La reacción de una soltera cuando su cita llama "maricón" a un cantante en 'First Dates'

"Soy bajito, pero tengo éxito porque tengo mucho palique". Así se ha descrito Pepe, un jubilado de Elche (Alicante), nada más entrar a First Dates este martes, 7 de noviembre. Al ser preguntado por Carlos Sobera, el concursante ha dejado claro su prototipo de mujer: "Que sean simpáticas, risueñas. Me gustan también rellenitas, que tengan un poco de pecho. Gordas, tampoco. Rellenitas. Que yo pueda apretarle y no la tenga que coger solo de la cintura porque no me llegue el brazo".

En un principio, Inmaculada, también de Alicante, parecía encajar en esta descripción. Ella se define como una persona "moderna", a la que no le gusta hacerse "mayor". Ni corta ni perezosa, ha enseñado a las cámaras del dating show de Cuatro sus siete tatuajes, con sus correspondientes significados. Ya en la cita, ambos han entablado una agradable conversación que se ha tornado extraña por un comentario del ilicitano.

Tras entender que diferían en eso de tener animales de compañía en casa, los dos participantes han encontrado un nexo de unión en la música, en concreto, en Camilo Sesto. "Hombre, a mí me encanta también. Tiene una voz preciosa. Es muy maricón, pero era un chico muy guapo", ha asegurado el comensal, dejando con cara de pocos amigos a su compañera.

"No digas que era maricón, está feo. Se dice gay", le ha espetado Inmaculada y, al ver que el otro soltero no reculaba, ha insistido: "No se dice eso, es una palabra fea. Yo soy una persona que lo respeto todo". "Sí, y yo también, pero no puedo cambiar mi lenguaje a los 70 y pico años que tengo. Son palabras inglesas", ha respondido Pepe, sin dar su brazo a torcer.

Viendo que no llegarían a un entendimiento, la posible pareja ha cambiado de tema de conversación. Ahora tocaba hablar de cómo preferían las relaciones sentimentales, si abiertas o cerradas. Esta vez, sí han estado de acuerdo en que las abiertas son algo demasiado "moderno" y que están acostumbrados a las relaciones a la "antigua" usanza.

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La noche iba tocando a su fin y Pepe ha terminado por confesar que esperaba que Inmaculada fuese algo "más rellenita". La camarera no daba crédito a lo que oía: "¿Cómo? ¿Más rellena? Yo no me veo delgada, me veo gorda, por favor. Si el médico me dice que tengo que adelgazar". Después de un divertido coqueteo en los postres, Inmaculada ha reconocido sus ganas de tener una segunda cita, si bien el hombre se ha negado: "Físicamente, no me has llenado, pero te veo muy bien como persona".