Rechaza a su cita antes de acabar la velada y se lleva un buen corte en 'First Dates': "Me la suda"

El encuentro de Juan con María en First Dates no ha salido todo lo bien que ambos deseaban. Aunque al cordobés le entusiasmó la soltera nada más verla, ella le advirtió a Carlos Sobera que no le gustaba nada el hombre con el que tenía que cenar.

El hombre de 89 años ha acudido al programa de Cuatro para encontrar una compañía, después de 12 años viudo y sin conocer a otra mujer en su vida. Su cita ha sido María, una madrileña de 82 años que dejó cristalino a los redactores el tipo de hombre que iba buscando.

"Este hombre no oye nada. No me gusta su cuerpo ni me gusta su cara"

"Los hombres me gustan un poquito más altos que yo, que no sean tripones, que no sean calvos y que no le falte la dentadura. Un señor que no tenga mucha barriga", puso como requisito antes de entrar en el restaurante. Y recalcó: "Mi hijo es calvo, mi padre era calvo, mi hermano es calvo y yo no quiero más calvos".

Sin embargo, y según admitió al ver a Juan, lo que se encontró no era lo que estaba buscando. La soltera aprovechó que el hombre se entretuvo a hablar con los camareros de camino a la mesa para coger al presentador del brazo y decirle la verdad: "La cita no me gusta". "Bueno, tú dale una oportunidad a ver que pasa", le animó Sobera, mientras la invitaba a sentarse.

Pese a que puso todo el empeño en conocerlo y pasar una velada agradable, su opinión no solo no cambió, sino que empeoró: "No me gusta que tenga que repetirle la pregunta dos veces. Este hombre no oye nada. No me gusta su cuerpo ni me gusta su cara", dejó claro detrás de cámaras. Y, para más inri, le desmotivó totalmente que viviera en Entrevías, "a mí Vallecas no me gusta. Eso para los de Vallecas. Yo soy más del centro".

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Á. R

Como era de esperar, María rechazó una segunda cita con Juan, pero no esperó a la ceremonia de la decisión final, sino que se lo dijo durante el postre: "No vamos a tener otra cita, no quiero quedar más. No me gustan tan mayores". Ante las calabazas, el soltero reaccionó de una manera inesperada: "Voy a utilizar una palabra que no he dicho nunca. Me la suda".