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Una 'pareja' histórica: quiénes son los dos leoneses seleccionados para ir al espacio
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JÓVENES BRILLANTES DE LEÓN

Una 'pareja' histórica: quiénes son los dos leoneses seleccionados para ir al espacio

Pablo Álvarez Fernández y Sara García Alonso son dos jóvenes de León, los primeros españoles seleccionados por la ESA como futuros nuevos astronautas

Foto: El ingeniero leonés Pablo Álvarez y la investigadora Sara García Alonso. (EFE/Rafael Cañas)
El ingeniero leonés Pablo Álvarez y la investigadora Sara García Alonso. (EFE/Rafael Cañas)

¿Qué tendrá León? Será la cecina, el frío o los paisajes de montaña. Tal vez solo sea casualidad, pero entre las 22.523 candidaturas que recibió la Agencia Espacial Europea (ESA) para convertirse en astronautas de su nueva promoción, han sido seleccionados dos españoles y los dos son leoneses. El ingeniero Pablo Álvarez Fernández tiene 34 años y se convertirá en la tercera persona nacida en España que viaja al espacio, tras Miguel López-Alegría (que tiene nacionalidad estadounidense y lo hizo con la NASA) y Pedro Duque. La biotecnóloga Sara García Alonso, de 33 años, queda como reserva. ¿Qué tienen de especial estos dos compatriotas? ¿Se convertirán en protagonistas del regreso de la humanidad a la Luna o de su llegada a Marte?

La elección es histórica. De hecho, Duque, astronauta antes que ministro, fue escogido hace ya 30 años, en la promoción de 1992, y desde entonces solo ha habido dos más. La última fue en 2009, cuando se seleccionaron los siete astronautas que ahora están en activo y que son de Dinamarca, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido. En esta ocasión, son cinco astronautas de carrera, 11 para la reserva y un astronauta con discapacidad. Para alcanzar este puesto "hay que ser gente muy especial", afirmó Josef Aschbacher, director general de la ESA, en la presentación de los elegidos.

Foto: Gary Stutte. (Cedida)

Y sí, dos de esas personas especiales, que eran niños muy pequeños cuando fue elegido Duque, son de la misma ciudad y fueron alumnos de la Universidad de León, que sacaba pecho en un comunicado. El triunfo de Pablo Álvarez y Sara García “demuestra tanto la calidad de la formación impartida en esta institución, como su proyección, que no tienen nada que envidiar a otras de trayectoria más larga”. Y como se trata de poner la vista en el futuro, en opinión de la institución académica, esta elección de la ESA “avala y refuerza la idoneidad de la ciudad de León como sede de la Agencia Espacial Española”.

Experto en el 'rover' de la ExoMars

En el caso de Pablo, que tiene todas las papeletas para formar parte de una próxima misión espacial, nació en 1988 y estudió el Grado de Ingeniería Aeronáutica. Después, abandonó su ciudad para trasladarse a Polonia, donde en 2011 realizó el máster en Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Politécnica de Varsovia. Esto le abrió las puertas para trabajar en el sector como ingeniero de estructuras de varios programas de aeronaves de Airbus en las sedes de esta compañía en varios países, como Francia y Reino Unido. Esa trayectoria le sirve para hablar de manera fluida inglés, francés y polaco. En España, ha trabajado en la sede de Airbus en Getafe desde hace casi tres años.

No obstante, gracias a su trabajo anterior a este, al nuevo astronauta de la ESA el espacio le debe resultar bastante familiar, puesto que ha trabajado como arquitecto mecánico del rover de la misión ExoMars, un proyecto de astrobiología destinado a la búsqueda de vida en Marte. Su labor pasaba por la integración de la unidad de calentadores por radioisótopos, además de ser el responsable de pruebas realizadas del vehículo en diferentes condiciones, como sistemas de sellado para prevenir la contaminación biológica del ExoMars Rover. Por desgracia, el trabajo que realizó entre 2017 y 2020 para este programa está en el aire por culpa de la guerra de Ucrania, ya que la agencia europea contaba con su homóloga rusa Roscosmos, pero las sanciones tras el inicio de las hostilidades hicieron que se descartara el lanzamiento, previsto inicialmente para finales de este año.

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Pablo Álvarez.

El leonés comenzará ahora a ver las misiones espaciales desde otro punto de vista, no como diseñador de los aparatos que se envían, sino como persona que puede viajar fuera de nuestro planeta. Para ello, le espera un entrenamiento que incluirá pasar test de ayuno extremo, frío, humedad o portar los pesados trajes de astronauta. Esa preparación comenzará en abril de 2023, primero en el Centro de Astronautas Europeos de Colonia (Alemania) y luego en otros lugares, y durará un año, a lo que habrá que sumar otro periodo indeterminado hasta engancharse a la primera misión.

“Mínimo, antes de volar son tres años, y eso si tengo suerte", explicó el propio Álvarez en sus primeras palabras tras hacerse pública su elección. "Es una carrera de fondo y las misiones son muy pocas”, advirtió como buen conocedor del panorama aeroespacial, así que no queda otra que "estar preparados para coger la oportunidad en cuanto surja". A la capacidad científica y técnica, demostrada ya dentro del ámbito espacial, no solo se le une la preparación física, ya que la agencia espacial valora también la capacidad de comunicar, que Pablo ya ha comenzado a demostrar. De hecho, los nuevos astronautas son auténticos embajadores de la ESA y de sus respectivos países.

Una oncóloga en el espacio

Más curioso es el caso de Sara García Alonso, que hasta el momento no tenía una vinculación tan directa con el sector espacial. También leonesa, nacida en 1989, ha sido seleccionada por la ESA en el grupo de reserva. Eso significa que no se incorporará inmediatamente como una astronauta de la plantilla, pero que podría participar en misiones en un futuro. Si lo hiciera, muchos se alegrarían por ella, pero lamentarían que la investigación contra el cáncer perdería una cabeza privilegiada. Ese es el sentir de Atanasio Pandiella, que fue el director de su tesis doctoral en el Centro de Investigación del Cáncer (CIC, centro mixto del CSIC y la Universidad de Salamanca). “Me daría un poco de pena, porque podría hacer una aportación muy importante en este campo, pero estoy seguro de que también las hará, esté donde esté”, afirma en declaraciones a Teknautas.

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Sara García Alonso.

Tras estudiar el grado y el máster de Biotecnología en la Universidad de León, se trasladó a Salamanca para trabajar en uno de los centros punteros de la investigación oncológica española. “Tiene dos cualidades importantes. La primera, que es una persona inteligente. La segunda, que es muy trabajadora. Podríamos pensar que hay mucha gente que reúne esas características, pero yo no lo creo, porque la primera se suele diluir sin trabajo. En su caso, estos dos factores hacen que sea única, una persona diferente”, asegura el científico que la guio durante cinco años.

En este periodo, “analizó cómo las células tumorales se vuelven resistentes a algunos fármacos que se utilizan en el tratamiento de cáncer de mama, especialmente, y en menor medida también en cáncer de ovario”, explica Pandiella. Su gran hallazgo estuvo relacionado con un mecanismo de resistencia a una nueva generación de fármacos antitumorales que se llaman anticuerpos conjugados a fármacos (suman el efecto antitumoral del anticuerpo y el de un fármaco). Ahí “dimos en el clavo”, afirma el investigador del CIC. Así que no es de extrañar que consiguiera, entre otros reconocimientos, el premio extraordinario de doctorado, que se reserva para las tesis más brillantes.

Foto: Una imagen de Marte tomada por la nave china Tianwen-1. (Reuters)

Su director de tesis destaca “el nivel de producción científica” de la posible nueva astronauta de la ESA, pero en 2019 tuvo que despedirse de ella, porque Sara García se trasladó al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) para unirse al laboratorio de uno de los oncólogos españoles más prestigiosos de la historia, Mariano Barbacid. Allí lidera un proyecto de oncología experimental relacionado con la medicina de precisión, orientado al descubrimiento de nuevos fármacos. De hecho, uno de sus trabajos más recientes, publicado en la revista Molecular Cell, ha desvelado la estructura de la proteína RAF1, un paso clave para crear terapias contra el cáncer de pulmón.

Con ese currículo, cualquiera podría pensar que no hace otra cosa más que trabajar, pero entre las aficiones de la leonesa está el submarinismo en aguas abiertas, el krav magá (lucha y defensa personal) y el paracaidismo. Más relacionada con su trabajo está su dedicación como voluntaria a la Asociación Española contra el Cáncer y su afición a la divulgación científica. “Busca el tiempo para hacer de todo”, confirma su antiguo jefe. “Siempre fue muy inquieta, era capaz de captar las ideas y mejorarlas, fue un placer y un privilegio trabajar con ella”, añade. Por eso, ni a él ni a otras personas de su entorno le sorprende su nuevo rumbo… ¿A las estrellas?

¿Qué tendrá León? Será la cecina, el frío o los paisajes de montaña. Tal vez solo sea casualidad, pero entre las 22.523 candidaturas que recibió la Agencia Espacial Europea (ESA) para convertirse en astronautas de su nueva promoción, han sido seleccionados dos españoles y los dos son leoneses. El ingeniero Pablo Álvarez Fernández tiene 34 años y se convertirá en la tercera persona nacida en España que viaja al espacio, tras Miguel López-Alegría (que tiene nacionalidad estadounidense y lo hizo con la NASA) y Pedro Duque. La biotecnóloga Sara García Alonso, de 33 años, queda como reserva. ¿Qué tienen de especial estos dos compatriotas? ¿Se convertirán en protagonistas del regreso de la humanidad a la Luna o de su llegada a Marte?

León Pedro Duque
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