David preocupa a todos con su ataque de estrés en 'MasterChef': "Me largo de la cocina"

Este lunes, 4 de julio, a David le ha pasado factura la prueba de exteriores. En esta ocasión, los concursantes de 'MasterChef' debían alimentar al elenco de un musical y a él le ha podido la presión por completo, hasta el punto de tener que parar de cocinar en determinado momento de la elaboración para tranquilizarse.

Ya lo decía Adrián, que en esta entrega ostentaba la nada fácil doble capitanía: este reto ha desbordado totalmente a los aprendices de cocina y no había problema en "reconocerlo". A la hora amasar y envolver la carne, uno de los ingredientes más importantes del menú, David ha avisado a sus compañeros de equipo: "Se me está cruzando el cable, me está saliendo el demonio. Espérate, espérate que me relaje. Tengo una sudada encima... No voy a terminar, tengo que parar, de verdad te lo digo".

David, al límite en la prueba de exteriores: "Se me va, se me cruza el cable"

Jordi Cruz, al comprobar su estado considerable de nervios, ha llevado al aspirante a 'chef' aparte para que le explicase qué estaba sucediendo. "Se me está cruzando el cable. Tengo una ansiedad ahora mismo del carajo. Me voy a tener que largar de la cocina, porque la voy a liar. Me estoy agobiando", era lo único que atinaba a decir David.

El juez le ha recomendado centrarse solo en la tarea que intentaba hacer, de forma "tranquila y mecánica": "El trabajo mecánico ayuda a mantener la mente en blanco. Venga, que eres un máquina". "Se me va, ¿eh? Me cago en diez, tío. Se me cruza el cable", insistía el emprendedor, sin atender a razones. Unos instantes más tarde, cuando parecía que se concentraba de nuevo, el madrileño ha vuelto a estallar buscando unos trapos.

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"¿Dónde están los trapos? Ya no veo nada, tío. Tengo una cruzada encima...", ha remarcado. Ahora era Claudia la que intentaba sosegar a su 'camarada', aunque ha conseguido lo contrario: "¡Estoy tranquilo! Solo estoy cabreado, ¿no puedo estar cabreado? ¿Voy a estar todo el rato feliz? La gente se cabrea, somos humanos".

"Tengo un demonio dentro, por eso medito, hago tanto deporte y llevo una vida muy ordenada. No es por otra cosa, es porque tengo un carácter muy explosivo y tengo que controlarlo. El demonio que tengo dentro me va muy bien para unas cosas, pero para otras es nefasto", ha asumido David, ya fuera de cocinas.