Miki Núñez, sobre Eurovisión: "Estuve demasiado pendiente de lo que decían"

Dos años no son nada y lo son todo a la vez. Y, si no, que se lo digan a Miki Núñez. Casi en un abrir y cerrar de ojos, el cantante pasó de proclamarse sexto finalista de 'Operación Triunfo 2018' (TVE) a verse justo en el centro del escenario con más espectadores del mundo, el del Festival de Eurovisión. Sucedió en 2019, cuando el catalán 'montó' la gran fiesta en Israel con 'La venda'.

A pesar de que consiguió poner patas arriba la Expo de Tel Aviv, la canción compuesta por Adriá Salas (La Pegatina) supo a poco en Europa, quedándose con el 22º puesto, tras sumar 54 puntos, 53 de ellos gracias al televoto. Un resultado que ni de lejos reflejó el trabajo y la presión a la que Núñez se sometió durante la temporada eurovisiva. Como comenta en su conversación con EL CONFI TV, su participación en el certamen fue todo un máster intensivo en industria musical que le ha servido para encarar su carrera posteriormente.

"Yo metía la zarpa donde podía en la actuación, pero tenía que dejarme aconsejar"

El artista está concentrado de lleno en la gira de presentación de su segundo álbum, 'Icerberg', mucho más maduro que 'Amuza'. Sobre su disco debut, Miki confiesa que se obligó a lanzarlo en un tiempo más o menos rápido, "para aprovechar que estaba en la cresta de la ola tras 'OT' y Eurovisión". Ahora, compagina los conciertos con otros proyectos y no oculta su gusto por la televisión, que fue la que le lanzó a la fama. El joven fue presentador de 'Cover', un programa musical de TV3, y no descarta llevar las riendas de algún que otro formato. Eso sí, nunca alejado de su gran pasión: la música.

PREGUNTA: 'Iceberg' lleva ya unos meses en el mercado y estáis a tope con la gira. ¿Son estas canciones más tuyas que las de 'Amuza', tu primer disco?

RESPUESTA: Cuando quiero decir que las canciones son más mías quiero decir que son más acordes a lo que sentía en el momento. 'Amuza', quizá, es un álbum que yo mismo me impuse hacer rápido, por aprovechar la cresta de la ola de 'OT' y Eurovisión. Como la gente se esperaba canciones festivaleras, 'uptempos' y todo el rato muy arriba, pues fui a buscar eso solo.

Lo de 'Iceberg' ha sido distinto. La gente que quiera quedarse a escucharme a mí que se quede, pero no voy a forzarme a hacer algo que no quiera hacer. Estos temas han sido más tipo balada, rock o pop y es porque he tenido más tiempo de madurarlos. Las melodías y las letras se han revisado millones de veces, así que es un disco más maduro. 'Iceberg' es un 'yo' acorde a lo que se sentía en el momento, no solo a lo que se esperaba de mí.

"Ser presentador también es ser un poco actor, tienes que seguir un guion"

P: ¿Cómo haces para que la gente, siendo tus canciones tan movidas, se quede sentada por las medidas contra el Covid-19?

R: Pedimos que se respeten las medidas... Qué mal, pero qué bien a la vez. Yo cada dos o tres canciones doy las gracias porque se estén respetando las medidas, pero también para recordarles eso de las películas americanas en las que hay un monigote con aire en la puerta de las tiendas y que mueve los brazos. Pues el público lo mismo, eso es lo máximo que pueden hacer. Eso y hacer fuerza con los cachetes desde el asiento. Tengo que dar el doble de energía, la normal y la de la gente que no puede moverse. Nos adaptaremos, pero no nos resignaremos.

P. De hecho, mira el concierto de Love of Lesbian…

R. Si la cosa sigue así, ese es futuro. De hecho, mi novia fue y alucinó. Estaba todo muy bien montado. Es verdad que pierdes todo el día, entre que te haces la prueba de antígenos y recibes el mensaje. No puedes tomarte la cervecita, pero es un avance grandísimo.

P: Te hemos visto como presentador en TV3, en el programa musical 'Cover'. ¿Te ha picado el 'gusanillo' de la televisión desde ese rol?

R: Yo siempre, desde pequeño, dije que me gustaría ser un Will Smith, es decir, cantante y actor. He hecho teatro musical toda la vida. Aunque tienes que ser tú mismo al frente de un programa, ser presentador también es ser un poco actor, porque tienes que seguir un guion, por mínimo que sea. Yo, que soy muy exigente conmigo mismo, veo los programas de 'Cover' en casa y digo: "Pues me gusta cómo lo hago". No descarto repetir en ningún momento.

P: ¿Qué formato te gustaría presentar en un futuro?

R: Cualquier cosa relacionada con la música. Si soy músico, lo lógico sería que mi faceta de músico estuviera en el programa. Ser presentador de 'Sálvame', a lo mejor no.

P: En 'Sálvame' ya hacen de todo...

R: Bueno, la verdad es que sí.

P: ¿Cómo vives la actuación de Eurovisión con 'La venda' ahora que han pasado dos años?

R: 'La venda' sigue siendo una de las canciones estrella en los conciertos. Miro atrás y me siento muy orgulloso. Trabajamos mucho durante muchos meses y el resultado que se vio fue por el trabajo que había detrás. Volvemos a que soy muy exigente conmigo, pero creo que el espectáculo que dimos se hizo acorde a lo que habíamos ensayado. Es lo que pienso cuando veo la actuación. Estaba todo en su lugar, hasta el mínimo detalle. No pasa nada por el resultado, porque el resultado real es que la gente la baila cuando la toco en mis conciertos.

"El resultado real es que 'La venda' es la canción estrella de mis conciertos"

P: ¿Cambiarías algo de tu experiencia en el festival en cuanto a la gestión emocional de esa etapa?

R: Me hubiera gustado decirme a mí mismo que me relajara un poco. Estuve demasiado pendiente de lo que decían, de si gustaría, de si había hecho el ensayo bien, de si estaba grabado o colgado en algún sitio... Me hubiera gustado que hubiese venido un 'yo' del futuro, me hubiera dado una bofetada y me hubiera dicho: "Relájate y disfruta, que esto solo pasa una vez en la vida". Puede pasar más veces, puedo hacerme un 'Raphael', pero normalmente solo una vez.

No debería haberme preocupado tanto de estar en Madrid dos semanas y decir: "Llevo tanto tiempo sin ver a mi familia...". Ya habría tiempo de eso, en ese momento me tenía que dedicar 100% a Eurovisión. En realidad, lo hice, pero debería haberlo saboreado más.

P: ¿Y bien? ¿Repetirías, te marcarías un 'Raphael'?

R. Sí, no veo por qué no. Fue increíble, me dio una visibilidad enorme alrededor del mundo.

P: Precisamente existe un falso estigma de que Eurovisión puede llegar a hundir carreras. ¿Cuál es tu opinión?

R: Yo hablo desde mi experiencia propia y a mí me fue muy bien. Yo era un artista que acababa de salir de un 'talent' musical como 'OT' y que no tenía experiencia en el mundo de la industria musical a lo grande. Yo tocaba con mis colegas en las fiestas mayores desde los 12 años, pero no tenía ni idea de lo que había más allá. De repente entras en una multinacional, en una empresa de 'booking', en una agencia de 'management', de no sé qué... y es como "¡Guau! ¡Es todo muy nuevo!". Luego llega Eurovisión y me planta en medio de todo, me conocía mucha gente que se sabía la canción. Me fue bien para aprender rápido sobre esto.

P: Tuviste a un gran coreógrafo como Fokas Evangelinos a cargo de tu puesta en escena.

R: Sí. Me preguntaban: "¿Pero a ti te parece bien la puesta en escena?". Pero, a ver, si hay un señor que se llama Fokas Evangelinos y que es el director del teatro griego, ¿cómo le voy a decir que no me gusta lo que hace? Si él es un profesional y yo hacía dos meses que había empezado... Obviamente yo metía la zarpa donde podía, pero no cambiaría nada. Tenía que dejarme aconsejar en todo lo que podía.