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Más allá de los datos: así ha cambiado el perfil de ingresados en la UCI por ómicron
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IMPACTO DE LA TERCERA DOSIS

Más allá de los datos: así ha cambiado el perfil de ingresados en la UCI por ómicron

El incremento de los casos graves se centra en pacientes no vacunados debido a la alta incidencia y al efecto protector de las terceras dosis

Foto: Foto: EFE/Quique García.
Foto: EFE/Quique García.

La sexta ola es diferente: un tsunami de positivos que solo se traducen en casos graves en una mínima parte. Sabemos que es gracias a las vacunas, pero también comprendemos que si la ola es demasiado grande, como ya está siendo, ese pequeño porcentaje acabará inundando los hospitales y causará muchas muertes. La pregunta es quién está en riesgo y para conocer la respuesta lo mejor es echar un vistazo a las unidades de cuidados intensivos. El perfil de los pacientes de las UCI ha ido variando con la pandemia y con las diferentes etapas del proceso de vacunación, que ha puesto a salvo a la mayoría de las personas vulnerables, pero que no ha eliminado por completo los casos graves porque aún hay mucha gente sin vacunar, con una vacunación defectuosa o con problemas de inmunodepresión.

Los cálculos de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) indican que cuatro de cada cinco ingresos en UCI corresponden a personas no vacunadas. Esta tendencia se ha agudizado a medida que la incidencia se incrementaba en el conjunto de la población y que aumentaba la administración de dosis de recuerdo. “La cifra ha ido evolucionando en picos, hace un par de meses aún teníamos bastantes pacientes vacunados, porque el efecto de la segunda dosis había caído. Llegaron a suponer en torno al 50%, pero a medida que se han ido completando las terceras dosis el porcentaje ha cambiado y ahora en torno a un 80% de nuestros pacientes son personas no vacunadas”, destaca el presidente de la Semicyuc, Álvaro Castellanos, en declaraciones a Teknautas.

Foto: Militares de inmunización comienzan a vacunar en hospitales valencianos. (EFE/Juan Carlos Cárdenas)

Entre el 20% de pacientes en cuidados intensivos que sí han recibido alguna dosis hay un amplio abanico de situaciones. Muchos no han completado la pauta de vacunación o han recibido una sola dosis de Janssen, que posteriormente se consideró insuficiente. Los pacientes que a pesar de tener la pauta completa acaban en UCI suelen ser inmunodeprimidos, personas con trasplantes o tratamientos biológicos inmunosupresores destinados a algún tipo de enfermedad crónica. Los casos críticos con tres dosis son anecdóticos. Otras comorbilidades que siguen siendo factores de riesgo antes y ahora son la obesidad, la diabetes y la hipertensión.

Los datos oficiales que va recopilando el Ministerio de Sanidad en sus informes solo llegan hasta el 26 de diciembre, pero apuntan en la misma dirección. Para los mayores de 80 años, la tasa semanal media de ingresos en la UCI por cada 100.000 personas vacunadas es de 0,28; mientras que se multiplica casi por 18 entre los no vacunados, llegando a 5,01. En el grupo de 60 a 79 años la diferencia es mayor 0,99 frente a 28,97: 29 veces más. De 30 a 59 años la diferencia también es significativa, aunque menor: 0,18 frente a 2,05; 11 veces más.

Por otra parte, la edad de quienes ocupan camas de UCI ha ido evolucionando lentamente a la baja. Ahora, la media ronda los 60 años, un dato que también tiene mucho que ver con las vacunas, puesto que la cobertura en las personas mayores es mucho más elevada que en edades más jóvenes. “La mayoría de los no vacunados tienen menos de 60 años. Ese es un factor importante. Aún hay tres millones de personas sin inmunizar en nuestro país y eso tiene implicaciones para esta sexta ola”, comenta Castellanos. El 89,1% de los mayores de 70 años ya se han puesto la dosis de recuerdo. El porcentaje es menor entre los 60 a 69 años (80,3%) y entre los de 50 a 59 (42,8%). Además, entre los vacunados con Janssen, solo un 64,6% se ha puesto el refuerzo. Los expertos consideran que a todos estos factores hay que añadir el hecho de que las personas mayores están teniendo menos contactos sociales.

placeholder Hospitalización por covid. (EFE)
Hospitalización por covid. (EFE)

Ómicron en las UCI

En cambio, los especialistas son mucho más cautos a la hora de sacar conclusiones sobre ómicron. Aunque la nueva variante ya domina los contagios en España (61,6% de los casos, según la secuenciación de muestras aleatorias de la semana del 20 al 26 de diciembre), en las hospitalizaciones se nota más tarde, especialmente en los cuidados intensivos. “La mayoría de los casos que tenemos siguen siendo delta, pero ya empezamos a ver ómicron y calculamos que en las dos próximas semanas acabará desplazando a delta”, comenta el presidente de la Semicyuc. Desde el principio, hay indicios de que podría ser más leve, pero es posible que la diferencia esté en el efecto de las vacunas y no en el virus: para saberlo habría que comparar un número amplio de casos en no vacunados. También se está observando que afecta más a las vías respiratorias superiores que a los pulmones, pero ya hay casos de neumonías graves que empiezan a llegar a las UCI.

“La indicación de ingreso en cuidados intensivos siempre por insuficiencia respiratoria agua grave y refractaria. Es posible que haya diferencias en la evolución, pero aún es pronto para saberlo”, comenta el experto. De hecho, “ya vimos que delta causaba neumonías más graves que alfa. Para saber si con ómicron hay cambios, tendremos que esperar al menos dos o tres semanas y analizar si se produce una recuperación más favorable”, destaca.

También se comprobará entonces si la mortalidad de esta sexta ola es similar o hay alguna variación. Según el registro nacional de covid de Semicyuc, no se han producido diferencias significativas en anteriores olas. Aunque el tratamiento de soporte vital se ha ido optimizando, la mayor gravedad de delta ha hecho que el balance sea muy parecido, con una mortalidad en torno al 25% en UCI. Si los datos se circunscriben al grupo que requiere ventilación mecánica, esa cifra alcanza el 30%. Por el momento, no hay datos fiables con respecto a esta sexta ola, así que habrá que esperar algunas semanas para conocer si la supuesta menor gravedad de ómicron se confirma en las unidades de cuidados intensivos. Por el momento, la duración de la estancia en UCI también se mantiene en cifras muy similares a otros periodos de la pandemia. La media son unas tres semanas y en los pacientes que requieren intubación y ventilación mecánica, que son la mayoría, alcanza las cuatro semanas.

Foto: Test de covid. (Reuters/Chalinee Thirasupa)

Sin avances en el tratamiento

Esta falta de avances se entiende porque los intensivistas cuentan, más o menos, con las mismas herramientas que al principio. Aunque España va a comprar cerca de 344.000 antivirales de la nueva pastilla contra el covid de Pfizer, según el anuncio que realizó este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este tratamiento está indicado para fases muy precoces del covid, con la aparición de los primeros síntomas, y con el objetivo de que los casos no evolucionen hacia formas más graves. Por lo tanto, poco podrán ayudar en las UCI. “Estos tratamientos van a tener un impacto significativo”, opina Castellanos, pero para los pacientes que ya hayan tenido que ser ingresados.

En cuidados intensivos apenas hay novedades terapéuticas. El único antiviral aprobado es un viejo conocido, el remdesivir por vía intravenosa. Por otra parte, se utilizan antiinflamatorios como dexametasona, tocilizumab y baricitinib; ya que los casos más críticos de covid se caracterizan por la inflamación generalizada. En cualquier caso, la clave sigue estando en las medidas de apoyo vital, ventilación mecánica protectora, cuidados de enfermería exhaustivos y, en los casos con peor pronóstico, oxigenación por membrana extracorpórea. “El 80% de los pacientes que ingresan en la UCI acaban intubados y con ventilación mecánica invasiva”, apunta Castellanos.

¿Camino de la saturación?

En cualquier caso, la sexta ola mantiene en tensión a las UCI y la situación va a empeorar a corto plazo. “El incremento del número de ingresos continúa, se duplica cada mes y, con los datos de incidencia, va a seguir creciendo al menos las dos próximas semanas. Muchas UCI ya rondan o superan el 30% de ocupación por pacientes UCI y esto es muy preocupante”, advierte el presidente de la Semicyuc. “La opinión general es que no vamos a llegar al colapso ni a las cifras del año pasado por estas fechas, pero en la mayoría de los casos alcanzaremos el 40% de ocupación”, señala.

Al igual que en cualquier otro sector, las bajas de sanitarios debido a los contagios por ómicron también son muy significativas, aunque por el momento, “no comprometen una atención segura a los pacientes, podemos asumir la carga de trabajo que nos está llegando”, asegura. No obstante, Castellanos recuerda que el trabajo de los intensivistas incluye seguir atendiendo a los pacientes no covid y que la fatiga pandémica también les afecta: “Lógicamente, hay mucho cansancio, pero tenemos clara cuál es nuestra responsabilidad y nuestro deber, seguimos trabajando con el compromiso de siempre”, afirma.

La sexta ola es diferente: un tsunami de positivos que solo se traducen en casos graves en una mínima parte. Sabemos que es gracias a las vacunas, pero también comprendemos que si la ola es demasiado grande, como ya está siendo, ese pequeño porcentaje acabará inundando los hospitales y causará muchas muertes. La pregunta es quién está en riesgo y para conocer la respuesta lo mejor es echar un vistazo a las unidades de cuidados intensivos. El perfil de los pacientes de las UCI ha ido variando con la pandemia y con las diferentes etapas del proceso de vacunación, que ha puesto a salvo a la mayoría de las personas vulnerables, pero que no ha eliminado por completo los casos graves porque aún hay mucha gente sin vacunar, con una vacunación defectuosa o con problemas de inmunodepresión.

Ministerio de Sanidad Pandemia Pfizer Trasplante
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