Un soltero, a punto de echar a correr en 'First Dates' al ver a su cita: "Estoy deseando irme"

Kevin y Saray protagonizaron este lunes, 21 de noviembre, la peor cita de la noche en First Dates, un encuentro marcado por una mala primera impresión que no hizo más que crecer a medida que avanzó la velada. Y es que el joven estuvo a punto de salir corriendo nada más ver a su compañera, y quizá le hubiera ido mejor porque no hicieron más que chocar en todos los temas que abordaron, hasta el punto de terminar en La decisión final dándose la mano, un revelador gesto que dejó a las claras lo poco que habían disfrutado de su noche juntos.

Ella llegaba al restaurante buscando un "cani de los 2000", y él a alguien más bien tirando a pija, con interés por la moda. Nada más lejos de la realidad, por eso nada más verse se hizo un silencio incómodo que se prolongó durante varios segundos. Por un momento ni se miraban a la cara, pudiendo cortarse la tensión entre ambos con un cuchillo.

Lo que estaban pensando del otro lo conoceríamos gracias a su sinceridad en la intimidad del confesionario, con Kevin reconociéndose a punto de salir corriendo: "¡Tierra, trágame! Estoy deseando irme. Tiene su personalidad, que eso es un punto a favor hacia su persona, pero no es el estilo de vestimenta que me gusta a mí en las chicas", reconocía.

Saray se pronunciaba en un sentido similar: "A mí los tatuajes me molan, pero después el rollo que lleva no me gusta. No es mi gusto", explicaba ante el equipo del dating show.

De vuelta a la barra, él rompía el hielo interesándose por saber de dónde era, y ella hacía lo propio preguntándole por su edad. Y hasta ahí, porque el silencio volvía a interponerse entre ellos. Tanto es así que hasta Lidia Torrent se veía en la obligación de intervenir, tratando de poner remedio a la incomodidad que se respiraba en el ambiente. Y pese a ellos, ninguno de los dos verbalizaba lo que estaban sintiendo, por lo que pasaban a cenar juntos pese a que tenían cero esperanzas de que la cita llegase a buen puerto.

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M. M.

El resto de la velada no fue mucho mejor, ya que cada tema que sacaban les distanciaba un poco más, desde la profesión de Kevin hasta el gusto por la fiesta de Saray, por lo que terminaban el programa dándose calabazas. Lo llamativo del asunto es que no llegaban a La decisión final dándose dos besos, como suele suceder en el desenlace de cada cita, sino que se estrechaban la mano. Es más, ni siquiera la redactora tenía que preguntarles por su futuro juntos, ya que ambos lo sentenciaban rápidamente.

"Digamos que a mí las chonis no me gustan, para nada, un 0%", expresaba él, con ella siendo igual de sincera: "No me has gustado nada físicamente, porque no eres un 'cani del 2000' que es lo que busco. Después es que no tenemos nada que ver tampoco mentalmente. Busco a una persona que sea más como yo y tú eres todo lo contrario". Kevin coincidía con la valoración de Saray, por lo que volvía a darle nuevamente la mano a modo de despedida, saliendo cada uno por su lado. Mucho mejor les hubiera ido de haberle hecho caso a su primer instinto, por lo menos no habrían perdido el tiempo.