La Policía acude en directo a la llamada desesperada de Belén Rodríguez para frenar a 'Sálvame'

Un equipo de Sálvame, encabezado por Lydia Lozano y el reportero Kike Calleja, se desplazó nuevamente este martes, 15 de noviembre, a la casa de Belén Rodríguez. La colaboradora se encuentra en la picota desde que hace semanas el magacín destapó que había ido supuestamente contando que su amigo Kiko Hernández le debía dinero, motivo por el cual se ha atrincherado en su vivienda durante las últimas horas, esperando capear el temporal.

Lydia se situaba a la vivienda de enfrente para describir a los espectadores lo que podría estar sucediendo en el interior de la vivienda de Belén, pero pocos minutos después una patrulla de la Policía se personaba en su hogar. La colaboradora había llamado a las autoridades para tratar de frenar lo que considera un supuesto acoso por parte del espacio de Telecinco, acudiendo a su petición para levantar parte de lo que estaba sucediendo.

Así, hasta dos coches de la policía intervenían en escena, con dos policías quedándose con ella para levantar acta y tres más identificando a todo el equipo de Sálvame, como explicaba el propio Calleja: "Los policías han entrado en el piso en el que nos encontramos para pedir al equipo que se identifique. Es sorprendente todo esto viniendo de alguien que trabaja en este medio. Nos han identificado a todas las personas que estamos aquí, al cámara para el directo, al de abajo para las preguntas que le realizamos antes, a mí también y a los cuatro chicos que viven en esta vivienda".

"Han venido tres agentes aquí, pero en total hay cinco, porque dos de ellos se han quedado con Belén. Nos han pedido identificarnos y darles nuestro teléfono porque Belén cuenta que se está cometiendo un delito contra su intimidad y dignidad. Ellos tenían que hacer un parte y ya después, dependiendo de si ella interpone una denuncia o no, procederían a ponerse en contacto con nosotros. 'Yo tengo que informar de lo que ella ha dicho y dejar el atestado en comisaría', nos ha dicho el agente", relataba el periodista.

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N.C.

"Ella puede plantear una denuncia, pero habrá que ver si eso prospera o no. Se podría admitir, pero habría que ver si luego eso se admite a trámite o se condena", terminaban valorando tanto Adela González como Kiko Matamoros.

El análisis más duro de lo sucedido lo realizaba Kiko Hernández, principal damnificado de todas las informaciones que han ido saliendo sobre su íntima amiga estos días: "Si ha hecho todo esto, es que está mal. Va a acabar muy mal". Sea como fuere, el programa no desistía en sus intenciones, manteniendo en todo momento en pantalla la emisión en directo desde la ventana de los vecinos de Belén Rodríguez, con Kike comentando a última hora de la tarde que los agentes le habían dicho que, al no estar grabando el interior de la casa de Belén, probablemente la denuncia no siguiese para adelante.