Muere el actor Daniel Alvarado tras sufrir un accidente doméstico

El cantante y actor venezolano Daniel Alvarado falleció este miércoles en Caracas tras precipitarse por una de las escaleras de su casa y golpearse la cabeza.

Ha sido la familia la que a través de un comunicado ha confirmado el fallecimiento del actor, toda una estrella de la televisión venezolana. "Hasta el último momento, se mantuvo activo y feliz en compañía de sus más cercanos afectos. Daniel nos deja un legado de amor a su familia, a su carrera y a su país", dice la nota publicada en Twitter.

El artista deja seis hijos, entre ellos Daniela Alvarado, actriz de fama internacional tras protagonizar telenovelas como 'Juana, la virgen'.

El actor, nacido en el estado Zulia (Venezuela) el 12 de enero de 1951, se mudó con apenas 20 años a Caracas. Fue en ese momento cuando empezó a abrirse paso en el mundo de la interpretación. Alvarado despuntó durante los años setenta y ochenta, cuando Venezuela se convirtió en la gran productora y exportadora de telenovelas a todo el mundo.

Daniel Alvarado participó en más de 90 producciones de este tipo y unas 30 obras de teatros, convirtiéndose así en un rostro muy popular para los espectadores. Se consagró con el personaje de Mauricio Lofriego en 'La dueña', considerada una de las mejores producciones de la historia de la TV venezolana. La telenovela, con guion del dramaturgo José Ignacio Cabrujas, se basaba en 'El conde de Montecristo'. Otra de las producciones en las que participó fue 'Mi gorda bella', emitida por Antena 3.

"Su amplia y exitosa carrera en el cine, teatro y televisión fueron el reflejo de la pasión y el entusiasmo que lo caracterizó", afirma la familia. "Su más grande deseo fue volver a darle al público todo lo que por tantos años reflejó en la pantalla".

Tras el fallecimiento de Daniel Alvarado, algunos medios han recuperado el emotivo mensaje que con motivo del Día del Padre, su hija Daniela le dedicó en público. "A mi papá le admiro, le respeto y le amo como cuando era niña pero desde mi madurez. A mi papá le quisiera quitar las penas, y sé que él quisiera quitarme las mías. A mi papá le debo mi corazón, porque su nobleza e inocencia, también son las mías".