"¡No me lo puedo creer!": Sonsoles Ónega se lleva las manos a la cabeza por el tema que le recuerda Pablo Motos

Sonsoles Ónega volvió a ser este jueves, 27 de octubre, la invitada principal de El hormiguero, espacio donde acudió para abordar los primeros días de éxito con su nuevo formato en Antena 3, Y ahora, Sonsoles. Además de explicar cómo está viviendo estas jornadas iniciales, donde la audiencia le está acompañando, la presentadora tuvo tiempo también para comentar aspectos más desconocidos de su vida, como uno de los negocios por los que se granjeó "un aluvión de denuncias".

En un momento dado de la entrevista, era Pablo Motos quien sacaba a relucir su faceta como empresaria: "Tú montaste una web antifieles", destapaba para sorpresa de la periodista, que se llevaba las manos a la cabeza porque esta información hubiese llegado hasta su compañero. "¡No me lo puedo creer!", repetía hasta en un par de ocasiones, antes de lanzarse a explicar este asunto: "Vamos a ver, no sé quién te ha contado esto. No es un borrón en mi vida, pero eso es verdad. ¿Te lo cuento todo?".

"Yo tenía una amiga cuyas parejas le eran permanentemente infieles. Nos planteamos hacer algo y creamos una página web para cazar infieles donde las muchachas, cuando se encontraban a un infiel, lo publicaban en la página. Eso iba por barrios. Yo buscaba en mi pueblo, por ejemplo, qué infieles había y salía de copas prevenida", comentaba entre risas Sonsoles.

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X. Migelez

Preguntada por el equipo del show de Antena 3, Ónega profundizaba en ello: "No podías poner la foto del infiel, si ponías el nombre de pila y la inicial del apellido y su descripción. Lo interesante era que las mujeres encontraban ahí un refugio maravilloso porque hay muchos infieles. Si hubiera funcionado hubiéramos hecho la idea también al revés, con mujeres infieles, pero empezaron a caernos un aluvión de demandas hasta el punto de que tuve que cerrarlo. Esa ha sido mi aportación a la humanidad femenina", concluía con sorna.

Lo curioso es que este modelo infructuoso de negocio no fue el único que trató de llevar a cabo, como ella misma reconocía acto seguido: "También quise montar un negocio de arreglos de bajos de pantalones, otra para ayudar a familias a hacer los recados y también estuve a punto de montar uno de uñas en el aeropuerto, porque allí la gente pierde mucho tiempo y quería aprovecharlo. Para este último incluso tuve reuniones con Aena, pero los alquileres son carísimos. Ahora he visto que hay y cada vez que paso por delante me da una rabia...", sentenciaba, poniendo así fin a este capítulo de confesiones sobre su faceta como empresaria.