Analizamos 'Marte', la canción con la que Melani podría ganar Eurovisión Junior

Tras 13 años de ausencia en el festival Eurovision Junior regresamos, y no en vano. La apuesta es arriesgada, comprometida y sobre todo, musical. Puede parecer redundante, ¿qué iba a ser sino musical?, pero es que esta vez hemos dado un paso más, uno arriesgado en el que exploramos posibilidades musicales que han ido quedando relegadas en los últimos tiempos.

Escuchar a Melani García, ante todo, nos produce emoción, y es que desde la antigüedad se ha estudiado la capacidad de la música para inspirar emociones, y con el auge del canto lírico en el Barroco se llegó a definir cómo la música podía mover los afectos, llevándonos a estados anímicos completamente diferentes y ajenos a nuestro estado de ánimo inicial.

Y esto lo consigue, consigue emocionarse y emocionarnos haciendo música, trasladándonos sentimiento a través de su voz, que con tan solo 12 años es capaz de cautivar a cualquiera.

Era un reto componer una canción a la altura, ajustándose a las expectativas de un concurso infantil y aprovechando las características vocales de una soprano ligera, tan lejos de los estilos de éxito actuales y de lo que se espera en una niña de su edad.

Es difícil no terminar con la carne de gallina a medida que la energía de la canción aumenta y la cantante no deja de brillar

El reto no era pequeño, pero Pablo Mora, junto con Manu Chaud y la colaboración de la propia Melani han conseguido condensar un ritmo pegadizo, el amplísimo registro vocal de la cantante y un alegato en defensa del planeta y los océanos.

El tema aborda uno de los grandes retos para los gobiernos de todo el mundo. Es un canto de sirena que pone voz al mar, que nos habla en primera persona, que pone en nuestra mano la capacidad de cambiar la realidad actual.

["Tengo plástico en las olas, debes defender la vida que hay en mí, lo puedes cambiar y llevarme al camino de la luz: Todo puede ser como quieras tú..."]

Este tema pop lírico y épico se convierte en una llamada, fuerte y poderosa que Melani sabe transmitir a la perfección, es difícil no terminar con la carne de gallina a medida que la energía de la canción aumenta y la cantante no deja de brillar.

Del coro a María Callas

La pasión por la música de Melani se ve en todas sus facetas, no solo canta, sino que también hace ballet, gimnasia rítmica o violín, pero fue el coro lo que hizo aparecer el gran prodigio que es.

La vida en un coro cambia muchas cosas, lo puedo asegurar como coralista que soy desde mi más tierna infancia, y no me cuesta comprender cómo el hecho de hacer música con otros utilizando solamente la voz hace que los sentimientos afloren. Más difícil resulta asimilar cómo una niña de tan solo 8 años puede comenzar a aficionarse a la ópera y arrancar un proceso autodidacta en el canto lírico escuchando a María Callas.

Sin duda hay personas que encuentran sus fortalezas en el momento menos esperado y está claro que Melani ha sabido, no solo encontrarla, sino sacarle un rendimiento prodigioso a su voz. Gracias por emocionarnos.