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La dudosa eficacia de los test covid antes de ver a la familia en Navidad: "Yo no arriesgaría"
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"¿Quién se va a hacer un test cada día?"

La dudosa eficacia de los test covid antes de ver a la familia en Navidad: "Yo no arriesgaría"

Ninguna de las pruebas disponibles garantiza un 100% de seguridad y los expertos temen que sirvan de coartada para relajar las medidas y dar una falsa seguridad en estas fechas

Foto: (Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

Las fechas navideñas se aproximan y tenemos que pensar cómo abordarlas. Mientras los políticos discuten sobre qué número de personas es aceptable, si hay que contar a los niños o no, si lo relevante son las unidades de convivencia o si hay que poner restricciones a la movilidad entre territorios, cada familia y cada persona se enfrentan a sus propias decisiones. ¿Hay que renunciar a las grandes reuniones o puedo salvar mi Navidad?

Una de las opciones que se plantean es la posibilidad de hacerse un test previo o incluso varias pruebas sucesivas para convivir con la familia durante algunos días, imitando la estrategia que en los últimos meses ha permitido mantener ciertas actividades en las que es inevitable el contacto, como es el caso de los deportistas de élite. ¿Es una buena opción? ¿Elimino riesgos? ¿Qué tipo de test me daría una mayor seguridad?

Foto: Personal sanitario realiza test de anticuerpos a los cientos de profesores y personal que trabaja en los centros de educación, en el IES Virgen de la Paloma. (EFE)

Los epidemiólogos no están muy contentos con la idea, porque un test solo te da "una foto", asegura Ignacio Rosell, especialista en medicina preventiva y salud pública que forma parte del grupo de asesores de la Junta de Castilla y León. "Cualquier prueba te dice si tienes la infección presente, es la imagen del momento", afirma en declaraciones a Teknautas, así que "como estrategia general, no me convence".

En su opinión, se pueden entender los test como "precauciones adicionales" en determinados espacios, pero utilizarlos para relajar medidas en nuestra vida normal sería contraproducente. "Puede ser razonable para entrar en un hospital o en un entorno de alto riesgo con personas vulnerables", como es el caso de los trabajadores de residencias, "pero hacértela para tener una Navidad más tranquila tiene una lectura muy peligrosa, genera una falsa tranquilidad, porque a los 10 minutos de hacerte el test puedes estar contagiado" por estar con una persona contagiada, en un ambiente cerrado con aerosoles que transportan el virus o por contacto directo con superficies (aunque esta última vía de contagio ya se ha comprobado que es excepcional, lo relevante es lo respiratorio, aclara el experto).

Y al margen de que cada prueba sea una simple foto, hay que analizar la sensibilidad (la capacidad para dar como positivos los casos en los que el virus está presente) y la especificidad (la capacidad para dar como negativos los casos sanos) que ofrece cada tipo de test. Sin duda, "la PCR es muy sensible y cada vez se hace mejor, pero también es posible que la toma de muestras no sea buena, lo que daría falsos negativos", advierte el experto.

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(Foto: Reuters)

El test de antígenos ofrece mucha menos sensibilidad. En teoría, es una buena opción para detectar casos durante la primera semana de síntomas, porque solo sale positivo cuando existe una alta carga viral. No obstante, "estamos viendo que los falsos negativos se producen en personas que tienen la enfermedad, pero que probablemente no son infectivos", reconoce Rosell. Es decir, que el test falla, pero al tener la persona poca carga viral no sería infectiva en ese momento. El problema es que si la infección es incipiente es posible que horas más tarde la carga viral aumente y ese individuo que ha dado negativo pueda contagiar.

Otra cuestión es que "la Comunidad de Madrid acertó en el uso de test de antígenos en Atención Primaria y otros estamos intentando copiarlo", pero el motivo es que "dan el resultado en 15 minutos y mucha gente no se aísla hasta que no le confirmas que es positivo". Así que es un acierto para sintomáticos. En cambio, "en los cribados masivos detectas gente y cortas algunas cadenas de transmisión, pero son muy pocos. Si haces la prueba a 5.000 personas y encuentras 20 positivos, ¿los otros 4.980 van a mantener las precauciones o se van a relajar? Una parte de ellos van a ir diciendo que han dado negativo y a cambiar su comportamiento. De cara a la Navidad esto me preocupa mucho", asegura.

Finalmente, un test serológico detecta anticuerpos en la sangre y, por tanto, sirve para saber si una persona ya ha pasado la enfermedad. No obstante, si los síntomas son muy recientes, los expertos consideran que lo ideal sería complementar esta prueba con una PCR para constatar que, efectivamente, ha superado la infección. Además, recuerdan que hay test serológicos rápidos que resultan muy poco fiables y también que, aunque parece que haber pasado el covid inmuniza al menos durante un tiempo prolongado, aún no se ha aclarado por completo la posibilidad de que una persona se pueda reinfectar.

Cómo se ve desde una clínica

El inmunólogo y biólogo molecular Miguel Ángel Llamas, profesor asociado de la Universidad Complutense de Madrid, es CEO de Empireo, una empresa dedicada al diagnóstico molecular, y reconoce que desde hace tiempo reciben numerosas peticiones de particulares preguntando específicamente por la prueba de antígenos, pero hasta ahora se han resistido a hacer otra cosa que no sea PCR. "La prueba de antígenos no está indicada para personas asintomáticas. Si viene un señor y le sale positivo, no puede irse de vacaciones; y si le sale negativo, ¿con qué cara le digo yo que se vaya a visitar a la familia tranquilo? Lo siento mucho, pero no es así".

Sin embargo, la corriente a favor de las pruebas de antígenos es avasalladora: "El problema es que la Comunidad de Madrid está vendiendo a todas horas en la tele que hay que hacerse test de antígenos y, además, en farmacias", a pesar de la incertidumbre que suscita, en su opinión, que la toma de muestras no la haga personal sanitario entrenado para ello.

Una posibilidad que los expertos no descartan es que de aquí a Navidad pueda aparecer en el mercado algún nuevo test de autodiagnóstico como el que ha aprobado la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA) de la empresa Lucira: allí requiere receta médica y vale 50 dólares (42 euros) y, por la tecnología que emplea sería más parecido a una PCR, pero ofrece un resultado rápido, en 30 minutos, y se puede hacer en casa. ¿Llegará a España? "Depende de las agencias reguladoras, aquí ya hay un test de VIH que se vende en farmacias", comenta Llamas. Sin embargo, considera que sería "de cara a la galería" y que en realidad el problema es el mismo, la toma de muestras. "Yo no me iría a ver a mi familia con una prueba de esas", asegura.

Una PCR normal (24 h) cuesta unos 100 €, si es ultrarrápida (2 h) 160 €. Un test de antígenos puede rondar los 50 o 60 euros.

En cambio, sí se haría una PCR. "No te da un 100% de seguridad porque desde el momento en el que sales del laboratorio te puedes contagiar", reconoce, pero es la mejor opción disponible. "Si te vas a ir el día 24 a ver a tu familia y coges cita para hacerte una prueba el 22 o el 23, con pasar el día siguiente con cuidado de no salir a ningún sitio, tienes una seguridad bastante grande", apunta. Una PCR es tan sensible que a veces da el problema contrario: en pacientes ya curados, pero con restos del virus, les sigue dando positivo.

En su laboratorio, hacerse una PCR normal (el resultado tarda 24 horas) tiene un coste medio de 100 euros, mientras que la misma prueba ultrarrápida (dos horas) se realiza por 160. Si acaban por ceder a la demanda y comienzan a realizar pruebas de antígenos, saldrán por 50 o 60 euros, calcula. Al coste de los test —a una clínica privada que encarga unos cuantos miles le salen mucho más caros que a la administración, que encarga millones— hay que añadir el personal y el equipamiento.

Por qué no fiarse ni de una PCR

Otros expertos no se fían ni de la PCR. "Ahora mismo no hay ningún tipo de test que, si te da negativo, puedas tener la seguridad al 100% de que es negativo, así que todo depende del riesgo que quieras asumir", afirma María del Mar Tomás, investigadora del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC), microbióloga del Hospital Universitario de esta ciudad y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). "Yo no me arriesgaría", añade.

Aunque todas las pruebas tienen ventajas e inconvenientes, el resultado que ofrecen depende de otros factores más allá de la propia técnica, especialmente de cómo se realice la toma de la muestra nasofaríngea. Y todas, incluida la PCR, "tienen menor sensibilidad en el periodo de incubación". Es decir, que "puedes estar en un momento presintomático y no ser detectado".

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(Foto: Reuters)

En realidad, "los test disponibles en la actualidad, tanto los de biología molecular, como los de antígenos y los de anticuerpos, tienen como finalidad el diagnóstico clínico y, a veces, una orientación epidemiológica", pero no están pensados como método preventivo y, desde luego, "no se pueden utilizar como coartada para hacer una vida normal, porque no estamos en una situación normal".

Aunque aumentar la frecuencia de los test incrementaría las probabilidades de detección, "¿quién se va a hacer un test cada día?", se pregunta. Y aunque así fuera, "a las pocas horas puede haber aumentado la carga viral y puedes contagiar". Por lo tanto, la experta considera que es mejor concienciar de que "es mejor ser cautos, precavidos y responsables, para evitar contagios, muertes y una nueva ola en enero, en la medida de lo posible". En su opinión, "la cena también se puede hacer dentro de cuatro o cinco meses, ahora tenemos que tener en mente evitar contagios y muertes".

Las fechas navideñas se aproximan y tenemos que pensar cómo abordarlas. Mientras los políticos discuten sobre qué número de personas es aceptable, si hay que contar a los niños o no, si lo relevante son las unidades de convivencia o si hay que poner restricciones a la movilidad entre territorios, cada familia y cada persona se enfrentan a sus propias decisiones. ¿Hay que renunciar a las grandes reuniones o puedo salvar mi Navidad?

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