El horizonte no es demasiado esperanzador para ellas. “Estoy especialmente preocupada por el surgimiento de partidos reaccionarios", lamenta la directora del CNIO, para quien el "fenotipo" de Trump y Bolsonaro en España se sustenta sobre la base de "ir contra las mujeres". Con ella coincide Marcos, quien propone un antídoto: "A los fenómenos populistas, que además son abiertamente declarados anticientíficos, hay que combatirlos con datos y rigor. No se trata de combatir a los hombres, sino de combatir el machismo".

La actitud crítica que caracteriza a las tres representantes convocadas por la Fundación Gadea Ciencia les impide aportar soluciones fáciles que, en cualquier caso, no pasan por adoptar patrones masculinos: “La visibilización del talento femenino y la promoción de la igualdad de oportunidades para todos” es el eje sobre el que deben girar las actuaciones de las administraciones públicas para que la mujer mejore su estatus en el ámbito científico, en opinión de la directora del Laboratorio de Óptica Visual y Biofotónica. “El acceso de más mujeres en puestos organizativos y de alta responsabilidad debería generar una cultura de fomento del valor de la contribución de la mujer en la ciencia, y dinámicas más avanzadas e igualitarias”, sentencia.

Asimismo, consideran necesaria la imposición de cuotas para garantizar las mismas oportunidades, pues “avanzar es más complicado para una mujer que para un hombre", de acuerdo a Benedí. "Que haya cuotas no significa que vayan a subir mujeres que no tienen méritos", aclara Blasco, que recuerda el "poder transformador" de la medida. "A largo plazo es algo positivo, nadie lo cuestiona ahora las listas paritarias en los partidos políticos porque es muy fácil habituarnos a lo que es justo". Comparte su opinión la científica del CSIC, que pone como ejemplo la designación de Rosa Menéndez como directora de la institución: "Desde su llegada hay muchas más mujeres al frente de centros científicos".