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El Apocalipsis de Mercedes Milá en el fin del mundo Gran Hermano
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SIN ELLA, EL REALITY NO FUNCIONA

El Apocalipsis de Mercedes Milá en el fin del mundo Gran Hermano

En este país nadie ve Gran Hermano… o al menos eso es lo que muchos dicen. Pero a buen seguro que anoche aquellos que sintonizaron con

En este país nadie ve Gran Hermano… o al menos eso es lo que muchos dicen. Pero a buen seguro que anoche aquellos que sintonizaron con Telecinco y vieron el repaso que hizo el reality a sus 10 años de historia, recordaron la victoria de Ismael Beiro en la primera edición –fue seguida por 9 millones de españoles- o las correrías sexuales de Indhira en la presente edición.

Es ahí donde ha radicado el ¿éxito? de este formato: seguir vivo después de once ediciones a pesar de las críticas. El recordatorio sirvió para comprobar la difícil y arriesgada transformación del programa en algo chabacano y la pérdida de su esencia original ("Tienes boca de chupar caracoles"- decía una de las concursantes).

La falta de imaginación de sus guionistas quedó demostrada con la gala final de ayer, idéntica a la de otros años, calcada, casi sin sorpresas, pero tan efectiva en audiencia que el resto de las cadenas, conocedoras de la expectación que despierta en los telespectdores, dejaron el camino libre para que Gran Hermano volviera a ser dueño y señor del share.

Era lógico que Mercedes Milá se creciera, casi se endiosara. Se movía por su plató a sabiendas que no tenía competencia. "Soy totalmente egocéntrica", llegó a decir. Poco le importa haber pasado de entrevistar a políticos y empresarios, a charlar con unos grandeshermanos carentes de vergüenza. Qué más da. Sus obscenidades o subidas de tono siguen enganchando al público, como recordó con un vídeo homenaje a su figura que no dejó indiferente a nadie.

El fin del mundo GH

Era el Apocalipsis, su Apocalipsis. El fin del mundo GH para unos (los críticos) y una nueva época para otros (los fans más acérrimos). El final de una era, tras el juicio de la audiencia, que alumbra otra, la duodécima edición; la revelación de una nueva Mercedes Milá, la de una presentadora conocedora de que sin ella, el reality no funciona...y si no que se lo digan a Pepe Navarro.

Y así discurrió la gala final entre efectos especiales propios de una atracción de feria, “gritos que salían del mismísimo” de las concursantes, melodramas propios de una telenovela de sobremesa; y un ganador que recogía un maletín de dinero como si se tratara de la espada Excalibur. Cuanta ‘filosofía’ encierra Gran Hermano…

Pero no se preocupen (o preocúpense), Gran Hermano no terminó anoche. Esta noche habrá un debate, mañana y el sábado alguna entrevista en Sálvame Deluxe y La Noria; y el domingo un nuevo debate para cerrar esta undécima edición. Y en septiembre, TeleHermano 12. Perdón. Gran Hermano 12.

Por cierto, ganó Ángel... y por primera vez en la historia de GH, sin un notario que lo corroborara.

En este país nadie ve Gran Hermano… o al menos eso es lo que muchos dicen. Pero a buen seguro que anoche aquellos que sintonizaron con Telecinco y vieron el repaso que hizo el reality a sus 10 años de historia, recordaron la victoria de Ismael Beiro en la primera edición –fue seguida por 9 millones de españoles- o las correrías sexuales de Indhira en la presente edición.

Mercedes Milá Telecinco