Los entresijos de 'La isla de las tentaciones', al descubierto: todo lo que siempre quisiste saber

Con la quinta etapa de La isla de las tentaciones tocando a su fin, algunos de sus máximos protagonistas han querido disipar la cantidad de dudas que muchos de los fieles seguidores del formato tienen sobre las grabaciones. Hace unos meses, Diego López, de la anterior edición, también reveló cómo les suministran el alcohol en las fiestas.

Cada jueves por la noche asistimos a una nueva entrega de los infieles y tentadores del espacio que presenta Sandra Barneda, pero, como es de esperar, no todo lo que pasa en las villas de la República Dominicana se presenta al público en bruto. Una serie de detalles que se nos escapan en pantalla es lo que se han atrevido a desvelar con todo lujo de detalles algunos de los participantes de la actual edición.

"Solo vemos lo que aparece en la tablet y lo que nos ponen en la hoguera final"

Es, por ejemplo, lo que ha respondido Claudia Martínez desde su cuenta de TikTok, ante el aluvión de cuestiones sobre el dating show de Mediaset. Muchas seguidoras se han preguntado si tienen un equipo de maquillaje y peluquería para prepararlas antes de acudir a las hogueras, y la respuesta es no. "Ojalá hubiera habido alguien, pero lo hacíamos todo nosotras. Las ondas me las hacía Tania, la coleta me ayudaba Laura", ha contado la pareja de Javi.

Por su parte, la vestimenta también es de su propio armario y escogida al azar por ellos mismos: "La ropa es nuestra, nos dan una lista de las cosas que tenemos que llevar, las temáticas de las fiestas y todo, y luego allí nos las intercambiamos". Sin embargo, Claudia ha compartido con su gente en redes sociales que, en una ocasión, el equipo del programa les aconsejó intercambiarse los trajes, ya que parecía en cámara que iban vestidas iguales.

La concursante de la quinta edición de Tentaciones también aclara que, al igual que en otros realities, como Gran Hermano o Supervivientes, no disponen de relojes ni móviles durante toda la experiencia. "No teníamos reloj, no sabía a qué hora nos levantaban. Unos días era antes y otros después, dependiendo si teníamos una cita y había que irse de la villa. Nos despierta una voz que jamás olvidaré: '¡Chicas, buenos días, todas arriba!", ha revelado la joven.

Otra seguidora se ha preocupado por los manjares que se ven comer en los vídeos del programa, y también asegura que se los proporciona el programa: "El menú lo elige el programa, es un catering cerrado con arroz, pasta, verdura, carne, pescado, y tenías donde elegir. Por las mañanas teníamos bollos, fruta. Por la noche pedíamos pizzas...".

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Por su parte, al tratarse de un formato de telerrealidad, Martínez ha dejado claro que, "las cámaras no están pegadas a tu cara 24 horas, porque hay cámaras por toda la casa, y en momentos puntuales, como cuando viene Sandra o tenemos que grabar citas, sí hay cámaras con señores detrás". A este respecto, se pierden mucho contenido, y no solo de la villa de enfrente, unas tramas que ven al mismo tiempo que nosotros, en directo: "Solo vemos lo que aparece en la tablet y lo que nos ponen en la hoguera final. Lo demás nos sorprendemos junto a los telespectadores".

Barra libre de alcohol y prohibido bañarse

Javi Redondo ha seguido los pasos de su chica, y también ha ido respondiendo las dudas de sus seguidores sobre el concurso. Muchos querían saber si, al estar en un paraíso marítimo, podían relajarse y darse los chapuzones que quisieran cuando no estaban grabando. "En la playa solo nos podíamos bañar cuando teníamos cita o en momentos puntuales de la semana, pero de normal, no, no se puede", desveló el concursante más prudente de esta edición.

El joven también ha comentado la cantidad de personal técnico que hay detrás de lo que se ve en nuestras casas: "Acojonaba bastante toda la gente que había detrás de la cámara, porque había muchísima gente, igual había 20 cámaras más de la que todos veis". Y, hablando de cámaras, Javi aprovecha para reconocer que una de ellas lo persiguió por la arena sin rumbo, ya que, "no sabía dónde estaba la villa de las chicas", y la encontró por casualidad.

Algo parecido a la pareja es lo que hizo meses antes el exparticipante de este mismo formato, Diego Pérez. El ex de Lola dejó cristalino que censuran lo más fuerte: "Lo peor de todo no se ve, no se emite". Como, por ejemplo, "un día en una fiesta estaba contentillo, me caí y con un vaso de cristal me abrí esta ceja. Me empezó a sangrar la ceja, me tuvieron que llevar al hospital".

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Á. R

Respecto al agua con misterio que ingieren en las fiestas, lo mismo en las discotecas: "Barra libre, pero con control. Cuando alguien se veía que iba muy afectado, se le cortaba y no le daban más. Te llamaban y decían: 'Oye Diego, pues ven, recárgate esto'. Normalmente, eran ellos los que nos llamaban para recargarnos la copa o darnos un chupito".