La polémica rodea a Moroccanoil, patrocinador israelí del Festival de Eurovisión 2024

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A medida que se acerca la final del Festival de Eurovisión 2024, que se celebra en Malmö (Suecia) este sábado, 11 de mayo, a partir de las 21:00 horas, el papel de Moroccanoil como patrocinador principal está generando un intenso debate en medios de comunicación y redes sociales. La empresa de cosméticos, famosa por sus productos a base de aceite de argán, ha sido objeto de críticas debido a su asociación con Israel, especialmente en un momento de tensión política por la situación en Gaza.

Moroccanoil, aunque lleva en su nombre la referencia a Marruecos, fue fundada en Israel en 2007. La historia de la marca comenzó cuando Carmen Tal, cofundadora, descubrió el aceite de argán en un viaje a Israel. Desde entonces, la empresa ha crecido significativamente, estableciendo filiales en varios países, incluidos Canadá, Alemania y el Reino Unido.

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Álvaro Rey

Este año, el logotipo de Moroccanoil ha vuelto a adquirir un protagonismo notable en los materiales promocionales de Eurovisión, desde los vídeos que introducen cada actuación hasta la publicidad en la página web del evento. Esta omnipresencia ha suscitado preguntas sobre el papel de los patrocinadores en la percepción de integridad del festival, que se promociona como un evento apolítico.

El impacto de la relación con Moroccanoil se ha sentido también internacionalmente, con una ola de críticas y llamamientos al boicot del festival. Artistas y políticos de varios países, incluido España, han expresado su descontento. Más de 1.400 artistas finlandeses han pedido explícitamente un veto a Israel en el festival, y en España, Irene Montero ha hecho un llamamiento a la protesta y la retirada de relaciones políticas con Israel, en solidaridad con el pueblo palestino.

Un festival ¿apolítico?

La controversia se ve agravada por las acusaciones de doble rasero por parte de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que no ha vetado la participación de Israel en el festival, a diferencia de Rusia tras su invasión de Ucrania. Sí ha descalificado a Joost Klein, representante de Países Bajos, cuya canción Europapa partía como una de las grandes favoritas del certamen, debido a un presunto incidente con la delegación israelí.

A pesar de los llamamientos al boicot y las críticas, la UER mantiene que el festival debe permanecer apolítico y que todas las emisoras participantes, incluida la israelí KAN, cumplen con las reglas del concurso de este año. Mientras tanto, el ambiente en Malmö es tenso, con medidas de seguridad intensificadas y una presencia notoria de apoyo y protesta que rodea el evento.

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Roberto Ruiz Anderson

La participación de Moroccanoil como patrocinador de Eurovisión no solo destaca las complejidades de los negocios internacionales y sus impactos políticos, sino que también pone de relieve como eventos culturales globales como Eurovisión pueden convertirse en campos de batalla ideológicos, donde el arte y la política se encuentran inevitablemente entrelazados.