Blanca Romero presenta en Roma 'After', su noche de juerga a 24 fotogramas por segundo

Pasada esa época en la que su presencia en la prensa rosa era continua, la actriz española Blanca Romero asegura que toda esa exposición pública que trajo su matrimonio con el torero Cayetano Rivera le perjudicó, pero que ella cree en la justicia y, por eso, está ahora donde está. En una entrevista mantenida con Efe ayer en Roma, Romero habla de lo que queda atrás en su vida y del futuro que se abre ante ella: el de la interpretación cinematográfica, cuyo primer trabajo como protagonista, After, presentó ayer dentro de la competición oficial del IV Festival Internacional de Cine de Roma.

"Lo de la suerte es muy relativo. Yo no creo en la suerte, creo en la justicia. Creo que la vida le da a cada uno lo que se merece, en su justo momento. Y cuando no se lo da es que le está dando una lección, le está enseñando algo que aprender", afirma la actriz. "A mí, en mi caso, quizá no me lo quitó en una escuela, ni económicamente, pero sí me lo quitó en 'kilometraje' y en vida. No fue fácil llegar aquí, llevo una lucha muy grande detrás. No creo en la suerte. La suerte es una manera muy cómoda de disculpar el camino de uno para no sentirse mal el otro", añade.

La asturiana muestra aún inquietud y nervios ante todo lo que conlleva el mundo de la interpretación, sobre todo la exposición a entrevistas y ruedas de prensa, tal es así, que ayer, confiesa, tuvo una pequeña "taquicardia" al tener que hablar ante los periodistas en el Festival de Roma. Romero llega al certamen romano en un buen momento profesional, con una serie de éxito como es Física o Química, en la que se muestra muy a gusto y donde da vida a Irene, y habiendo dejado atrás todo lo que conllevó el pasar a ser "esposa de" y "nuera de".

El encasillamiento

"La lucha -incide- viene de mucho más atrás. Es una batalla en la que van pasando soldados, va pasando gente diferente, con nombres diferentes, con caras distintas. Pero la lucha viene desde que nací. No es solamente un antes y después de ahí". Esa etapa "me perjudicó mucho de cara a mi talento, a mi carrera, a mi faceta artística. Me perjudicó mucho. Evidentemente no era un sitio bonito en el que me metía, pero por amor haces locuras. Simplemente el tiempo y la vida te pone en tu sitio", agrega.

Y, en este sentido, la actriz tampoco considera que el público sea responsable de que un personaje popular como es ella quede encasillado: "Creo -apunta- que todo es culpa de uno, bien que pierdas la fuerza, bien que tengas un desamor y pierdas ilusión y eso se refleje. Es todo culpa de uno, el público es muy justo". En After, del director Alberto Rodríguez y en la que comparte cartel con Tristán Ulloa y Guillermo Toledo, Blanca Romero interpreta a Ana, una joven en la treintena que queda con sus amigos en una noche de juerga sexo, drogas y alcohol con la que pretende aparcar sus frustraciones vitales.

Como Ana, ella confiesa que, en ocasiones, ha tenido que escapar de su vida, pero que "nunca huyes realmente porque el enemigo va contigo". En este sentido, su hija le ha ayudado a encontrar paz interior y a sentar la cabeza. "Me ha obligado a sentar la cabeza y a cumplir con la sociedad y lo que supuestamente se dice que tienes que hacer. Me ha ayudado y me ha obligado a tener esa coherencia, ese sentido común. Pero sí, por supuesto, que tengo muchísimo de Ana, de Irene", comenta.

El cine, en el punto de mira

Con todo el camino que le queda por delante en la interpretación, pero ya con algunas cosas conseguidas, Romero cree que se encuentra "en el punto de partida" de una carrera que le gustaría enfocar al cine, pero en la que no descarta hacer nada porque, explica, "la vida te sorprende mucho". "Ni siquiera esto me lo planteé. Fue una sorpresa que me dio la vida y pues si me da más... Lo que sí me siento es que conozco el hábitat. Me siento un pez que metieron en el agua, que respira y sobrevive en él. No me siento como un pez ya fuera del agua", apunta.

Sobre "Física o Química", la actriz confiesa que tiene en mente irse algún día de la serie, aunque quiere retrasar ese momento lo máximo posible, puesto que tiene un compromiso "emocional" con ella, más allá del profesional. El recién concedido Premio Ondas a la Mejor Serie para esta ficción televisiva ha hecho despertar en Blanca Romero, según ella misma confiesa, la esperanza ante la posibilidad de que este año pueda tener "alguna caricia" por parte de algún otro galardón, un reconocimiento a una carrera que apenas ha despegado.