"¡Me has hecho daño!": máxima tensión entre dos solteros por intentar impresionarla ('First Dates')

Nefasta velada entre Marius y Gloria en First Dates. Aunque la mujer intentó mantener una cita agradable con él, pese a no haberle entrado por los ojos, la soltera terminó rechazándolo por lo que le hizo durante el postre en sus pies.

A priori no tenían nada que ver el uno con el otro. De hecho, a ella no le atrajo físicamente, dijo que se esperaba otro tipo de hombre. Marius, por su parte, tampoco le lanzó grandes piropos, salvo catalogarla de buena persona o destacar sus ojos bonitos y su sonrisa durante un momento de la cena.

"Esto es la reflexoterapia podal, no es dar un masaje"

Charlaron sobre sus gustos, sus lugares de residencia y el soltero le confesó encantarle tanto la naturaleza que hasta se ha comprado un bosque. Algo que Gloria quiere ver de lejos y otro motivo más para no congeniar con sus aficiones. Aunque está próximo a jubilarse, Marius le habló de otra de sus profesiones: "He sido masajista y reflexólogo podal".

Fue a raíz de esto, y mientras disfrutaban a solas del postre, cuando el catalán le propuso tocarle la columna vertebral a través del pie, ya que esta técnica consiste precisamente en buscar puntos de todo el cuerpo tocando la planta del pie. "¡Uy! Oye, ¡que me ha dolido!", se quejó Gloria, quitándole la mano. "¡Claro! ¿Qué te duele aquí?", continuó el soltero, esta vez tocando otra zona. "¡Oye!", protestaba otra vez.

"Ella se pensaba que era un masaje y le he tocado un punto y ha visto las estrellas. Y, claro, yo sé tocar los puntos", comentó Marius fuera de cámaras. "Esto es la reflexoterapia podal, no es dar un masaje", le recalcó, mientras intentaba buscarle otra zona del cuerpo para probar. "¡No! Esto es hacerme daño en el pie, eh. Me has hecho daño, que lo sepas", insistía molesta la soltera. "La reflexoterapia consiste en esto", concluyó él.

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Una cita que terminó de mala manera, ya que, aunque Marius sí quiso repetir, ella se negó a seguir conociéndolo más. Eso sí, Gloria no quiso despedirse sin echarle otra vez en cara que le dolía el pie de haberle tocado tan fuerte. "Eso me lo llevo yo en el corazón, que lo sepas", remató con retintín.