El comentario sobre los gitanos que dinamitó su cita en 'First Dates': "Es un tema delicado"

La cita entre Julen y Cristian no arrancó con buen pie. Desde que ambos llegaron al restaurante de 'First Dates' dejaron claro que no habían sentido un buen 'feeling', pero aun así decidieron darse una oportunidad durante la cena... hasta que un comentario dinamitó la velada por completo.

"Esto, lo verde, me parece un floripondio que es innecesario. Aunque dicen que todo lo que te ponen en el plato hay que comérselo, pero yo eso no me lo voy a comer", comentaba Julen sobre uno de sus platos, un comentario inocente que acabaría desatando la tensión entre ambos

"¿Cómo te lo vas a comer? ¡Si el laurel no se come!", le contestaba entre bromas Cristian, ajeno a lo que Julen estaba a punto de apostillar: "Eso dicen los chefs, pero esto es como el romero de los gitanos que te echan el mal de ojo... ¡parecidísimo!".

La cara de Cristian se descomponía por momentos, creándose un silencio incómodo que era roto por su sincero "has trocado un tema delicado, porque yo soy gitano". Julen trataba de restarle hierro al asunto de inmediato, sin demasiado éxito: "Bueno, pero yo no he dicho nada malo".

"Tampoco es así, pero tenéis una perspectiva de los gitanos que no es así", agregaba Cristian, tratando de explicar su malestar. "No, no, para nada. Yo no soy ni racista ni me importa ninguna etnia ni nada", se excusaba Julen.

Pero el joven ya se había formado su idea mental de su cita, desahogándose en uno de los confesionarios del programa de Cuatro: "No me ha gustado ese comentario, porque el hecho de que haya hecho ese gesto con el romero y dicho ese comentario significa que tiene un estereotipo sobre la etnia gitana que realmente no es cierto. Es igual que cuando vas a un supermercado y te están siguiendo todo el rato como si fueras a robar simplemente por ser gitano, es un estereotipo exactamente igual que este".

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De vuelta a la mesa, Julen optaba por disculparse ante su metedura de pata: "Si te has ofendido, perdona, pero no era a ti. Si lo has entendido así, desde aquí yo te digo que adoro a los gitanos. Tengo amigos gitanos, vecinos gitanos, me encantan sus fiestas, su cultura, su arte... ¡A ver si voy a crear yo aquí ahora una polémica y se me va a echar encima todo el mundo!. Además, como voy a ser gay y odiar a los gitanos, ¡sería el colmo!".

Cristian aceptaba sus disculpas y cambiaba de tema para sobrellevar la velada lo mejor posible, aunque en última instancia los dos acabarían dándose calabazas en 'La decisión final': "No ha habido química ninguna, los dos nos hemos dado cuenta".