"No me gusta": la incoherente cita entre dos solteros de 'First Dates' que se comen a besos

La cita entre Josep y María Dolores ha sido un tanto incoherente con respecto a los comentarios que ambos confesaban detrás de las cámaras de First Dates. Aunque no se gustaron nada cuando se vieron por primera vez, lo cierto es que lo han disimulado bastante bien durante toda la velada.

"No me ha gustado. Para qué te voy a mentir", repitió el catalán en dos ocasiones, después de que Carlos Sobera le presentase a su cita. La soltera, por su parte, también puso gesto de rechazo y reconoció que no era su tipo. Es más, María Dolores incluso llegó a decir que el presentador era mucho más guapo que quien tenía delante.

Los dos solteros reconocieron que no se gustaron nada en cuanto se vieron

Sin embargo, los dos se entregaron al máximo desde el primer momento. Los dos jubilados hicieron por conocerse, se pusieron al día de sus gustos, de sus familias, de sus lugares de residencia, aunque a los técnicos del programa le seguían manteniendo que no reunían sus expectativas como para seguir viéndose en otra cita más.

Pero todavía más surrealista fue el momento del postre, cuando Josep y María Dolores entraron en la sala de los juegos y casi terminan necesitando dos rombos en pantalla. Ya en la mesa el soltero le preguntó si era o no activa en la cama y su respuesta motivó a los comensales a continuar la charla por la calentura. No se gustaban, pero de cara a los telespectadores demostraban una tensión sexual que casi se resuelve en el postre.

El juego de los besos y del dado sexual ocasionó un acercamiento totalmente inesperado entre los dos: Josep le propuso un pico, pero terminaron echándose mermelada en la comisura de los labios para después pasar sus lenguas y seguir comiéndose a besos. "Besa muy bien", tuvo que reconocer la catalana antes de terminar la velada.

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Unas cochinadas y un supuesto feeling que cambio de inmediato a la hora de tener que decidir si volver a verse o no: ella, por su parte, se negó a un segundo encuentro. La misma respuesta dio él, ya que no era el tipo de mujer que le gustaba, aunque lo parecía, a juzgar por los juegos casi sexuales que tuvieron durante el postre.