La restrictiva preferencia de un comensal de 'First Dates' que luego se le vuelve en contra

First Dates emitió este viernes, 16 de diciembre, la cita de Juan Ramón y Rochi, una velada sin demasiados visos de prosperar. Él, separado tras 22 años de matrimonio, se definía como "camaleónico" y reconoció que fue su hija la que le convenció para apuntarse al dating show. Respecto a ella, con preferencia por los hombres "atentos, altos y caballerosos", no puede decirse que el técnico deportivo le entrase por los ojos.

Las exigencias del concursante de 48 años tampoco es que fuesen pocas. A pesar de asegurar no pedir "mucho" en lo que a parejas se refiere, mostró reticencias a que su compañera fuese de origen colombiano: "Hubiera preferido a una española, pero bueno. Si está en Madrid, no pasa nada. Somos mundiales, ¿no? Si está aquí, ella pone de su parte y yo de la mía, puede salir bien una relación".

"Me vuelven loco los pezones grandes. Odio los pequeños, espero que no los tengas así"

Ya durante la cena, Juan Ramón no dudó en sacar pecho de las mujeres con las que ha intimado a lo largo de su vida: "He estado con muchas, que luego igual no son tantas. Así, alguna vez que lo he pensado... He estado con 60 o 75". Pasados unos minutos, Rochi optó por la honestidad: "A ver, ¿eres mi tipo de hombre? No. Me gusta ser sincera, pero, a veces, conociendo a la persona, nunca se sabe. A simple vista, si te digo la verdad, no".

El madrileño no desistió y dio la vuelta a este comentario: "Me da morbo conocer a las personas". "Yo es que soy muy fogoso, siempre me ha encantado. Es imposible que vosotras digáis que no. No se puede generalizar, pero es lo que digo", insistía el hombre, en el momento en el que la cuidadora le aseguró que no era chica de una sola noche.

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Á. Roldán

La traca final de esta cita, en la que la química brilló por su ausencia, llegó cuando se adentraron a charlar sobre sexo. "¿Eres activo o pasivo?", preguntó la participante en el juego del rasca del programa de Cuatro. "Activo. Me gustan las dos cosas, pero soy activo. Mucho más que pasivo. Es un juego, así que un poco de todo. Me gusta el cachondeo, el morbo, el dar y ofrecer", reconoció Juan Ramón, que justo después confesaría su gran "fetiche".

"Lo que me vuelve loco de las mujeres son los pezones grandes. No sé por qué. Toda mi vida. Odio los pezones pequeños, espero que no los tengas así", comentó el divorciado. La revelación no tardaría en volvérsele en contra, pues recibió todo un zasca de la otra comensal: "Los míos son muy pequeños, y muy bonitos. Me encantan". "Para mí que lo ha dicho como: 'Eh, relájate'", adivinó él, ya fuera del restaurante. Por supuesto, no hubo segunda cita, aunque el deportista sí dejase la puerta abierta.