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Hay una invasión de moscas en Asturias, y explica lo que hacemos mal en el campo
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FALTA BIODIVERSIDAD

Hay una invasión de moscas en Asturias, y explica lo que hacemos mal en el campo

Una plaga de la especie 'Musca autumnalis' causa alarma en el centro de Asturias, un problema que los biólogos relacionan con la ganadería intensiva

Foto: La especie 'Musca autumnalis'. (James Lindsey at Ecology of Commanster)
La especie 'Musca autumnalis'. (James Lindsey at Ecology of Commanster)

En pleno centro de Asturias, a mitad de camino entre Oviedo y Gijón, la pequeña localidad de Pruvia, en el concejo de Llanera, ha sido noticia por una inédita, intensa e insoportable invasión de moscas. La televisión pública asturiana recogía hace días algunos testimonios. "El fin de semana pasado, todos nuestros clientes sufrieron este acoso", lamentaba el dueño de un negocio de hostelería. "Además, de golpe, yo jamás vi tantas moscas", aseguraba otro, "es una plaga total, algo increíble". Por su parte, el presidente de la asociación de vecinos del pueblo reclamaba acción: "Queremos una solución a este tema, porque tiene pinta de convertirse en una plaga muy seria".

Cientos de insectos se acumulan en las viviendas, las oficinas, los comercios y los bares desde hace semanas. Tan solo la lluvia de los últimos días ha aliviado un poco la situación, pero todo el mundo se pregunta de dónde salen las moscas y qué pasará cuando el calor apriete un poco más en fechas próximas. Los biólogos tienen bastante claro lo que sucede: es un hecho puntual, pero todo un síntoma de las transformaciones que está sufriendo el campo y las inesperadas consecuencias que tienen.

La especie protagonista es Musca autumnalis, literalmente, la mosca de otoño. Con ese nombre, ¿por qué aparece de forma masiva en junio y causa tantas molestias? En realidad, "está presente donde hay vacas", explica a El Confidencial el zoólogo de la Universidad de Oviedo, Alfredo Fernández-Ojanguren. De hecho, estos animales "suelen tener moscas en la cara y mueven las orejas o la cabeza para espantarlas, porque les molestan". El insecto busca la humedad de los ojos y de la nariz del ganado bovino.

Una mosca unida al ganado

Sin embargo, no es esa la razón por la que está vinculada al ganado. Los excrementos de las vacas son el lugar ideal para que estas moscas depositen sus huevos, porque, tras eclosionar, las larvas se alimentan de la materia orgánica en descomposición y de los microorganismos que contienen las boñigas. Así crecen, se convierten en una pupa y de ella sale la mosca adulta. En concreto, se trata de un insecto muy parecido a la mosca doméstica o común (Musca domestica), la más abundante, pero de mayor tamaño.

placeholder Moscas en la cara de una vaca. (Narek Avetisyan /Narek75/ Wikipedia)
Moscas en la cara de una vaca. (Narek Avetisyan /Narek75/ Wikipedia)

La razón por la que se conoce como Musca autumnalis es que estos insectos suelen agruparse a finales de verano para buscar refugio (en sitios tranquilos y apartados, como cuevas, establos, buhardillas, casas abandonadas u oquedades) donde esconderse mientras hace frío. "No es que solo estén en otoño, pero son más conspicuas en esa estación, es cuando más se dejan ver en condiciones normales y cuando más llaman la atención", comenta el experto. En este caso, dada la época del año, no estaríamos ante esa preparación para la retirada invernal, sino más bien ante "una explosión demográfica" favorecida por determinadas condiciones. Algunas especies tienen una reproducción lenta, ponen pocos huevos una vez al año y cuidan de sus crías; mientras que otras "apuestan a comprar muchos billetes de lotería, es decir, a poner muchos huevos y reproducirse muy rápido", explica el biólogo. Entre las segundas está esta mosca.

Su ciclo es fugaz. Las hembras pueden poner huevos al principio de la primavera, las larvas se desarrollan sobre el estiércol y se convierten en adultos en unas pocas semanas, es decir, individuos listos para reproducirse de nuevo. Por lo tanto, cada año hay varias generaciones, con la peculiaridad de que, además, estas moscas son capaces de sobrevivir al invierno con forma de insecto (otras especies lo pasan como huevos o larvas). En definitiva, cada ejemplar puede llegar a vivir hasta más de un año.

placeholder Mosca de la especie 'Musca autumnalis'. (gailhampshire/Wikipedia)
Mosca de la especie 'Musca autumnalis'. (gailhampshire/Wikipedia)

Aunque suelen tener una gran mortalidad —entre otras cosas, porque sirven de alimento a aves, mamíferos y otros insectos— son más susceptibles de convertirse en plaga si se dan las condiciones adecuadas. Ocurre lo mismo con otras especies muy diferentes. Entre las más famosas están los topillos, que se reproducen continuamente, pero de una manera muy limitada hasta que, de repente, se produce una gran explosión poblacional. "Estas cosas pasan cerca de explotaciones ganaderas de forma relativamente frecuente", afirma el experto. Esta vez, la intensidad de este episodio unida a la cercanía con bares, empresas y casas ha provocado un gran revuelo. "Solo lo llamamos plaga cuando nos molesta", añade.

Cambiando la postal de Asturias

La cuestión es que, en el caso de Pruvia, los cambios que han tenido lugar en el entorno son muy importantes, con la instalación de "un cierto tipo de ganadería que antes no era frecuente aquí, en Asturias", pero que cada vez está más extendida. "La postal típica de Asturias es un pradito con unas vacas pastando", comenta Fernández-Ojanguren. Con un número pequeño de animales, la hierba se va regenerando, pero ahora hay explotaciones con una densidad muy alta de vacas. "A base de estiércol y de pisotear, la hierba acaba desapareciendo, así que parecen campos de fútbol de barro, pero llenos de excrementos", explica. El alimento ya no es el pasto del prado, sino fardos de hierba almacenada que les llevan al prado como si estuvieran en el establo.

placeholder Vaca pastando en Asturias, una típica imagen que tiende a desaparecer.
Vaca pastando en Asturias, una típica imagen que tiende a desaparecer.

En este lugar en concreto se ha producido este cambio. "Probablemente, antes había un tipo de ganadería más tradicional, pero en las últimas décadas habían crecido árboles y era una zona que se estaba renaturalizando, con matorrales y mucha diversidad de plantas y animales", destaca el zoólogo. Sin embargo, en estos últimos años, "parcela a parcela, han ido despejando todo el terreno, dejando solo espacio para las vacas". Ocurre en el concejo de Llanera "y en muchas otras zonas de Asturias", convertidas en una especie de "cuadra al aire libre", asegura el zoólogo.

La alta densidad del ganado provoca un desequilibrio ecológico que se manifiesta en problemas como el de la mosca. Cuando la diversidad un paisaje se reduce, casi siempre hay alguna especie que aprovecha las circunstancias para proliferar. "A veces la palabra biodiversidad se queda un poco hueca, no sabemos explicar por qué es buena, pero este es un gran ejemplo", afirma el investigador de la Universidad de Oviedo. "Un ecosistema bien conservado produce lo que llamamos servicios ecosistémicos: agua, aire, suelo fértil…", relata. En esa lista también está el control de plagas. "Esta especie de mosca ya estaba antes, pero no había explosiones demográficas, porque tenía depredadores y competidores. Un ecosistema complejo, con una biodiversidad elevada, evita estas situaciones", añade.

placeholder La mosca común es similar, pero más pequeña. (vishnu vijayan/Pixabay)
La mosca común es similar, pero más pequeña. (vishnu vijayan/Pixabay)

En ese sentido, la buena noticia sería que, desde hace décadas, Europa tiende hacia la renaturalización, una condición indispensable, según los expertos, para frenar la galopante pérdida de biodiversidad. "Cuando lees artículos e informes científicos, una de las cosas que está claro que debemos hacer es permitir la regeneración de los ecosistemas. En España está sucediendo de manera pasiva", comenta el zoólogo en referencia a la despoblación y el abandono de las zonas rurales, que deja paso a la vegetación. En poco tiempo hemos pasado de los prados tradicionales a los bosques, lo que tiene aspectos positivos y negativos para la gestión del territorio. Eso no impide que, puntualmente, la ganadería recupere terreno, como en el centro de Asturias, pero alejada de su versión tradicional, buscando una explotación más intensiva para que pueda ser rentable.

Muy difícil solución

A pesar de lo molesta que puede llegar a ser, lo cierto es que la especie Musca autumnalis no causa un gran daño: no pica, no muerde, no transmite enfermedades y tampoco es un problema para ningún tipo de cultivo. Las explosiones demográficas de otras especies pueden ser bastante más graves, pero, en este caso, es probable que las que más sufren a las moscas sean las propias vacas. No obstante, los negocios de la zona, especialmente los hosteleros, están padeciendo consecuencias económicas, porque sus establecimientos han dejado de ser sitios agradables.

Foto: Autographa gamma. (Antonio García)

Sin embargo, no hay soluciones fáciles. Al margen de las medidas particulares, en forma de repelentes, trampas o insecticidas, es complicado pensar en remedios duraderos a gran escala. Solo los vaivenes del tiempo (en particular, las precipitaciones que suelen abundar en Asturias), alivian por unos días la situación, pero la mosca reaparece enseguida, porque sigue teniendo un ambiente favorable. Incluso fumigar es un parche, porque el problema es de base. A largo plazo, "va a seguir así si no se atacan las causas", comenta el experto.

En su opinión, habría que replantearse la ganadería intensiva próxima a zonas pobladas. "Quizá podría controlarse la carga ganadera", opina, estableciendo un número de vacas máximo en relación con cierta superficie. Implementar ese tipo de normativas no sería fácil desde el punto de vista político, social y económico; pero la alternativa, según los biólogos, es asumir este tipo de problemas. Los "sistemas simples", incluyendo también los monocultivos, provocan la desaparición de depredadores y competidores de ciertas especies. En general, "en un ecosistema natural no hay explosiones demográficas de este tipo, porque ninguna especie domina sobre las demás, cada plaga de este tipo se debe a una simplificación del ecosistema".

En pleno centro de Asturias, a mitad de camino entre Oviedo y Gijón, la pequeña localidad de Pruvia, en el concejo de Llanera, ha sido noticia por una inédita, intensa e insoportable invasión de moscas. La televisión pública asturiana recogía hace días algunos testimonios. "El fin de semana pasado, todos nuestros clientes sufrieron este acoso", lamentaba el dueño de un negocio de hostelería. "Además, de golpe, yo jamás vi tantas moscas", aseguraba otro, "es una plaga total, algo increíble". Por su parte, el presidente de la asociación de vecinos del pueblo reclamaba acción: "Queremos una solución a este tema, porque tiene pinta de convertirse en una plaga muy seria".

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