La dirección de 'Sálvame' se pone seria y toma una determinación tras lo sucedido con Kiko Hernández

Durante la última semana, un equipo de Sálvame ha estado desplazado a una localidad indeterminada. El magacín de tarde de Telecinco ha estado cebando que se encontraban tratando de contrastar una información bomba sobre uno de sus colaboradores. Pasados los días, el reportero que encabezaba esta expedición destapaba que se hallaba en Melilla para confirmar unos soplos recibidos sobre Kiko Hernández y el ayuntamiento de la ciudad, pero pasado el tiempo todo esto se ha venido abajo. Así lo confirmaba Mayte Ametlla este jueves, 9 de marzo, quien comunicaba al colaborador y al resto del equipo la importante decisión que había tomado la cúpula del programa.

Mayte comenzaba recopilando lo sucedido durante los últimos días, poniendo sobre la mesa la multitud de llamadas y denuncias anónimas que Sálvame había estado recibiendo contra Kiko. Es por ello que pusieron en marcha al equipo de investigación, pero que, tras una búsqueda infructuosa de pruebas, daban por concluido el reportaje, respaldando al polemista ante todas las acusaciones.

"Sospechamos que existen varios objetivos y hemos llegado a una conclusión que quiero transmitirte a ti y a los espectadores, y evidentemente a los colaboradores y presentadores de este programa: la dirección de este programa tiene muy claro que debe velar siempre por la transparencia y que, bajo ningún concepto, vamos a permitir que seamos el vehículo de una caza de brujas", aseveraba con contundencia la periodista.

TE PUEDE INTERESAR

'Sálvame' vuelve a estafar a la audiencia tras anunciar la peor tarde de Kiko Hernández

Berto Molina

"Solo aceptaremos divulgar la información que podamos contrastar y confirmar y, por supuesto, si alguien tiene interés en hacer una denuncia pública, estaremos encantados de hacernos eco, siempre y cuando nos presenten la documentación y las pruebas pertinentes. Nuestras cámaras y micrófonos siempre estarán ahí para quien quiera denunciar lo que quiera denunciar, pero que lo haga a la cara, a cara descubierta, con nombres y apellidos. No nos van a utilizar, y mucho menos en este caso, para hacer daño a un compañero que se llama Kiko Hernández", sentenciaba Ametlla, una determinación que, por otro lado, debería de haber estado siempre presente, sobre todo a la hora de abordar temas sensibles e incluso delictivos con acusaciones infundadas.

Este era el caso de lo que se cernía sobre Hernández, como él mismo recordaba acto seguido: "Agradezco el gesto, porque lo de ayer se podía quedar en el olvido, que era que he cobrado 100.000 euros por ser imagen de Melilla. Esa gente es una cobarde, pero tiene que saber que ya está todo en manos de mis abogados para poner una querella contra la persona que habló ayer aquí, aunque lo hiciera con la voz distorsionada. Esa persona tendrá que ir ante un juez y tendrá que demostrar esos contratos que dice que yo firmo, dónde están esos 100.000 euros y absolutamente todo. Porque todo lo que he hecho con la Consejería del Mayor se ha hecho con transparencia, con contratos públicos. No tengo nada que esconder", concluía Kiko, actuando con firmeza ante la última acusación vertida contra él.