Éste es el sucesor del misil aire-tierra más preciso y letal del mundo

El Ejército norteamericano acaba de comenzar la producción en masa del misil del futuro que sustituirá al legendario Hellfire, una de las armas más letales y temidas por los adversarios de los EEUU durante cinco décadas. El nombre de este misil es el AGM-179 JAGM, siglas de Joint Air-to-Ground Missile (misil aire-tierra conjunto).

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Este paso marca el final de la vida del Hellfire, un arma que se inventó a mediados de los años 70 para destruir tanques sin posibilidad de defensa, como se puede ver en la imagen del tanque M1A1 Abrams destruido por fuego amigo durante la guerra del golfo de 1991. De hecho, la exacta letalidad del Hellfire sorprendió a todo el mundo hasta el punto de que parlamentarios británicos exigieron que su uso fuera limitado a “arma de último recurso”.

Su precisión resultó tan alta que la inteligencia norteamericana encargó una versión que sustituyó la cabeza explosiva por seis cuchillas de 45 centímetros llamada AGM-114 R9X. Esta versión volaba hasta reconocer una persona concreta, abriéndose para lanzar las cuchillas y acribillar al objetivo, en teoría sin provocar daños colaterales.

Cómo funciona el JAGM

El JAGM es muy similar al Hellfire, tanto en apariencia como en funcionalidad. La gran diferencia radica en que el JAGM reúne las características técnicas de los dos tipos de Hellfire actualmente en uso: el Hellfire Romeo y el Hellfire Longbow. El primero utiliza guía láser mientras que el segundo usa radar milimétrico.

Mientras que el Romeo necesita que alguien marque el objetivo con láser — ya sea la aeronave que lo lanza o un tercero en tierra o en el aire — el segundo puede dispararse sin necesidad de guía. Sencillamente identifica al objetivo y lo destruye, incluso con visibilidad nula, a través de condiciones atmosféricas adversas o humo intenso. Ambos Hellfires son armas de ‘fire-and-forget’: después de dispararlos, el atacante puede cambiar el rumbo y realizar maniobras evasivas sin preocuparse del misil.

El nuevo misil incorpora los tipos de objetivos y además a un precio más bajo, según dicen. Al ser un único misil, también será más fácil y barato de mantener. Según Joey Drake — director de gestión de programas de Sistemas de Misiles de Aire Tierra del fabricante del JAGM, Lockheed Martin — "las capacidades avanzadas del JAGM posicionan a sus usuarios para mantener una ventaja competitiva sobre las amenazas de hoy y de mañana".

Ahora, esta compañía de defensa norteamericana está trabajando en una nueva versión que casi duplica el alcance del actual, el JAGM-MR (rango medio en inglés), que podría dispararse hasta 16 kilómetros de su objetivo.

Renovación del ejército norteamericano

Mientras que la maquinaría militar rusa se ha desmoronado y los chinos trabajan a destajo para igualar la actual capacidad militar norteamericana, el Pentágono se encuentra envuelto en un esfuerzo de renovación total de sus fuerzas militares, jubilando armas de los años 90 e introduciendo sistemas mucho más avanzados que el resto de potencias.

Hace poco aprobaron su nuevo helicóptero de asalto insignia: el Bell V-280 Valor. Una máquina con rotores basculantes que no se parece en nada a la aeronave que va a reemplazar en los próximos meses, el icónico UH-60 Black Hawk, que es tan viejo como los Hellfire. A éste le seguirá un nuevo helicóptero de ataque que podrá también usar el JAGM.

Los EEUU también estrenaron su nuevo bombardero nuclear invisible B-21 Raider hace unas semanas, considerada la máquina más avanzada jamás creada, punto. Se sabe poco sobre las capacidades exactas del B-21, ya que el programa es obviamente top secret. Sabemos que es un avión muy avanzado que incorporará las últimas tecnologías en materiales de absorción de radar, aviónica y sistemas de armas. La primera es una de las características clave del B-21: el avión está diseñado para evadir la detección por radar, sensores infrarrojos y otros sistemas de alerta temprana enemigos. En teoría, esto le permitirá penetrar en el espacio aéreo enemigo y llevar a cabo misiones sin ser detectado.

Lo que sí sabemos es que Estados Unidos está recogiendo los frutos de una inversión de muchos años estos días. Al B-21 y el Valor se le unirán nuevos misiles hipersónicos, nuevos portaaviones, cazas de combate autónomos, y su nuevo avión de sexta generación NGAD — las siglas en inglés de ‘dominio aéreo de nueva generación’. El proyecto busca un nuevo modelo de avión de combate operativo en intervalos de diez a quince años, algo inaudito desde mediados del siglo XX, cuando estas máquinas eran infinitamente menos complicadas que las actuales.

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