Es noticia
El hallazgo que permite entender mejor por qué se desatan las migrañas (y cómo curarlas)
  1. Tecnología
  2. Ciencia
HACIA SOLUCIONES EFICACES

El hallazgo que permite entender mejor por qué se desatan las migrañas (y cómo curarlas)

Una investigación en ratones publicada en 'Science' explica el mecanismo que desencadena las migrañas con aurea, que provocan síntomas sensoriales y cuya causa era incomprensible

Foto: Paciente con migraña. (iStock)
Paciente con migraña. (iStock)

Más de cinco millones de personas sufren migraña en España, según los datos de la Sociedad Española de Neurología. Para muchas, se trata de un problema esporádico; pero millón y medio de pacientes la padecen de forma crónica, de manera que tienen dolor de cabeza la mitad de los días de su vida. Además, suele venir acompañado de toda una serie de síntomas, como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y al sonido o dificultad para la concentración. La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye este problema entre las enfermedades más discapacitantes.

Lo peor es que queda mucho por saber sobre las migrañas, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento. Según los expertos, el origen y los síntomas son bastante difíciles de explicar. En particular, las auras, síntomas que pueden ser visuales, con luces y destellos luminosos; o sensitivos, como la sensación de hormigueo y acorchamiento en algunas partes del cuerpo. También hay aura del lenguaje, en la que el paciente pierde la fluidez verbal o no encuentra las palabras. Aunque en los últimos años se han logrado algunos avances, como la localización de las áreas cerebrales que activan estos fenómenos y los neurotransmisores implicados, el desconocimiento de las causas sigue siendo un lastre.

Foto: Patricia Pozo-Rosich. (Imagen cedida)

Por eso, una investigación que acaba de publicar la revista científica Science puede resultar revolucionaria. Aunque el estudio se ha realizado en ratones, es la primera vez que se describe con precisión el mecanismo que desencadena la migraña y cómo puede afectar a los sentidos, provocando las auras. Los autores, liderados por la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y el Centro de Neuromedicina Traslacional de la Universidad de Rochester (ubicada en el Estado de Nueva York, EEUU) han encontrado conexiones inesperadas entre el cerebro y el sistema nervioso periférico durante estos episodios y aseguran que su hallazgo puede ser el primer paso para lograr tratamientos más eficaces, superando las posibilidades de algunos fármacos preventivos o analgésicos actuales, que solo alivian a algunos pacientes.

Estudios anteriores ya habían explicado que la causa del aura es un fenómeno llamado depresión cortical propagada, una despolarización temporal de las neuronas y otras células (cambian su potencial eléctrico). Está provocado por glutamato y potasio y se irradia como una onda a través del cerebro, reduciendo los niveles de oxígeno y alterando el flujo sanguíneo. Este evento se localiza en el centro de procesamiento visual de la corteza cerebral, de ahí los síntomas visuales que anuncian primero un dolor de cabeza inminente. Sin embargo, esas señales de la migraña se transmiten desde el cerebro al sistema nervioso periférico, que incluyen los nervios sensoriales, y, hasta ahora, era todo un misterio cómo se establecía esa conexión.

placeholder Migraña.
Migraña.

La brecha desconocida

En la Universidad de Rochester son expertos en la comprensión de los flujos de fluidos del cerebro y han constatado que, a medida que se propaga la onda de despolarización, las neuronas liberan una gran cantidad de proteínas inflamatorias y de otro tipo en el líquido cefalorraquídeo. En sus experimentos con los roedores, los investigadores vieron que este fluido transporta esas sustancias hasta el ganglio trigémino, un gran haz de nervios que descansa en la base del cráneo y suministra información sensorial a la cabeza y a la cara.

A nadie se le había ocurrido que esto fuera posible, ya que se suponía que el ganglio del trigémino, como el resto del sistema nervioso periférico, estaba claramente fuera de la barrera hematoencefálica, que controla estrictamente qué moléculas entran y salen del cerebro. Sin embargo, los investigadores daneses y estadounidenses han identificado una brecha desconocida en esta barrera que, al parecer, permite que el líquido cefalorraquídeo fluya directamente hacia el ganglio trigémino, exponiendo los nervios sensoriales al cóctel de proteínas liberadas por el cerebro.

placeholder Conexiones en un cerebro de ratón. (EFE)
Conexiones en un cerebro de ratón. (EFE)

Los investigadores también observaron que el transporte de proteínas liberadas en un lado del cerebro llega, principalmente, a los nervios del ganglio trigémino del mismo lado. Aunque este detalle puede parecer tan solo una curiosidad, en realidad, es muy relevante, tanto desde el punto de vista de la investigación neurocientífica como para los pacientes afectados por la dolencia, ya que podría explicar por qué se produce dolor solo en un lado de la cabeza durante la mayoría de las migrañas. Hasta ahora, no había una hipótesis convincente.

Claves para nuevas terapias

Además de encontrar esa nueva vía que explica las migrañas, los investigadores también han identificado 12 nuevas proteínas que pueden ser responsables de los dolores de cabeza. Las concentraciones de varias de esas sustancias en el líquido cefalorraquídeo se duplicaron. Este hallazgo podría servir como base para nuevos medicamentos. En particular, destacan la importancia de un péptido denominado CGRP, que es la diana a la que se dirigen algunos fármacos que ya se usan para tratar y prevenir este problema, pero creen que, del mismo modo, otras de las proteínas identificadas pueden tener un papel clave.

placeholder Migraña.
Migraña.

"En este estudio, describimos la interacción entre el sistema nervioso central y periférico provocada por el aumento de las concentraciones de proteínas liberadas en el cerebro durante un episodio de despolarización generalizada, un fenómeno responsable del aura asociada con las migrañas", resume Maiken Nedergaard, codirector del Centro de Neuromedicina Traslacional de la Universidad de Rochester y autor principal del estudio. "Estos hallazgos nos proporcionan una serie de nuevos objetivos para suprimir la activación de los nervios sensoriales”, añade el especialista, de manera que se podrían “prevenir y tratar las migrañas y fortalecer las terapias existentes".

“Hemos identificado una nueva vía de señalización y varias moléculas que activan los nervios sensoriales en el sistema nervioso periférico. Entre las moléculas identificadas se encuentran aquellas que ya están asociadas con las migrañas, pero no sabíamos exactamente cómo y dónde se produjo la acción inductora de la migraña”, detalla Martin Kaag Rasmussen, científico de la Universidad de Copenhague. Aclarar estas cuestiones puede “permitir el descubrimiento de nuevos objetivos farmacológicos, que podrían beneficiar a una gran parte de los pacientes que no responden a las terapias disponibles".

Foto: (iStock)

No obstante, otros expertos, aunque valoran el avance, advierten de que es demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo. "Aunque este trabajo proporciona algunos de los datos más sólidos hasta la fecha”, explican los estadounidenses Andrew Russo (Universidad de Iowa) y Jeffery Iliff (Universidad de Washington) en un análisis publicado en Science junto al artículo de la investigación, “queda mucho por descubrir sobre el papel fundamental que desempeña el transporte de líquidos y proteínas en los procesos neurobiológicos”. En su opinión, el hallazgo es muy trascendente tanto para las afecciones neurológicas como para las psiquiátricas, pero “el camino apenas ha comenzado”, advierten.

Más de cinco millones de personas sufren migraña en España, según los datos de la Sociedad Española de Neurología. Para muchas, se trata de un problema esporádico; pero millón y medio de pacientes la padecen de forma crónica, de manera que tienen dolor de cabeza la mitad de los días de su vida. Además, suele venir acompañado de toda una serie de síntomas, como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y al sonido o dificultad para la concentración. La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye este problema entre las enfermedades más discapacitantes.

Cerebro
El redactor recomienda