Un soltero rechaza a su cita en 'First Dates' por culpa de los tacones: "No me pone"

• Asegura que le gustan "sumisas" y sorprende con su práctica sexual
• "Es un chulo": una soltera se queda en 'shock' con los modales de su cita
• Tira por tierra a su cita por cada palabra que sale de su boca​

Leo acudió este lunes a 'First Dates' en busca del amor. A pesar de su edad (50 años), este canario aseguró en el programa no haber tenido nunca una relación de pareja porque las personas que ha conocido no han querido nada más que sexo con él. Leo es un hombre gay, de pocas exigencias, que se dedica al mundo del espectáculo.

El programa emparejó a Leo con Miguel, un hombre de 64 años que intenta cuidarse y mantenerse en forma todo lo que puede. La primera impresión no fue nada positiva, de hecho, se quedó estupefacto tras ver el pelo de su cita: "Es entre peluca y pelo frito. Es una cosa muy extraña. Dios mío, ¡llévame pronto!".

Leo: "Yo creo que si saldría un par de días con Miguel, algo pasaría"

Pero si hay algo que terminó de echar para atrás a Miguel fue cuando su cita utilizó el género femenino para referirse a sí mismo. "No me gusta que me hablen en femenino", dejó claro este animador turístico. "Creo que el femenino es para que hablen las chicas y el masculino para que hablen los chicos".

Lo que tampoco esperaba Miguel es que Leo le sorprendiera con una de sus aficiones o gustos. "Hay una cosa que no te he contado y es que yo me siento femenina, es decir, yo me visto así [de hombre], pero, a veces, yo me pongo tacones como una chica para salir o lo que sea". Miguel se quedó impresionado, aunque prefirió callar su opinión y darla solo a cámara: "Eso de levantarse y de ponerse tacones tampoco me pone mucho. Mejor que se ponga un traje de albañil o de mecánico de automóviles, con sus manos de grasa, que me pone más que el tacón".

Durante la cena, empezó a sonar un rock and roll y la pareja salió a bailar, a pesar de que Leo le había advertido a su cita que no sabía bailar muy bien. Sin embargo, el baile en lugar de unirlos, los separó todavía más. Miguel sintió que no podría tener nada con el canario porque le sudaban mucho las manos: "Las manos las tiene muy sudorosas y yo es algo con lo que no puedo. Que se las hubiera secado antes con la servilleta porque es algo superior a mis fuerzas. Ha sido todo tremendo...".

Leo, en cambio, se lo pasó en grande e incluso tuvo tiempo para imaginar cómo sería una noche con Miguel. "Desnudo y dándome vueltas, tiene que ser la hostia", llegó a confesar en privado. En público, no tuvo reparo alguno en confesar que había "mojado las bragas", una expresión que no hizo demasiada gracia a su pareja.

En la decisión final, Miguel dio calabazas a Leo: "Yo no tendría una segunda cita porque me gustan otro tipos de chicos, más masculinos. No me gusta eso que me has comentado de los tacones... Tampoco he sentido esas mariposas en el estómago como para tener otra cita". El canario no se lo esperaba, así que se fue resignado del programa: "Qué se le va a hacer".